SABADO 28 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Recibió en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras


Monterroso, buscador de nuevos senderos para la creación literaria

Ť Realidad y fantasía, concisión y agudeza, entre los atributos del escritor: Felipe de Borbón

Ť Entrega de galardones a Barbara Hendricks, el arzobispo de Milán y el presidente de Brasil

Patricia Landino, especial para La Jornada, Oviedo, 27 de octubre Ť En medio de la duda, en el mismo punto en el que empezó, y sin saber qué sigue, según se percibe a sí mismo, Augusto Monterroso
recibió la tarde de hoy el premio Príncipe de Asturias de las Letras de manos del príncipe Felipe de Borbón.

Exilio de 52 años

''Una vez más, nuestros premios regresan a la América hispánica", expresó el
príncipe en el Teatro Campoamor, al referirse al galardón otorgado a Monterroso, ''uno de los escritores que, en la otra orilla del Atlántico, más se han esforzado en
buscar nuevos caminos para la creación literaria".

monterroso-tito-1-jpgFelipe de Borbón reconoció que ''la historia de la literatura de la lengua española se escribe gracias al esfuerzo de un amplio grupo de escritores latinoamericanos. Entre otras muchas razones, porque han sabido nutrir su lengua con peculiaridades de sus países y con la mejor tradición castellana, haciéndolo con una originalidad y un vigor expresivo que los identifica de manera exclusiva".

Esa originalidad, continuó, ''está hoy aquí representada en la persona de
Augusto Monterroso, escritor hondureño de nacimiento y guatemalteco de corazón, y de manera concreta por su magistral elaboración de relatos cortos y cuentos. Al premiar a Monterroso se reconoce también al cuento como género del que él es, en lengua española, uno de sus más egregios representantes''.

Una de las principales características de Monterroso, son la ''realidad y fantasía, sátira y humor, concisión y agudeza" en su obra, expresó el príncipe.

''De su formación autodidacta y su necesidad continua de aprender proviene tal vez 'la originalidad cervantina y melancólica de su estilo', a la que se ha referido el jurado.

''En su honor, podríamos decir que es imposible olvidar su apasionada y pacífica resistencia en busca de la democracia para su patria, lo que le ha supuesto un exilio que ha durado 52 años y que lo ha ligado estrechamente a la cultura mexicana", señaló el príncipe de Asturias.

Desde su silla, flanqueado por la soprano Barbara Hendricks, Premio Príncipe
de Asturias de las Artes, y el cardenal Carlo Maria Martini, arzobispo de Milán, quien obtuvo el mismo galardón para las Ciencias Sociales, Monterroso escuchó el discurso de Felipe de Borbón o de Fernando Henrique Cardoso, presidente de Brasil, merecedor del Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, quien la tarde de hoy advirtió sobre los riesgos
de la economía global.

Más igualdad para los desheredados

Monterroso pronunció su discurso ''honrado" de que su obra merezca el reconocimiento que en representación de América han recibido Juan Rulfo, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa. Y con andar pausado se dirigió al príncipe de Asturias para recibir el diploma y la escultura diseñada por Joan Miró.

Por su parte, el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, no olvidó
a ''las víctimas del mercado, que reclaman acciones colectivas impulsadas
por la solidaridad y por el imperativo ético de una mayor igualdad para los
desheredados de la tierra".

Mencionó ''la experiencia del rencuentro pacífico con la democracia y el compromiso con los derechos humanos en la
lucha contra la pobreza y en la preservación del medio ambiente".