MARTES 31 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Unos 500 fanáticos del underground, en el debut


La ironía, el eje de las rolas de Las Licuadoras de Morquecho

Jorge Caballero Ť El grupo Las Licuadoras de Morquecho hicieron un decoroso debut el sábado por la noche en el festival Invazónica, celebrado en El Alicia y que convocó a unos 500 fanáticos de las propuestas musicales del underground. Aunque por momentos el sonido se iba y la guitarra nunca se escuchó, los integrantes de la banda le imprimeron muchas ganas; divirtieron y arrancaron aplausos al público. Al final a la mayoría le gustó su propuesta musical posmoderna e irónica.

Antes de la actuación de Las Licuadoras, a Los Misoneros y Revolver les tocó calentar el entarimado con sus rabiosas y potentes/fresas -respectivamente- rolas. El sonido de estas bandas tampoco se pudo apreciar bien por el deficiente sonido de El Alicia, que por cierto cerrará sus puertas en febrero próximo.

Después salió el grupo debutante. La vocalista, Patricia Peñaloza, salió ataviada, al más puro estilo de Lorena Velázquez en sus ya famosas películas de culto de invasiones de extraterrestres sesenteras: con traje galáctico cutrísimo de color rojo, con vivos plateados hechos con papel aluminio y peinado de época victoriana; los otros tres integrantes de la banda, bateria y guitarra, músicos invitados, fueron más discretos. Cantaron cinco rolas: Ramillete de espinas, Trepar pa'rriba, Aldea global, Plasta y una instrumental.

Alejandro Marcovich se dejó caer para ver el debut de la banda, y se le preguntó:

-ƑQué le pareció la actuación de Las Licuadoras?

-šQué es eso!

-El grupo que acaba de tocar. Entiendo que Las Licuadoras te invitaron.

-šAh!, estuvieron muy chistosos; es una lástima que no se escucharon bien, pero tienen ángel.

El War Pig, baterista de Lost Acapulco, mencionó: "Llegué tarde, en la última rola; pensé que estaban provando el sonido, pero ya acabó. Espero ver el video".

También por ahí estuvo el crítico de rock, director de la revista La Mosca, Hugo García Michel, quien no pudo dar su opinión sobre Las Licuadoras porque tenía la garganta cerrada.

El bajista y arreglista de la banda debutante, Diego Elgarte, mencionó: "Salió chido, pero hubiera salido mejor con un poco más de preparación".

-ƑQué son Las Licuadoras de Morquecho?

-Es el símbolo del inicio de la era esp la-licuadora-2-jpg acial y de la liberación femenina, cuando se pensaban que los electrodomésticos podían liberar a la mujer y a la vez nos describe como somos, una mezcla de estilos: electrónico, hard rock, bossa nova, punk, trip hop y jazz.

Después Diego, precisó: "Bueno también nos encontramos un vinil de un señor llamado Morquecho, que lanzó unos discos instrumentales a mediados de los cincuenta y los sesenta; si ves el disco te explicas perfectamente los que son Las Licuadoras de Morquecho como grupo, porque los sesenta fueron una locura".

Por su parte la cantante y compositora, Patricia, al término de su actuación agregó: "No somos un grupo que se pensó a partir de un estilo específico de música, no tenemos canciones del mismo género; la idea de las letras es que al escucharlas se entienda que el eje es la ironía interesada en el lenguaje".

"Nos da mucha güeva decir: muera el pinche gobierno, malditos asesinos; no nos late vestirnos con el dolor ajeno, el de los indígenas o la clase obrera. Más que nada, nos interesa divertirnos mucho, pero no por eso ser bobos, zonzos o superficiales. Sí tenemos una preocupación social y lo queremos compartir con el público de forma irónica, crítica y divertida; creemos que es mejor usar la hilaridad a que nos la pasemos diciendo puto-puto-puto o mierda-mierda-mierda, que es divertido, pero nosotros no estamos en esa onda", precisó Patricia.

Después siguieron El Yucatán a Go-Go, el grupo de surf para niños, y Los imposibles; el primero regaló calaveritas de dulce por la proximidad del Día de Muertos y a los segundos los corrió el ingeniero de sonido poniéndoles música antes de que terminara su actuación; tampoco se disfrutaron, pues ocurrió lo mismo que con las anteriores bandas.

Por último apareció el estelar de la noche: Lost Acapulco, que prendió a la gente al pisar el escenario y dar los primeros guitarrazos y batacazos.Al terminar su actuación, los asistentes pidieron otra. Entonces, Nacho Desorden, bajista, evidentemente molesto, se dirigió al público y señalando al ingeniero de sonido dijo: "A mi no me digan, díganle a ese puto que está ahí". El irasible público volteó hacia la cabina y, además de procacidades, le arrojó las calaveritas de azúcar que le había regalado El Yucatán. Así terminó la tocada Invazónica.