DOMINGO 29 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Ordenó hacerlo subsecretario pese a su mala fama
En 1990 Carlos Salinas impuso a Giordano en la Contraloría
Ť Rechazó al candidato de Vázquez Nava e ignoró sus quejas
Ť Su hermano Raúl reclamó a la ex funcionaria por investigarlo
José Galán Ť Cuando en una noche de enero de 1990, María Elena Vázquez Nava visitó la residencia de Los Pinos para presentarle un probable candidato a ocupar la subsecretaría A de la Contraloría, que había dejado vacante Enrique del Val Blanco, el entonces presidente Carlos Salinas la frenó: "a tu candidato le damos otra comisión pero no la subsecretaría". El compromiso era colocar a Salvador Giordano, íntimo de Raúl Salinas de Gortari.
"Te pido, Carlos, que no lo nombres. Tiene muy mala fama. Si me das un par de días te traigo toda la información", insistió la entonces titular de la Secretaría de la Contraloría. No fueron dos, sino cinco, los días que tardó en elaborar y presentar las tarjetas con la información que resumían la relación Salvador Giordano-Raúl Salinas de Gortari, y la gran cantidad de quejas en contra de ellos. El presidente las recibió, las hojeó y, aun así, ordenó: "no importa, dale posesión a Giordano mañana".
Las tarjetas detallaban compras y contratos en alimentos y construcciones con serias irregularidades. Los malos manejos arrojaban cantidades que ahora, se presume, alimentaron las más de 250 cuentas bancarias de Raúl y sus prestanombres en México y el extranjero, descubiertas a raíz de las indagaciones de la PGR sobre el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu.
Esta es la investigación que ha reiniciado la PGR sobre Raúl, ya que existe la probable comisión de delito no sólo por parte del "hermano incómodo" sino también del propio ex presidente.
Incluso, existe una averiguación previa abierta sobre el asunto por asambleístas del PRD en diciembre de 1995, ante la Procuraduría, que manejaba entonces el panista Antonio Lozano Gracia, con el número 102268/DO/95, y que ha sido desempolvada a raíz de la grabación de la conversación telefónica entre Adriana y Raúl Salinas de Gortari dada a conocer en televisión por el periodista Joaquín López Dóriga.
Razones de la ex contralora
Según las anécdotas de ese hecho, ante la insistencia presidencial de nombrar como subsecretario de la Contraloría a Salvador Giordano -actualmente prófugo de la justicia federal, acusado de peculado y malversación de fondos-, la contralora Vázquez Nava todavía intentó presentar objeciones. Y consiguió que Giordano fuera nombrado subsecretario B. Al frente de la subsecretaría A quedó Luis Vázquez Cano.
Días después, Vázquez Nava conoció en carne viva la ira de Raúl, quien se presentó en sus oficinas con las mencionadas tarjetas en la mano para reclamarle a la funcionaria su proceder y hacerle saber que su acción "sería tomada muy en cuenta". Testigos del hecho recordaron que se trató de un Raúl "muy agresivo, altanero y prepotente". Con eso fue suficiente. Ninguna queja, ninguna investigación o denuncia interpuesta ante la Contraloría en contra de Raúl procedió. Salvador Giordano hizo bien su trabajo. Y ahora se ha reiniciado su búsqueda en el extranjero con carácter de "urgente" a pedido de la Interpol-México.
Hasta ahora no hay rastros de ninguna declaración patrimonial de Raúl Salinas de Gortari en la Secretaría de la Contraloría, que ahora es responsabilidad de Arsenio Farell Cubillas, quien fungió como secretario del Trabajo en el sexenio salinista. Sin embargo, de acuerdo con fuentes judiciales, el expediente sobre Raúl, "muy bien documentado, un grueso legajo", fue integrado y hasta ahora nadie sabe de su paradero. "Quizá esté en una caja de seguridad en el extranjero", añadió una fuente.
Reveló que María Elena Vázquez Nava no será la única ex funcionaria en ser citada a declarar por el Ministerio Público federal. Existe una lista de probables testigos y declarantes que incluye a Ignacio Ovalle Fernández, quien fungió como director de Conasupo en la era de Raúl, y quien ya ha debido enfrentrar el análisis de su gestión a través de la llamada Comisión Conasupo, creada por legisladores de todos los partidos en la Cámara de Diputados en diciembre de 1995 para investigar precisamente los secretos de Raúl Salinas de Gortari.