Lunes en la Ciencia, 30 de octubre del 2000



Dilemas de la genética

Molly, la pequeña de seis años afectada por una enfermedad genética y que había recibido las células de su hermano, concebido en probeta para salvarla, se recupera con éxito, informó el jueves el centro médico de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis, y hace resurgir el interés por el empleo de embriones para la investigación, una técnica muy criticada por razones científicas y éticas.

"Tenemos la prueba que el transplante de células del donador ha funcionado", declaró John Wagner, uno de los médicos encargados de la intervención. "La evolución de la paciente es mejor de la que esperábamos", declaró en una conferencia de prensa realizada hace varios días.

La madre de los niños, Lisa Nash, está feliz por el estado de salud de Molly, que podrá salir del hospital en una semana. El doctor Wagner está satisfecho por el resultado de la operación efectuada el 26 de septiembre pasado.

Hace falta "tener una actitud responsable frente a la investigación de embriones", dijo el médico, pues esto daría "ventajas reales" a los enfermos.

Molly estaba condenada a muerte. Jack y Lisa Nash, sus padres, acudieron a genetistas de Chicago y realizaron una fertilización in vitro para producir varios embriones.

Tras una serie de diagnósticos genéticos, un embrión sin el gen defectuoso de Molly, responsable de su enfermedad, fue seleccionado, permitiendo el nacimiento de Adam en agosto.

El doctor Yury Verlinsky, director del departamento de genética y procreación del Instituto de Chicago, donde fue seleccionado Adam, defendió la experiencia. Aseguró: "Esta técnica nos da la posibilidad de prevenir una tasa de enfermedades mortales en los niños por medio de transplantes venidos de embriones sanos (...) Podemos ayudar a millones de niños".

Sin embargo falta "tener una actitud responsable frente a las investigaciones sobre los embriones", admite el doctor Wagner. Pero "también debemos admitir que ellas... pueden presentar reales ventajas" para los enfermos, declaró.

Tras haber dudado por mucho tiempo la autorización de los trabajos sobre embriones en los establecimientos financiados por fondos federales, Estados Unidos decidió en el verano pasado alentar la investigación científica sobre el clonaje de células y tejidos embrionarios. Pero la iniciativa se mantiene bajo estricto control para evitar abusos éticos. (Afp)


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