SABADO 28 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Homenaje a caídos


Indagar a Salinas por asesinatos de perredistas, exigen

Matilde Pérez U. Ť La Secretaría de Derechos Humanos del PRD demandó que se reabra la investigación del asesinato de Francisco Javier Ovando y Román Gil Heráldez, cercanos colaboradores de Cuauhtémoc Cárdenas.

"La democracia y la justicia no pueden esperar más. Tienen que impulsarse reformas para que los crímenes en contra de los más de 600 perredistas sean aclarados", dijo María Rosa Márquez, titular de esa secretaría.

Exigió que la Procuraduría General de la República inicie una investigación contra el ex presidente Carlos Salinas en torno al asesinato de Ovando y Gil, el 2 de julio de 1988. "Ahora se cuenta con el testimonio de Guillermo González Calderoni, en el sentido de que aquél protegió al narcotraficante Juan García Abrego en pago por haber matado a los dos colaboradores de Cuauhtémoc Cárdenas".

Reiteró la propuesta del sol azteca de crear una comisión de la verdad para "investigar la represión que funcionarios del Estado desataron contra luchadores sociales en las pasadas cuatro décadas".

Esa comisión indagaría el asesinato de 336 perredistas y otros casos de ejecuciones sumarias -como en Aguas Blancas-, torturas, desapariciones forzosas y a los militares que, como Mario Acosta Chaparro, participaron en la guerra sucia de los años setenta.

La perredista desmintió que, como aseguran las autoridades judiciales, 90 por ciento de los asesinatos de perredistas ya estén resueltos. "Son resultado de investigaciones superficiales, de procedimientos burocráticos; no han ido al fondo ni con la intención de encontrar la verdad".

Expuso que durante la administración de Carlos Salinas fueron asesinados 318 militantes del PRD, y 336 durante la de Ernesto Zedillo. En los 12 años de existencia de dicho partido, el número de "ejecuciones y homicidios no aclarados de militantes y simpatizantes es de 654".

Márquez, la dirigente nacional perredista, Amalia García, y la secretaria de la Mujer, Malú Micher, guardaron un minuto de silencio como una manifestación de luto y reconocimiento a las luchas de los perredistas asesinados.