LUNES 30 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Alcanzan 28 mil mdd los envíos de trabajadores en seis años: BdeM


Remesas de migrantes equivalen a 83% de la inversión de EU en México

Ť Casi 80% de recursos que llegan a familias, para consumo básico, calcula el INEGI

Alonso Urrutia Ť Durante los últimos seis años, las remesas de dinero enviadas por los mexicanos que trabajan en Estados Unidos equivalen a 83 por ciento del total de la inversión de ese país en México. En ese lapso, periodo de vigencia del Tratado de Libre Comercio, el capital estadunidense invertido aquí alcanzó los 33 mil 676 millones de dólares, en tanto que las partidas enviadas por los connacionales se ubicó, en ese periodo, en 28 mil 19 millones de dólares.

Inclusive, en 1998, las partidas de mexicanos enviadas a nuestro país superaron la inversión de Estados Unidos, pues por este rubro México captó 5 mil 653 millones de dólares, contra los 4 mil 856 millones de dólares de capital estadunidense, según estimaciones oficiales del Banco de México sobre el flujo de divisas.

En contraste, el desglose del uso que le otorgan los familiares a esos recursos enviados desde Estados Unidos es fundamentalmente de subsistencia: casi 80 por ciento del dinero que llega a México es utilizado para el consumo básico; 16.5 por ciento para vivienda y sólo 1.7 por ciento es canalizado para inversión productiva, según se desprende de análisis realizados por el INEGI.

Dentro de este intenso flujo de recursos, las empresas responsables del envío de dinero continúan un negocio en auge. Con un promedio de ganancia de 12 por ciento, tan sólo por el costo del envío -según el subsecretario de Población y Servicios Migratorios de la Secretaría de Gobernación, José Angel Pescador-, dichas empresas habrían obtenido en ese periodo, alrededor de 3 mil millones de dólares, independientemente del bajo precio que pagan por el dólar, pues lo consiguen con casi un peso de depreciación respecto a la cotización en el mercado.

Para Pescador Osuna, este lucrativo negocio afecta a uno de los sectores más marginados de la población, pues quienes migran son los más "depauperados". El 60 por ciento del mercado de envíos está controlado por sólo dos empresas -Money Gramm y Western Union-, que prácticamente funcionan sin regulación alguna en su operación.

Dólares para la subsistencia

El primer año de vigencia del Tratado de Libre Comercio, las empresas de Estados Unidos invirtieron en México 4 mil 868 millones de dólares y las remesas de connacionales fueron 3 mil 694 millones de dólares, 75 por ciento con relación a la inversión. Esa proporción bajó a 68.65 por ciento en el año de la crisis mexicana, pero a partir de entonces ha habido una recuperación sostenida, con excepción de 1997, cuando registró otra baja, según las estimaciones del Banco de México.

En 1996, las remesas equivalieron a 82 por ciento del total de la inversión de Estados Unidos; en 1997 fue de 67.87 por ciento, pero en el siguiente año, la situación cambió radicalmente, y en ese año las remesas superaron por primera vez a la inversión de Estados Unidos y representaron 116 por ciento, en tanto que en 1999 la proporción fue de casi 94 por ciento.

Un análisis comparativo del sexenio con respecto al total de la inversión extranjera en México señala que las remesas de los connacionales representaron ingresos equivalentes a 50 por ciento del total de capital invertido en nuestro país. En ese lapso, se captó 55 mil 868 millones de dólares frente a los 28 mil 19 m migrantes-4 illones de dólares de remesas.

México ocupa en la actualidad el primer lugar en Latinoamérica y se ubica dentro de los cuatro países que, a nivel mundial, reciben mayores ingresos por la transferencia de recursos por este concepto, señalan reportes del Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, Pescador Osuna sostiene que esas cifras corresponden a las remesas registradas "pero puede ser mucho más", toda vez que existen otros envíos no registrados.

"Los recursos enviados constituyen -dice el funcionario- una fuente fundamental para cerca de 220 municipios, en algunos de los cuales, los presidentes municipales reconocen que reciben más dinero por concepto del envío de los paisanos, que por el presupuesto que oficialmente se les otorga".

Hay municipios en Jalisco o Zacatecas que captan unos dos millones de dólares enviados por los connacionales y tienen partidas presupuestales de 12 millones de pesos.

Pescador Osuna sostiene que las remesas tienen su efecto en el incremento del consumo en las localidades donde llegan y, por consiguiente, tienen un efecto multiplicador más allá de las familias que se benefician directamente de ellas.

Estudios de Gobernación señalan que "la inmensa mayoría de los recursos que envían los migrantes desde Estados Unidos a sus hogares o familiares en México se destinan al sustento, cubriendo o complementando los gastos requeridos para la satisfacción de las necesidades básicas de sus miembros (alimentación, vestido, salud, educación, transporte), a las vez de servir para la compra de distintos bienes de consumo duradero y, por otro lado, la segunda y más que lógica prioridad en el destino de las remesas es la vivienda, siendo muy reducida la porción de los envíos que se destina a inversiones productivas e incluso el ahorro.

Se calcula que 37 por ciento de los recursos es dirigido a poblaciones menores de 2 mil 500 habitantes, estimándose que en total, alrededor de 1.1 millones de hogares reciben de alguna manera beneficios del trabajo de los mexicanos en Estados Unidos.

Las cifras indican que entre la población rural, las remesas llegan a representar, en promedio, cerca de 60 por ciento de los ingresos de las familias, proporción que, en las familias que viven en localidades de más de 2 mil 500 habitantes, representa 51.2 por ciento.

Los estudios más recientes dan cuenta de que el promedio de recursos que reciben estas familias, cada trimestre, oscila entre 3 mil 700 y 4 mil 300 pesos, según las encuestas realizadas mas recientemente por el INEGI.

Aun en contra de los esfuerzos gubernamentales por tratar de abatir el elevado costo que cobran por envío, las empresas dedicadas a la transferencia de recursos de Estados Unidos a México operan prácticamente sin regulación, como lo reconoce el subsecretario de Población y Servicios Migratorios.

"Los costos se determinan por la oferta y la demanda", dice Pescador, quien señala que el gobierno mexicano ha buscado explicaciones de los pagos elevados que implican una doble ganancia -por un lado el costo del envío y, por otro, el hecho de que paguen muy por debajo de la cotización oficial del dólar-, pero "el argumento es simplemente que deben cubrir el costo del riesgo de una devaluación y por los montos que manejan".

Estas empresas, explica Pescador, tienen tres ventajas: la rapidez, la confianza de la gente y la red de distribución. Los connacionales tienen mucha desconfianza todavía en Telecomm porque anteriormente tardaba mucho y en ocasiones se perdían los envíos.

El subsecretario lamentó que una de las acciones que no pudo concretar este gobierno es precisamente no haber regulado este mercado de dinero, porque "incide en un ámbito de una gran significación social, pues las partidas están dirigidas principalmente a municipios y familiares con grandes carencias".

Las cotizaciones más recientes indican que Western Union cobra 30.26 dólares por cada 300 dólares que se pretenda enviar; Western Union, giro telegráfico, 21.46 dólares por cada 300 dólares; Money Gram cobra 27.61 dólares por 300 dólares; Bancomer, dinero seguro entre 26.3 y 28.3 dólares por cada 300 dólares.

Los costos por envío oscilan, en la mayoría de las empresas, entre 21 y 33 dólares, según la empresa que realice el envío, pero a eso hay que añadirle que "actualmente ellos pagan alrededor de 8.60 pesos por dólar, cuando la cotización general es de 9.6 por dólar. Es decir, casi un peso de menos que las empresas ganan.

Una persona que quiere mandar 300 dólares a México, paga el costo del envío y la compañía a su vez paga en México el equivalente a 265 dólares, es decir el costo del envío se eleva sustancialmente, dice Pescador.