SABADO 28 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Sin avance, la negociación del bono entre líder de la FSTSE y autoridades
Amenazan burócratas con paro nacional y megamarcha, el lunes
Ť Ayer, caos vial y manifestaciones al margen de dirigentes Ť Confía Joel Ayala en pronta solución Ť Se reunió con los secretarios de Hacienda y de Gobernación Ť La respuesta, el fin de semana, dijo
Fabiola Martínez y Mireya Cuéllar Ť Decenas de miles de trabajadores al servicio del Estado salieron por segundo día consecutivo a las calles para "luchar" por el bono sexenal y aguinaldo de 90 días. La movilización, que desquició vastos sectores de la ciudad, fue preludio de lo que puede ocurrir la próxima semana -los oficinistas anuncian un paro nacional y una "megamarcha"-, en tanto que la reunión entre el gobierno federal y la directiva de los sindicatos de burócratas concluyó en otro desencuentro.
Después de cabildear a puerta cerrada en la Secretaría de Gobernación, funcionarios y dirigentes salieron por la noche con las manos vacías: "No se ha resuelto nada... todavía", dijo un vocero de la FSTSE.
La revuelta rebasó las previsiones de la cúpula del sindicalismo oficial. Esta vez los trabajadores no esperaron la consigna de sus líderes. Se corrió la voz de escritorio en escritorio y de oficina en oficina, y salieron a bloquear las calles aledañas a decenas de dependencias.
Por la tarde se intentó negociar un acuerdo económico en Bucareli. El senador y dirigente de los trabajadores al servicio del Estado, Joel Ayala, se reunió con los secretarios de Hacienda, José Angel Gurría, y de Gobernación, Diódoro Carrasco, a fin de encontrar una salida al conflicto. Sin embargo, a las 20:30 se disolvió el cónclave sin acuerdo alguno.
Rebelión espontánea
Los trabajadores contaron sólo con cartulinas y carpetas para escribir sus consignas. Algunos, como los de la Secretaría de Salud, portaron moños de color rojo, y otros se reunieron en asambleas para definir las acciones que realizarán en los próximos días, en caso de que el gobierno federal no autorice el pago de fin de sexenio, mismo que, por "usos y costumbres", se otorga desde los tiempos de José López Portillo.
Los empleados de diversas dependencias señalaron que participarían en la marcha del lunes, aun sin saber que esta convocatoria fue emitida por otros dirigentes nacionales, quienes son opositores, incluso, a sus representantes.
Los trabajadores del Infonavit informaron que su propio dirigente nacional había solicitado a la administración del Fovissste levantar actas en contra de las personas que participaron en la asamblea matutina.
"Primero nos convocan a la lucha y después solicitan que las autoridades sancionen a quienes, según ellos, estaban agitando a la gente. Eso no se vale, porque los trabajadores están dispuestos a dar la batalla por el bono, y si nuestros líderes no quieren acompañarnos, pues serán rebasados", comentó Marcos Fuentes, trabajador del Fovissste.
A la movilización, bloqueos de calles y avenidas se sumaron empleados de las secretarías de Salud, Medio Ambiente y Agricultura, así como del Instituto Nacional de Ecología y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
Asimismo, los trabajadores sindicalizados del Senado de la República se sumaron a la protesta que llevan a cabo los servidores públicos, y advirtieron que también iniciarán movilizaciones, e incluso paros de labores, a partir de la próxima semana, en caso de que no sea atendida la demanda de otorgarles el bono sexenal.
Durante un plantón que realizaron conjuntamente con trabajadores de la Secretaría de Salud, el dirigente sindical del personal de base de la Cámara de Senadores, Saúl Pérez Peñaloza, aclaró que no se trata de una rebelión contra el Presidente de la República, sino de un reclamo de justicia.
Otros burócratas, como los de las instituciones del Poder Judicial y de la Procuraduría General de la República, no pudieron salir de sus oficinas por las disposiciones legales que prohíben la ausencia en sus centros de trabajo.
Los empleados de Agricultura, quienes encabezarán la marcha de protesta del próximo lunes, manifestaron que el bono sexenal "no es un capricho, sino un reclamo justo, porque ya estamos hartos de que nos pidan que nos apretemos el cinturón".
Desde muy temprano, minutos después de deslizar su tarjeta en el reloj checador, unos 200 empleados de la Secretaría de Hacienda, de la oficina de recaudación en Hidalgo 77, clamaban por su bono, por lo que decidieron bloquear parcialmente esta calle, al igual que los trabajadores de otras secciones de esta dependencia, en pleno Insurgentes Sur.
Son los empleados que recaudan los impuestos, las secretarias que por reglamento no pueden ir "mal vestidas", los administrativos que "auditan" empresas y que perciben sueldos quincenales cercanos a los mil 500 pesos.
Quizá por ello su repudio lo canalizan contra las gratificaciones y bonos frecuentes que, aseguran, reciben sus jefes, los mandos medios y superiores, aquellos que "sólo se dedican a firmar papeles y por la tarde juegan solitario en sus computadoras", dice este grupo de empleados de Hacienda, quienes no aceptan que los llamen burócratas, como sinónimo de flojos, corruptos o malencarados con los contribuyentes.
Pasado el mediodía, aun con la avenida bloqueada, se apareció por ahí un "enviado" de su dirigente nacional, Armando Cervantes, para aconsejarles que todas las acciones de protesta tendrían que ser en el marco de la ley, y que, en este sentido, no era "prudente" bloquear calles: "Tenemos que esperar el resultado de la negociación que encabeza la FSTSE y el punto de acuerdo del Senado", repetía el delegado sindical.
No somos burla de nadie
"La decisión (de parar) la tomamos nosotros, no somos burla de nadie; ahora resulta que ni bono ni nada, mientras que nuestros jefes no hacen nada en la tarde, traen carro, chofer, vales de gasolina, asesores, y nosotros aquí, pidiendo que se nos haga el favor de darnos un estímulo económico, šeso no es justo!", expresó una secretaria del Sistema de Administración Tributaria.
En tanto, los médicos y enfermeras de la Secretaría de Salud se sumaron ayer a las movilizaciones que el jueves iniciaron los administrativos. El personal de los institutos nacionales de salud y de los hospitales ubicados en el sur de la ciudad se reunió en la Plaza del Médico, desde las 9 de la mañana hasta las 13 horas. Durante ese lapso bloquearon Periférico, Tlalpan y Viaducto Tlalpan.
Lo mismo ocurrió en el centro, con trabajadores del Hospital Homeopático Nacional, mientras que los empleados de las oficinas centrales de esta dependencia volvieron a bloquear las calles de Lieja y avenida Chapultepec, para después avanzar hacia el Senado de la República.
En el trayecto no fueron pocas las protestas, pero de los automovilistas, algunos de los cuales gritaban desde sus vehículos, justo en el cruce de Reforma y Bucareli: "šya quítense, pinches burócratas!, šgüevones, mejor pónganse a trabajar!". Algunos de los manifestantes respondían a la agresión, pero otros sólo los invitaban a unirse a la lucha.
Manifestaciones similares ocurrieron en hospitales públicos y dependencias del gobierno federal ubicadas en el estado de México, Monterrey y Querétaro.
Gobierno federal y la cúpula de la FSTSE negociaron sin éxito
Fue una tarde de un intenso ir y venir en la Secretaría de Gobernación. El primero en llegar fue el senador Enrique Jackson, coordinador de los priístas en la Cámara de Senadores, y le siguió la diputada Beatriz Paredes, quien encabeza a los tricolores en San Lázaro.
Más tarde coincidieron José Angel Gurría y el secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado. El titular de Hacienda se fue alrededor de las 7 de la noche, mientras que Ayala, cabizbajo, salió de la oficina de Diódoro Carrasco hora y media después.
Ayala se negó a responder a las preguntas de los reporteros que hacían guardia en los patios de Gobernación. Envió a Rodolfo Monsiváis, integrante de la Comisión de Vigilancia de la FSTSE -Ayala se presentó con todo su estado mayor-, a informar que "las negociaciones siguen; no se ha resuelto todavía en concreto nada. En su momento se les dará información oficial". Apuntó que no hay todavía una propuesta concreta del gobierno, porque apenas "se está generando".
Más tarde, en entrevista radiofónica, el líder de la FSTSE afirmó que hay indicaciones precisas del presidente Ernesto Zedillo para dar una respuesta a los burócratas: "se están haciendo los cálculos para obtener los recursos" y pagar el bono. La solución, señaló, no debe pasar del fin de semana.
En Guerrero se unen a las movilizaciones
En Chilpancingo, un centenar de trabajadores de la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (Sagar) pararon labores durante tres horas y realizaron un plantón en las instalaciones de esa dependencia federal.
El secretario general de la sección 32 del sindicato de trabajadores de esta dependencia, Basilio Soriano Acosta, advirtió que el movimiento podría ampliarse el próximo lunes a todos los centros de trabajo de la secretaría en Guerrero, en donde laboran 904 personas.
Informó, además, que el próximo lunes los empleados de esta delegación realizarán una marcha estatal en esta capital para exigir al gobierno federal el pago del bono sexenal, luego de que el presidente Ernesto Zedillo ha anunciado que no se dará esa gratificación a los trabajadores de las dependencias.
Por su parte, el dirigente en Guerrero de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, Pedro Alvarez de Dios, informó que los trabajadores aglutinados en los más de 30 sindicatos que pertenecen a esa organización realizarán una marcha por separado, el mismo lunes, en la capital del estado, para exigir al gobierno federal que dé marcha atrás a su intención de no pagar el bono sexenal. (Fabiola Martínez, Angeles Cruz, Andrea Becerril, José Galán, Carolina Gómez, Matilde Pérez, los corresponsales Javier Salinas, Silvia Chávez, David Carrizales y Alejandro González, y La Jornada/El Sur.)
El tabulador burocrático
Humberto Ortiz Moreno Ť Entre la "privilegiada" clase trabajadora del gobierno aún hay 85 mil 333 burócratas que perciben un salario mínimo diario de 37 pesos con 90 centavos, que les significan mil 137 mensuales.
Y es que más de 80 por ciento de los empleados del sector público federal -poco más de un millón 200 mil, del total de un millón 558 mil 239 registrados en el ISSSTE- no gana más allá de los cinco salarios mínimos diarios, que significan 5 mil 685 pesos mensuales.
De acuerdo con las estadísticas de junio, 397 mil 14 reciben de uno a dos mínimos vigentes en el DF (75.80 pesos diarios); 504 mil 380 trabajadores perciben de dos a tres mínimos (113.70); 231 mil 625, ganan de tres a cuatro (151.60), y sólo 115 mil 768 están en la categoría de los cinco salarios mínimos.
Una minoría de 25 mil 392 obtiene de nueve a diez mínimos, o sea casi 380 pesos diarios en promedio, equivalentes a 11 mil 400 mensuales. Es lo máximo que ha podido obtener la burocracia organizada.
Según registros del ISSSTE, en la capital del país se concentra el mayor múmero de burócratas de base, con 320 mil 896. Laboran, además, 25 mil 730 de confianza, y 110 mil 430 eventuales, para dar un total de 557 mil 56. En total, las oficinas centrales del gobierno federal suman 178 mil 933 empleados.
De aquéllos, 24 mil 407 perciben un mínimo diario; 101 mil 576, de uno a dos; 106 mil 484, de dos a tres; 36 mil 165, de tres a cuatro; 15 mil 424, de cuatro a cinco, y 11 mil 880, ganan de cinco a seis salarios.
En el nivel de diez mínimos sólo hay 2 mil 802 trabajadores basificados, 3 mil 433 de confianza y 403 eventuales.
En Guanajuato hay 61 mil 138 empleados de base, 5 mil 691 de confianza y 19 mil 817 eventuales.
En la categoría de un mínimo están 4 mil 783 trabajadores; de uno a dos, ganan 18 mil 514; de dos a tres mínimos, perciben 21 mil 915, y drásticamente la cifra baja a 7 mil 258 empleados que ingresan de tres a cuatro mínimos. Sólo 278 basificados cobran diez salarios de referencia diarios.