LUNES 30 DE OCTUBRE DE 2000

Ť También el esquema de consolidación fiscal


Proponen diputados del PRD eliminar el régimen simplificado

Ť Posibilitan que grandes empresas evadan impuestos, afirman

Ť Clases medias, asalariados y Pemex, principales contribuyentes

Ciro Pérez Silva Ť El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados propuso la desaparición del esquema de consolidación fiscal y la derogación del régimen simplificado, figuras que han beneficiado a las grandes empresas y posibilitado la evasión de impuestos.

Dichas medidas, asegura la coordinación perredista de asesores en San Lázaro, incrementarían la recaudación fiscal en 60 mil millones de pesos, y ofrece una solución a la disyuntiva de ''ajustar'' el gasto en 35 mil millones de pesos o aumentar el déficit público, como prevé la coordinación económica del presidente electo, Vicente Fox Quesada, por la rigidez del gasto y el poco margen de acción que tendrá en materia de finanzas públicas.

Las fallas estructurales de la política tributaria son diversas, sostiene el documento elaborado por Mario di Costanzo, ya que la recaudación se ha recargado históricamente en las clases medias, los asalariados y Petróleos Mexicanos (Pemex), mientras desgrava a los grandes grupos corporativos que tributan en el régimen simplificado o las que utilizan el régimen de consolidación, ''que han servido como puerta para la elusión fiscal''.

A manera de ejemplo, el documento precisa que a pesar de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se ha negado a proporcionar de manera desagregada la información referente al origen de la recaudación por impuesto sobre la renta (ISR), afirma que la carga tributaria promedio por contribuyente para las personas físicas pasó de 31 mil 306 pesos en 1995, a 82 mil 323.2 pesos en 1999, es decir, creció 2.45 veces, mientras que la carga de las personas morales se incrementó en 2.2 veces.

Graves efectos, si se gravanalimentos y medicinas

La coordinación económica del presidente electo, Vicente Fox, ha señalado la necesidad de ajustar el gasto en alrededor de 35 mil millones de pesos, aun cuando ello necesariamente implicaría reducir el gasto prioritario, como es la inversión pública en Pemex, Comisión Federal de Electricidad (CFE) o bien el gasto social.

Como alternativa inicial ha sondeado la posibilidad de eliminar la tasa cero del impuesto al valor agregado (IVA) en medicinas y alimentos. ''Dicha medida tendría graves efectos sobre las clases más desprotegidas, empeorando con ello la ya polarizada distribución del ingreso, al mismo tiempo que continúa favoreciendo a los grandes grupos corporativos'', advierte el documento.

Por cuanto al IVA, el estudio reitera que se trata del impuesto más regresivo, ya que empeora la distribución del ingreso, mientras que la posibilidad que tienen las sociedades controladoras, o holdings, que poseen más de 50 por ciento de las acciones con derecho a voto de un grupo corporativo (y) de tributar en el esquema de consolidación fiscal, ''se presta a una cantidad de abusos ilimitada''.

Lo mismo sucede con el régimen simplificado, que permite reducir hasta en 50 por ciento el impuesto que pagan las actividades agropecuarias o de transporte de carga y pasajeros.

Disgusto en puerta

''De acuerdo con estimaciones del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda, la derogación de ambas opciones provocaría que cerca de 10 mil empresas incrementaran la recaudación fiscal en aproximadamente 60 mil millones de pesos, cifra muy superior al ajuste de gasto que propone el equipo de transición de Vicente Fox Quesada.

''Sin embargo, estas medidas implicarían un fuerte disgusto entre el presidente electo y sus amigos'', asevera el estudio.