MIERCOLES 1o. DE NOVIEMBRE DE 2000
Ť A fin del primer semestre la cartera vencida era 26% superior a junio de 99
Acumula la banca de desarrollo $30 mil millones en pérdidas
Ť El déficit se debe principalmente a operaciones realizadas por Fina y Nafin
Ť Este año aumentaron los créditos vencidos, según el análisis de Fideliq
Ť Las instituciones canalizaron la mayor parte de sus recursos a financiar al sector público
Roberto González Amador Ť El monto de los créditos vencidos otorgados por la banca de desarrollo continuó en aumento en el transcurso de este año, mientras el conjunto de estas instituciones canalizó la mayor parte de sus recursos a financiar al sector público en vez de dedicarlos a promover la actividad empresarial de compañías pequeñas y medianas, según información oficial.
Sujeta a un profundo proceso de reestructuración, que concluirá con la desaparición de algunas instituciones, la banca de desarrollo heredará a la siguiente administración federal pasivos no cobrados, producto de errores en la asignación de préstamos, cuyo monto no ha sido determinado oficialmente pero que puede alcanzar unos 30 mil millones de pesos.
Fuentes del Fideicomiso Liquidador de Instituciones y Organizaciones Auxiliares de Crédito (Fideliq) estimaron que las pérdidas generadas por la banca de desarrollo que deberán ser cubiertas con recursos públicos pueden alcanzar hasta 30 mil millones de pesos, derivados principalmente de operaciones de la Financiera Nacional Azucarera (Fina) y Nacional Financiera (Nafin).
El Fideliq es un fideicomiso del gobierno federal constituido en Nafin y, entre otras funciones, está encargado de asumir las pérdidas generadas por la banca de desarrollo como parte de su proceso de reestructuración. Para efectos prácticos, asume una función similar a la realizada por el extinto Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) con el rescate de la banca privada realizado en la actual administración.
Al concluir el primer semestre de este año, última información disponible, el conjunto de las instituciones de banca de desarrollo acumuló una cartera vencida de 15 mil 939.47 millones de pesos, cantidad que representó un aumento de 26 por ciento en comparación con la reportada en junio de 1999, de acuerdo con un reporte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
La banca de desarrollo, un conjunto de instituciones promotoras de la actividad económica propiedad del Estado, está constituida por Nafin, Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Fina, Banco del Ejército y Fuerza Aérea (Banjercito) y el Sistema del Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural).
En el transcurso de este año, la mayor parte del financiamiento concedido por el conjunto de las instituciones de banca de desarrollo estuvo concentrada en canalizar recursos al sector público y, en una menor proporción a la actividad de empresas privadas, de acuerdo con datos de la CNBV.
Un reporte de ese organismo indicó que al primer semestre de este año la cartera de crédito vigente de la banca de desarrollo alcanzó 386 mil 829.20 millones de pesos. De esa cantidad, 261 mil 971 millones de pesos, es decir, 67 por ciento, está concentrada en el sector privado y el resto en el sector público, señaló el informe de la CNBV.
Mientras, de la cartera de crédito vencida por 15 mil 939.47 millones de pesos, el monto de recursos que la autoridad considera ''irrecuperables'' se sitúa en 7 mil 641.33 millones de pesos.
Como parte del proceso de reestructuración de la banca de desarrollo, algunas fuentes oficiales consideraron que antes que concluya la actual administración federal podría decretarse la desaparición de Fina, una entidad pública dedicada a financiar a los empresarios del sector azucarero, un conjunto de industrias que a mediados de este año fue beneficiado con un rescate con recursos gubernamentales cifrado en 4 mil millones de pesos.
El gobierno federal dio a conocer nuevas reglas de capitalización para la banca de desarrollo, que entrarán en vigor el 15 de noviembre, con el fin de aumentar la fortaleza financiera de esas instituciones. De acuerdo con el documento que contiene las nuevas normas, que equiparan los requerimientos de capital a los exigidos a los bancos privados, el aumento de capital no requerirá recursos públicos.