DOMINGO 29 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Lourdes Galaz Ť
Burócratas a la calle
Ť Fox advierte que la bronca es de Zedillo Ť Y el Presidente ofrece una despensa de fin de año Ť En Los Pinos se dice que Carlos Salinas está detrás de las protestas Ť El Congreso, dispuesto a autorizar las compensaciones
Todavía no se terminaban la champaña a pico de botella, con la que celebraban la victoria del 2 de julio, cuando los asesores de Vicente Fox advertían que debían iniciar una reforma fiscal de inmediato, porque sus efectos tardarían entre cuatro y cinco años en sentirse. Y cuando Ernesto Derbez y Eduardo Sojo hicieron el anuncio y hasta revelaron que podrían desaparecer los regímenes fiscales especiales, fueron los directivos de las cúpulas empresariales, particularmente la Coparmex, los que recomendaron al presidente electo que pospusiera la reforma tributaria hasta el próximo año. "Así se garantiza estudiar el sistema fiscal para que los cambios sean a fondo". Y resulta que cuando los foxistas sacaron cuentas comenzaron las angustias. Y al presidente electo se le hizo bolas el engrudo. Ya había aceptado enviar hasta la primavera de 2001 la iniciativa. Y con todo y la irresistible tendencia de Fox a no admitir errores, a responsabilizar a terceros de las fallas discursivas (como todo político que se respete), esta semana dio reversa. Habrá reforma fiscal y se gravará a los ricos para beneficio de los pobres, advirtió. Y es que las miserias del país y los compromisos financieros con los deudores del exterior y de aquí mismo no dan margen de maniobra a la nueva administración.
Tampoco al sexenio que termina. Las protestas de los burócratas por la cancelación del "bono sexenal" y la estrategia de Los Pinos para desacreditar a los líderes de la burocracia y a los empleados públicos dan mucho qué pensar. Y piénsele: Zedillo responde que en el decreto del Presupuesto de Egresos 2000, el Congreso canceló -por iniciativa presidencial, claro- los estímulos económicos y todo pago o compensación especial a los servidores públicos, con motivo del término de la presente administración federal. La prestación había sido aceptada desde el fin del gobierno de López Portillo y favorecía sólo a los funcionarios de nivel medio y superior. Habría sido Carlos Salinas de Gortari quien, en un gesto por demás insólito, promovió que el bono sexenal también se le entregara a los trabajadores de base, con plaza sindical y agremiados en la FSTSE (así, entre paréntesis: quizás por eso desde Los Pinos se difunde la peregrina versión de que Salinas estaría detrás de las protestas de la burocracia, cuando el líder de la FSTSE, Joel Ayala, es el más zedillista de los paisanos del todavía residente de Los Pinos). Y bien, Zedillo decidió promover en el Congreso que se cancelaran las compensaciones de fin de sexenio. Con justa razón comenzaron las protestas. Dicen los tecnócratas que no hay presupuesto y que violarían un decreto del Congreso, cuando desvían recursos de otras partidas a la de servicios personales. Los burócratas se preguntan: Ƒse contempló en el presupuesto de 2000 la partida de más de 100 millones de pesos para los gastos y salarios de Vicente Fox y su equipo de transición... y hasta para costear tres días de celebraciones por la asunción del nuevo mandatario?
Desde Los Pinos se dio la orden al secretario de Hacienda para atender el asunto. José Angel Gurría ofreció: "como todos los años, el Ejecutivo federal reconoce el esfuerzo y trabajo del personal operativo. Y ha dispuesto otorgar un apoyo económico de fin de año, que consiste en el pago de $4,500 (cuatro mil quinientos pesos) en vales de despensa, que permitan al personal de estos niveles atender las necesidades y compromisos que se presentan en este periodo del año. Este apoyo representa un gran esfuerzo para el erario federal, y se puede llevar a cabo gracias a los ahorros en gasto corriente que generaron durante el presente ejercicio fiscal las dependencias del Ejecutivo federal...". Nada de aguinaldo de 90 días-salario, mucho menos compensaciones de fin de sexenio. No hay recursos. Zedillo sólo regala la cena de fin de año. Bien podría ser "la última cena"... el 2001 serán indigentes, desempleados. Como aquí le comentamos, a partir del primero de diciembre, los nuevos dueños del poder "podrán disponer de unas mil 700 plazas de confianza de alto nivel", informa la Secretaría de Hacienda. Se incluye en esa plantilla a directores generales, jefes de unidad, coordinadores, oficiales mayores, subsecretarios y secretarios de Estado. Como se trata de una transición pactada no se esperan presiones presupuestarias (ni políticas) en el cambio de mandos. Está claro que -puntualiza la oficina de José Angel Gurrría- "los empleados de confianza están expuestos a la rotación y el despido, sin que ello represente problema ni incrementos en el gasto presupuestado".
Para salud de la República, en el Congreso de la Unión se estudian soluciones al conflicto de la burocracia, que podría ir al paro en este tan aterciopelado cambio de régimen. Ya senadores de PRI y PRD votaron en favor de una excitativa al jefe del Ejecutivo para que busque -y encuentre- mecanismos legales para otorgar el bono sexenal a los servidores públicos. Están claros los legisladores que el famoso bono "es obligatorio". Si es una costumbre es fuente de derecho, señala la Ley Federal del Trabajo. Los senadores ya dieron la pauta: tan fácil como enviar una iniciativa al Congreso para que apruebe una partida especial para servicios personales. En el decreto del Presupuesto de Egresos 2000 se encuentran mecanismos y recursos que existen en los excedentes de los ingresos petroleros no presupuestados, por ejemplo. Ya el legislador panista Fauzi Hamdan, presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores, quien además es uno de los que, como diputados, participaron en el análisis y dictamen de la iniciativa de diciembre de 1999 que ahora invoca Zedillo para no pagar los bonos sexenales, propone una solución. Igual que en el artículo 54 del decreto presupuestal se establece que no se pagarán bonos sexenales, en el 52 del mismo se faculta al Ejecutivo para dar compensaciones de rendimiento y productividad. "Ahí podría insertarse esta demanda de los servidores públicos", sugiere el senador panista. ƑQué opina de esto Vicente Fox? Sin más, declara que el bono sexenal es un asunto que compete a Zedillo. Aunque dice que se trata de un estímulo que algún gobierno otorgó a la burocracia, "sin tomar en consideración que no todos los trabajadores de México reciben bonos por fin de sexenio". Sea como sea, el conflicto está en la calle.
En 3 tiempos
Ť ƑNovatada o línea, la del presidente del TEPJF?
Ť Con recursos del INAH promueven a posibles sucesores de Franco
Ť Los salinistas, felices... tendrán aliado en Washington
Resulta que Fernando Ojesto, nada menos que el nuevo presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el órgano que debiera dar el fallo definitivo e inapelable de la elección de gobernador en Tabasco, ya opinó sobre el conflictivo proceso. Sin más, el magistrado presidente opinó que de acuerdo con versiones y con base en informes de observadores electorales ("hubo muchos observadores nacionales y extranjeros", dice Ojesto) los comicios habrían sido "normales...". Más aún, considera que las inconformidades planteadas por los opositores al PRI obedecerían a una estrategia para descalificar políticamente el resultado de la elección. Y advierte que si el caso llega al Tribunal Electoral "se resolverá con apego a derecho". Ni tardos ni perezosos, los del PRD de Tabasco calificaron como "una marranada, como dijera Vicente Fox", lo dicho por el magistrado Fernando Ojesto. Puntualizaron que al avalar la elección sin contar aún con la impugnación ante el TEPJF, cuando aún hay un término de 45 días para emitir un fallo, el magistrado da pauta al PRD para demandar un juicio político en su contra.
Aunque no lo crea, los administradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia sostienen que éste "dejó de tener impacto en el ámbito cultural", para convertirse en "una institución de influencia económica y política", por las millonarias inversiones que dicen se autorizan (Ƒse realizan?) en proyectos de investigación (sic), restauración y conservación del patrimonio histórico. De ahí que la dirección del instituto se promueva como uno de los puestos más atractivos en el medio cultural. Será por eso que la alta burocracia del INAH está promoviendo reportajes y artículos en ciertos medios para denostar a reconocidos historiadores, antropólogos o arqueólogos, y promover a otros personajes, algunos de ellos funcionarios de la actual administración. Y así, resulta que se impulsa a Luciano Cedillo (Ƒserá o no socio de Jorge Díaz Cuervo, el coordinador administrativo?), que ahora funge como director del Museo Nacional de Historia. También a Sergio Raúl Arroyo, actual secretario técnico a las órdenes de Teresa Franco.
Aunque usted no lo crea, el texano George W. Bush ya superó en las encuestas al todavía vicepresidente Albert Gore. Y por acá, los cercanos a Carlos Salinas de Gortari han lanzado las campanas al vuelo, pues advierten que en enero tendrán un socio en la Casa Blanca. Los últimos sondeos dan ya como virtual ganador al gobernador de Texas. Este fin de semana, la Comisión Federal de Elecciones reitera que cada candidato contó con 67.6 millones de dólares aportados por el gobierno para sus campañas. Nada que ver con los gastos de las presidenciales mexicanas. Y a nueve días de los comicios, el órgano electoral asegura que con los donativos privados que recibió Bush, todavía tienen para gastar 18.1 millones de dólares en la recta final. En tanto, su adversario sólo tiene 14.7 millones de dólares para ese fin, pues invirtió un promedio diario de un millón de dólares en las últimas dos semanas... La suerte se decide el 7 de noviembre.
Ť Ilustraciones: Rictus /Serie: Calaveras y diablitos
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