SABADO 28 DE OCTUBRE DE 2000
Ť El grupo belga actuó en el Hard Rock Live la noche del jueves
Front 242 incidió en las almas licántropas
Juan José Olivares Ť Una vez más el grupo de Bélgica Front 242 -definido por estos años como la esencia del electronic body music- demostró su condición de creador de sonidos electrónicos frívolos y lacerantes que penetraron en los corazones de algunos cientos de nostálgicos ochenteros de alma netamente oscura y licántropa.
La noche del jueves, en el Hard Rock Live, aparecieron como cibernoides humanos luego de que la pantalla gigante se levantó al tiempo de que se decretaba el último out con el que los Yanquis ganaron la Serie Mundial. Creo que hasta ellos la estaban viendo.
Pero sólo bastaron una batería eléctrica, un sinte, una caja de ritmos y tres desvariantes voces para que sus fieles seguidores (que son casi los mismos desde que se aparecieron por aquí en 1991) estallaran en alarido conjunto para corear la mayoría de sus rolas. Así, acompañados del spanglish de los escuchas y de sus poderosas batacas sintéticas y distorsionados ruidos, los gritos de los cantantes que a la vez son uno, retumbaron el pequeño local de Polanco, que con medias luces y penetrante humareda de tabaco, semejaba los primeros años de las tocadas del Wax Trax (disquera que encasillaba a bandas industrial como los Front Line Assambly, Revolting Cooks, Young Gods, KMFDM, entre otras delicias), en los años ochenta.
No dejaron de rememorarnos sus fantasías militares y rudas: Headhunter, Commando Mix, Modern angel, Sacrifice, Serialkillers dont kill... puras rolas bien cabronas y pesadas que sin duda los terminaron de colocar (y nosotros también en nuestro mundo) en el pedestal de padres del electronic body music. Ojo, Prodigy.