Lunes en la Ciencia, 30 de octubre del 2000
Preocupa el posible uso negativo de este conocimiento
Implicaciones éticas del Proyecto Genoma Humano
Jorge Gastélum
En los dos últimos meses ha sido muy divulgada la expresión genoma humano.
Pero, Ƒqué es el genoma humano? Suena como a genética, pero no es exactamente genética; va más allá. La genética es la ciencia que estudia los principios de la herencia, a partir de la enunciación de las leyes de Mendel, en 1886. Unos años antes, Johann Miescher había descubierto el ácido nucleico, después llamado ácido desoxirribonucleico (ADN).
Ya en el siglo XX, Archibald Garrold encontró que los genes están hechos de ácido nucleico, y Thomas Morgan estableció que los genes están en los cromosomas, a su vez en el núcleo de las células, en forma de filamento, y que cada especie dispone de un número -válgase- específico de cromosomas (las células humanas contienen 23 pares, excepción de las reproductoras, que tienen la mitad). En 1953, Watson y Crick describieron la estructura del ácido nucleico como una doble hélice formada por moléculas de azúcar y fosfato, y cuatro bases distintas, denominadas guanina, citosina, timina y adenina.
Un gen es la unidad básica de la herencia y un cromosoma la estructura en que están asociados los genes, el material genético hereditario. Genoma es una combinación de las palabras gen y cromosoma.
Tal vez el proyecto de investigación más importante de la historia es el Proyecto Genoma Humano (PGH), concebido al principio para entender las mutaciones genéticas y después para encontrar la causa y eventualmente la cura de las 6 mil enfermedades hereditarias conocidas hasta ahora.
El PGH estaba originalmente pensado para ser terminado en el año 2005, pero es muy posible que esté acabado antes, en 2003. El 26 de junio pasado, científicos ingleses, estadunidenses, japoneses, chinos, franceses y alemanes divulgaron el mapa de 97 por ciento del genoma humano. Bill Clinton lo describió como el aprendizaje "del idioma con el que Dios creó la vida".
Para 2001 ya se habrá obtenido 99.9 por ciento de las determinaciones buscadas, pero es el 0.01 por ciento más importante es el que estará listo hasta el año 2003. No falta mucho, sin embargo.
Hoy ya se sabe, por ejemplo, que el cáncer de próstata y el mal de Alzheimer están determinados por genes ubicables en el cromosoma 1; que el cáncer de colon está determinado por el gen MSH2 del cromosoma 2; que el cáncer de pulmón está determinado por un gen del cromosoma 3; que la clave del mal de Parkinson está en un gen del cromosoma 4; que la explicación génica de la calvicie está en el cromosoma 5; o de la epilepsia en el cromosoma 6; o que la diabetes se explica por el gen GKC del cromosoma 7; en fin, los 23 cromosomas humanos están estudiados ya.
Pero, Ƒes posible un uso no necesariamente científico de este conocimiento?
Las siguientes preguntas ilustran esa posibilidad:
ƑCuáles serán las políticas de las compañías aseguradoras cuando puedan predecir la expectativa de vida de sus potenciales asegurados?
ƑUn patrón rechazará a un trabajador al conocer su propensión a alguna enfermedad?
ƑLos posibles contrayentes estarán obligados a revelar su intimidad génica como condición para contraer matrimonio?
ƑSerá ético eliminar en individuos el gen de la violencia?
ƑEs patentable esta información? Ƒes posible aprovecharla con fines de lucro?
Las concebibles respuestas dependen de una nueva ciencia en el horizonte: la genómica; pero otra parte de las respuestas está en disciplinas como la ética y en sus combinaciones actuales.
Hoy empieza a surgir una creciente preocupación por la posible utilización negativa de este conocimiento.
Usted debe estar enterado, porque la ciencia está cada vez más entre nosotros.
El autor labora en el Centro de Ciencias de Sinaloa