SABADO 28 DE OCTUBRE DE 2000

Entrevista con Ranulfo Romo, ganador del Premio Nacional de Ciencias


Los códigos del cerebro

Alma E. Muñoz y Claudia Herrera Beltrán Ť El doctor en ciencias Ranulfo Romo Trujillo y sus colaboradores han hecho avanzar tanto el estudio del funcionamiento del cerebro, que teorías de la neurofisiología, inamovibles durante siglos, han tenido un vuelco. La principal aportación de este médico cirujano de 46 años consiste en haber comenzado a descifrar cómo el cerebro representa los estímulos en el tacto. En otras palabras: desentrañar los secretos de la percepción y del movimiento.

Las funciones que nos permiten percibir, oír, ver, sentir y que a todos nos parecen normales, para quien las investiga, como este científico de la UNAM, son de una complejidad tal que apenas se ha comenzado a descifrar la lógica de estas romo-premio-ciencia operaciones.

Por este estudio sobre los códigos de información del cerebro, que realizó junto con Jorge Aceves, científico del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Romo (Guadalupe de Ures, Sonora, 1954) recibirá próximamente el Premio Nacional de Ciencias.

Con ese motivo, el investigador del Instituto de Fisiología Celular distinguido también con el Demuth Prize, otorgado por la Swiss Medical Research Foundation, platica sobre las valiosas aportaciones de su investigación y de su esperanza de que el estudio del lenguaje de las neuronas permita a la medicina avanzar en el conocimiento y tratamiento de enfermedades degenerativas, como el mal de Alzheimer.

El científico, graduado de la Facultad de Medicina de la máxima casa estudios y doctor en ciencias por la Universidad de París, también habla de los apoyos que la educación y la ciencia mexicanas necesitan, y manifiesta su confianza en la sensibilidad del próximo gobierno para el apoyo a la investigación.

"Estos proyectos de educación global son fundamentales para poder desarrollarnos como sociedad independiente, de una manera tal que podamos interactuar con otras sociedades de igual a igual, y esto se dará si tenemos gente educada en todos los niveles. La ciencia es un componente importante de este proyecto educativo. Una nación como la nuestra no se puede privar de tener científicos ni tampoco estar sometida continuamente a proyectos que lo que hacen es simplemente provocar retrocesos importantes".

Aún sin conocer si recibirá el premio de manos del presidente Ernesto Zedillo o del próximo mandatario, Vicente Fox Quesada, el médico cirujano considera que el avance de sus investigaciones en torno al comportamiento de las neuronas es similar al lenguaje digital que permite "hacer todo el procesamiento de información en una computadora, e interesante es el hecho de que el cerebro parece que también utiliza el mismo tipo de codificación".

Los investigadores de la UNAM y del IPN trataron de comprender los mecanismos básicos y finos del cerebro, y ciertamente, dice Romo, "en el futuro estos avances pueden ser utilizados para la elaboración de fármacos. Además, aunque nosotros no entendemos del todo enfermedades como el Alzheimer, ciertamente para un neurólogo que estudie este tipo de desgracias será útil nuestra investigación".

Con nuestra línea de investigación queremos entender, explica, cómo el cerebro traslada la información de la esfera sensorial al aparato motor. "No podría entrar en ejemplos de la neurología, de los casos de esta rama, pero en la clínica están muy documentados los trastornos para percibir, oír, ver, sentir con nuestras manos, oler... Queremos entender cómo le hace el cerebro para construir este tipo de funciones que a todos nos parecen normales, pero para quienes hacemos las investigaciones vemos que es de una complejidad tal que apenas estamos comenzando a descifrar la lógica de estas operaciones".

Secretos que Romo comenzó a revelar y de los que la investigadora Carmen Moreno Cano daba cuenta en un artículo publicado en Diálogo Iberoamericano (1997), el cual permite entender la importancia de los estudios del científico:

"En el cerebro -decía Demócrito- se representan los eventos del mundo externo; esas representaciones se renuevan continuamente y podemos acceder a ellas a voluntad. Así enfrentaba el gran filósofo jónico (cinco siglos antes de nuestra era) la inmemorial cuestión: Ƒcómo llega el hombre a conocer el mundo que lo rodea?

"Al filo del siglo XXI, la misma pregunta en esencia guía la investigación que realiza el doctor Ranulfo Romo en su laboratorio del Instituto de Fisiología Celular. Sólo que, a diferencia del filósofo griego, el científico mexicano, apoyado en poderosas tecnologías, encara el problema así: Ƒcómo representa la información el cerebro?, Ƒcómo percibe?, y Ƒcómo organiza la conducta motora voluntaria?

"De la respuesta a estas tres interrogantes depende que podamos entender -desde la perspectiva neurofisiológica e incluso filosófica- esos dos grandes aspectos de la conducta humana: el aprendizaje y la memoria, sustanciales en la creatividad y la formación de la identidad de cada ser humano".

De esa magnitud son las aportaciones del doctor Romo.