MARTES 31 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Astillero Ť

Ť Julio Hernández López Ť

Fernando Gutiérrez Barrios ha muerto cuando más falta hacía. Para empezar, porque su testimonio único ya no podrá hacer luz en los sótanos de la policía política en los que durante décadas fue conocido como un hombre de mano de hierro envuelta en guante de seda. Además, porque era referente (gurú) y promovente (padrino) de personalidades, grupos y corrientes que hoy viven el desamparo del poder, viendo cómo han perdido el norte de su brújula, Los Pinos, y cómo están perdiendo ese pegamento de complicidades llamado PRI.

Gutiérrez Barrios que es decir Luis Echeverría, o Manlio Fabio Beltrones, o Mario Acosta Chaparro, o Javier García Paniagua, o Miguel Nazar Haro, o inclusive Roberto Madrazo Pintado. Gutiérrez Barrios que es decir la Dirección Federal de Seguridad, la secretaría de Gobernación. Gutiérrez Barrios, don Fernando, el hombre leyenda, el amo y señor de la información convertida en poder.

Las bellas formas de la terrible represión

La muerte de Gutiérrez Barrios significa, pues, un fuerte golpe a una corriente política en desventaja. Durante décadas se tejieron lazos de identidad entre policías, militares y políticos civiles que permitieron la estabilidad del régimen priista. La represión política selectiva y los mecanismos de mediatización fueron ejercidos por esas manos férreas enfundadas en seda. La fuerza del Estado tenía, con personajes como el veracruzano, discurso político, formas y proyecto. No eran tan sólo las mazmorras, el secuestro, la desaparición, la tortura y el asesinato sino también el oficio político, la suavidad de las formas de trato, los puentes de plata para los disidentes, la conversión de opositores en confidentes.

Un país empresa sin memoria

Esa etapa oscura de México pretende ahora ser borrada de la agenda de la discusión nacional. Convertidos en un país-empresa por obra y gracia del voto útil del 2 de julio, los mexicanos nos encaminamos a convertir la historia patria en asunto de inventarios, estados financieros, dictámenes contables y recuento de utilidades. La memoria histórica, pues, quedaría atrás, con esas fechas nostálgicas de un pasado enterrable, como el 2 de octubre, las luchas guerrilleras y la insurgencia política y social. Don Fernando, y sus compañeros de gesta, como Nazar Haro, Acosta Chaparro y José Antonio Zorrilla, entre otros, pretenden aparecer ahora como héroes nacionales, como épicos defensores de la estabilidad nacional a costa de ensuciarse las manos de rojo.

Los Cavallos mexicanos

Llama a escándalo a los mexicanos el que en Argentina puedan andar en libertad absoluta personajes como Ricardo Miguel Cavallo, uno de los miles de torturadores y asesinos de hombres y mujeres condenados sólo por pensar de manera distinta a la de los mandos militares apropiados del poder. Pero les parece absolutamente natural que personajes como Gutiérrez Barrios, Nazar, Acosta Chaparro y otros similares vivan tranquilos, gozando de libertad, algunos de ellos inclusive gozosos en sus carreras políticas de éxito, sin que nadie les llame a cuentas y les reclame por los desaparecidos, los torturados, los masacrados, los asesinados en los años difíciles de la historia mexicana reciente.

Arbitro de pelea arreglada

Desde luego, con el hombre que también fue director de Caminos y Puentes Federales se va una parte del priísmo histórico, tradicional. Tan respetada fue la figura del veracruzano, que se le nombró árbitro de la contienda interna del PRI el año pasado, cuando se necesitaba un hombre que con cuidado hiciera ganar a Francisco Labastida simulando una pelea con Roberto Madrazo, a cuyo final el tabasqueño se dejaría caer cuando en apariencia la llevaba ganada. Gutiérrez Barrios tenía la confianza de Madrazo, y con tal prenda el arbitro fue capaz de desarrollar el libreto de Los Pinos de tal manera que al final la contienda arreglada pareciera verídica.

Los deudos

Hoy, con Gutiérrez Barrios desaparece la posibilidad de tener el testimonio único, privilegiado, de un operador experto en los mecanismos de represión política de nuestra nación. También se ha ido el único personaje activo del viejo priísmo que tenía un capital político fuerte --había ganado la senaduría por mayoría de Veracruz este año. Habrá qué ver lo que sucede con sus deudos: con los generales metidos en el narcotráfico (enredos, estos, conocidos e históricos: el pago no escrito para los represores políticos, para las brigadas blancas, era la impunidad en la comisión de delitos como el robo de automóviles, la protección al comercio de drogas y otros rubros igualmente productivos), pero también con los políticos con cuerda por delante, esos miembros de la temible nomenklatura de corte echeverrista a la que en sus pesadillas culpa Carlos Salinas de todos sus males.

šBono o muerte, cobraremos!

Tal como se preveía, el gobierno federal y los líderes oficialistas de la burocracia no pudieran hacer nada efectivo para impedir que en todo el país se diera una manifestación de fuerza de quienes exigen el pago de un bono sexenal. Anoche, luego de un día de intensas protestas que desde luego fueron ajenas a su voluntad, el líder formal de la burocracia, Joel Ayala, dirigente de la FSTSE, aseguró que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público busca el resquicio legal por el que pueda pagar el exigido bono. Se darán, según eso, unos tres mil pesos a cada trabajador, y el anuncio se hará esta misma semana, asegura el citado presunto líder a quien habrá qué ver si le creen sus también presuntos representados. Mientras tanto, Gurría, el siempre ocurrente Gurría, será citado, con carácter de urgente, ante una comisión de la Cámara de Diputados, para explicar las razones por las cuáles el gobierno se niega a pagar tal bono.

El asunto no es sencillo: el presidente de la República no está autorizado por el congreso federal para hacer ese pago extraordinario, y si bien ya violó la legalidad al entregar al equipo foxista millones de pesos para pagarles sueldos oficiales cuando todavía no son funcionarios, ahora se ha topado con la exigencia militante de un gremio que considera que la tradición hace obligatoria la entrega de bonos similares a los recibidos en ocasiones anteriores (de la elección de Carlos Salinas para acá, cuando así se estimuló a la burocracia para que bien recibiera el ascenso del hijo putativo --así se dice-- de Agualeguas).

Por lo pronto, las movilizaciones están demostrando como nunca que el control tradicional de las élites sindicales charras está pasando a poblar el panteón del viejo régimen. Tal liberación parece en principio plausible, siempre y cuando tras ella no estén intereses reciclados de ese viejo priismo que ahora encuentra redituable el ejercicio opositor. Por sus prácticas los conoceréis. Y, hasta ahora, el movimiento de los burócratas federales parece genuino.

Astillas: Vamos a ver qué gestos unilaterales hace el Ejército Mexicano luego que Vicente Fox anunció a Kofi Annan, secretario general de la ONU, su "disposición a realizar gestos, bajo ciertas condiciones, ciertos gestos unilaterales en lo tocante a las Fuerzas Armadas, de prosperar dichas negociaciones", según anunció ayer en Nueva York el sonrientemente reaparecido Jorge Castañeda, cuyos bonos en la bolsa de valores foxista parecen estar de nuevo al alza después de semanas de incertidumbre y altibajos...

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