MIERCOLES 1o. DE NOVIEMBRE DE 2000

Ť La exención, carga de $4 mil 500 millones al año


IVA a servicios financieros de las empresas, plantea Rangel

Ť Propone la ABM homologar el tratamiento del impuesto

Ť No existe estado de derecho para recuperar garantías, lamenta

David Aponte y Ciro Pérez Silva Ť El presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), Héctor Rangel Domene, solicitó a la Cámara de Diputados que apruebe la aplicación del IVA a los servicios financieros de las empresas, porque la exención representa una ''carga innecesaria'' de 4 mil 500 millones de pesos anuales en costos de operación para las instituciones bancarias.

Durante una reunión con integrantes de las comisiones unidas de Presupuesto y Cuenta Pública y Hacienda y Crédito Público, expuso que las compañías no deben tener un régimen ''especial'' en materia de impuestos relacionados con los servicios financieros, a pesar de las resistencias a modificar el actual marco fiscal.

''Me parece que si queremos tener una mejor recaudación, una mayor fortaleza del Estado mexicano, necesitamos ampliar las fuentes de recaudación y eliminar toda esta clase de posibilidades de evasión que existen con estos regímenes especiales e inequidades que resultan al tener estar lagunas.

''En el caso de la banca, simplemente el no poder acreditar el IVA transparentemente, como debería de ser el caso en un régimen de valor agregado, le está costando alrededor de 4 mil 500 millones de pesos al año, que se lo tiene que cargar al financiamiento. šAlguien lo tiene que pagar!'', expuso.

Rangel Domene argumentó que es un beneficio que las empresas no deberían tener. Reconoció que habrá muchas opiniones en contra de la aplicación del IVA a las personas morales, pero ''resulta importante para la salud de las finanzas públicas''.

Actualmente, las autoridades hacendarias aplican el IVA sólo a los intereses de las personas físicas en las actividades de consumo. Las empresas están exentas de este gravamen. ''Entonces, la propuesta que estamos haciendo es homologar el tratamiento del IVA para que todo el mundo sea tratado igual, y esta modificación sea parte de la reforma fiscal integral que se está pensando llevar a cabo en el próximo gobierno'', explicó.

En uno de los salones del Palacio Legislativo de San Lázaro presentó un diagnóstico general de la banca nacional, y los efectos que ha generado en las instituciones la que llamó ''cultura del no pago'' de la sociedad mexicana.

Expresó la queja de que no existe un estado de derecho que permita a los banqueros recuperar las garantías que dejaron los deudores, porque los juzgados tardan entre cinco y siete años en desahogar un litigio, cuando en las naciones desarrolladas el proceso lleva entre 90 y 180 días.

Hasta el momento, existen en trámite 200 mil juicios de garantías. ''Este es un problema serio que inhibe el otorgamiento de créditos'', expuso.

Rangel Domene propuso a los legisladores la modernización del Poder Judicial y la especialización de juzgadores en derecho financiero, para que las instituciones bancarias puedan recuperar en menor tiempo las garantías de los deudores. ''Acortar las 'chicanas' de una ley que alarga los juicios'', pidió.

Algunos legisladores cuestionaron el hecho de que la banca ofreció en el pasado créditos sin revisar de manera minuciosa las garantías de los deudores.

''La banca cometió muchos errores, como cualquier otro gremio, y sobre todo en los años 90 cuando había euforia se dieron créditos sin garantías suficientes, pero eso no quita las deficiencias en el estado de derecho'', respondió Rangel Domene.

Los diputados preguntaron también a cuánto ascendía el porcentaje de los pagarés del Instituto de Protección al Ahorro Bancario y el porcentaje del capital extranjero con relación a los activos de la banca nacional.

A la primera, respondió que los pagarés del rescate bancario equivalen a 20 por ciento del total de los activos o del capital de las instituciones bancarias. A la segunda, mencionó que el capital extranjero representa el 35 por ciento del total.

En su última intervención, el banquero defendió el secreto bancario como una práctica que permite salvaguardar los movimientos financieros de las personas.