VIERNES 27 DE OCTUBRE DE 2000
Ť La cinta de Benjamín Cann se estrenará el 1o. de noviembre
Crónica de un desayuno muestra los traumas de la familia mexicana
Ť Bruno Bichir define a su personaje como un hijo de la chingada tierno y frágil
Ť Fabiana Perzabal: ''Blanca es una chava que no quiere repetir los patrones de su mamá''
Mariana Norandi Ť A uno días del estreno de la cinta Crónica de un desayuno, de Benjamín Cann, el 1o. de noviembre, Bruno Bichir y Fabiana Perzabal, dos de los protagonistas, se reúnen con este medio para conversar acerca de su participación en ese trabajo.
El elenco de esta cinta resume la historia del cine mexicano de los últimos treinta años. Cuenta con la participación de los actores más representativos de ese lapso: María Rojo, Héctor Bonilla, Angélica Aragón, José Alonso, Adriana Roel, Julieta Egurrola, Claudette Maillé, Damián Alcázar, Eduardo Palomo, Bruno Bichir y Fabiana Perzabal.
El guión, basado en la obra teatral homónima de Jesús González Dávila, satiriza sobre la familia mexicana entremezclando historias paralelas en un tono entre surrealista y grotesco, buscando la catarsis del espectador al mostrarlo reflejado en una pantalla que se convierte en espejo.
En medio de una sesión de fotos en el estudio de Maritza López, Fabián y Bruno nos comentan acerca de la trama del filme, el perfil sicológico de sus personajes, la importancia para sus carreras de participar en esta cinta y la situación de industria en México.
Todo está casi preparado para que se inicie la sesión; sólo falta la maquillista y algunos detalles del decorado. Fabiana viste muy jovial, con chamarra y pantalones de mezclilla; sin pizca de maquillaje, lo que le hace mostrar una belleza muy natural. Bruno en cambio es más inquieto y atrevido; lleva unos pantalones tipo militar atados con agujetas en los tobillos y un suéter descosido y agujereado, aunque, eso sí, Armani. Mientras esperamos a que se afinen los detalles, comenzamos la entrevista. En el tocador del estudio, frente a un gran espejo iluminado con focos hollywoodenses, entre café, cigarrillos y buena onda, conversamos.
-Crónica de un desayuno es una sátira de la familia mexicana. A pesar de ser ficción, Ƒtiene alguna coincidencia con la realidad?
Bruno: Es brutalmente real, aunque el tono dramático en que está contada la historia es más bien surrealista. Pero este ''surrealismo'' es el realismo del mexicano. En este país el surrealismo es cotidiano. La idea, con esta forma de narrar, es vernos reflejados en la pantalla.
Fabiana: Yo siempre he creído que la realidad rebasa la ficción y lo he comprobado. Ves personajes en el cine que piensas que no existen y cuando vas por la calle te encuentras con que no sólo existen sino que además están mucho más deformados que en la pantalla. Lo que quiere Benjamín retratar con esta película es a la familia y las carencias que existen en ella, y llevarlas hasta el extremo para que queden clarísimas.
-Bruno, Ƒcómo es Marcos, el personaje que interpretas?
Bruno: Es un hijo de... familia...
Fabiana, bromeando, interrumpe: ''pensaba que ibas a decir űun hijo de la chingadaƇ''.
''...Es un hijo de la chingada -continúa Bruno. Es el hijo mayor de esta familia y es un hijo de la chingada porque es profundamente frágil y tierno. Todo el tiempo está bordeando los extremos porque los puntos intermedios implican conciencia de su condición y él no la tiene. Así como es un ser profundamente desagradable y grotesco, es profundamente cómplice de la gente que ama. Como nadie le enseñó a decir űte amoƇ le es más fácil agredir y evadirse de la realidad''.
-Es un personaje con tintes edípicos, Ƒcrees que es un complejo que comúnmente padecen los hombres?
Bruno: Sí, porque en la familia mexicana estamos llenos de traumas que hacen que toquemos los polos extremos. Es igualmente proporcional el amor desmesurado que nos tenemos en nuestra familia como el dolor que nos causa. Yo no sé si amo a mi mamá porque me dio la vida o porque está buenísima; no sé si la amo porque odio a mi padre que la ama o porque la conozco desde niño. No mentamos padres, mentamos madres porque es profundamente doloroso agredir a nuestra madre.
-ƑHasta qué punto Bruno se identifica con Marcos?
Bruno: Yo diría que en nada. Mi familia no es así ni yo soy como el personaje, pero anímicamente me toca ciertas fibras, como mi imposibilidad irracional de comunicar mi amor a la gente que amo. Mi familia, y ya desnudándome, es una familia feliz y armónica. Un día, después de 30 años, mis papás se separaron porque ya no funcionaban las cosas desde hacía 20, y no sucedió únicamente eso, sino que la separación fue soslayada. No nos hemos sentado a hablar del tema más que, y eso sí es muy valiente, con mi madre. Y cuando mis dos hermanos y yo nos sentamos en la mesa a hablar con mi madre después de 20 años, nos quedamos estúpidos; no supimos qué decir. Se atoran los amores y las emociones...
ƑTelenovela de celuloide?
La maquillista todavía no llega. La fotógrafa entra al camerino y les pregunta qué ropa se van a poner para las fotos, pues tienen que simular una escena mañanera de desayuno. Le muestra a Fabiana una blusa negra aterciopelada para que se vea muy fashion. Bruno prefiere posar desnudo, ''como en los desayunos de la película''.Continuamos platicando mientras llega Irma Reyes.
-Fabiana, Ƒcómo es Blanca?
Fabiana: Blanca es una chava que no quiere repetir los patrones de su mamá pero es igualita, y ese es su conflicto. Ella vive en un mundo de fantasía de lo que no es, pero que quiere ser.
-Como actriz, Ƒqué te gustaría transmitir por medio de este personaje?
Fabiana: La condición que tenemos las mujeres de estar siempre disimulando lo que en el fondo no es así. Sabemos que los hombres son iguales de intuitivos, sabemos que también tienen un sexto sentido, sabemos que tienen sensibilidad, pero no podemos decirlo porque está mal visto.
-Gran parte del elenco ha actuado en telenovelas e incluso el guionista, Sergio Schmucler, por su experiencia en ese género, incluye elementos narrativos similares, Ƒla cinta no es una telenovela de celuloide?
Bruno: No, lo que ocurre es que todos nosotros hemos terminado refugiándonos en la televisión porque de ahí comemos. El día que en este país existan las condiciones para hacer 100 películas al año las cosas cambiarán. Pero no es una telenovela; si acaso de lo que podría pecar la película es de teatralidad porque el guión original es una obra de teatro. Por otro lado estamos inmersos en el melodrama, pero eso es cotidiano del mexicano, es parte de nuestras vidas.
-Como jóvenes actores, Ƒcómo se trabaja rodeado de tanta estrella?
Fabiana: Para mí llegar temprano y ver a Héctor Bonilla ensayando sus textos fue un ejemplo de cómo debe ser un actor de prestigio. Pero lo importante de trabajar con ellos fue aprender su humildad.
Bruno: Crónica de un desayuno es una película que ha reunido a casi toda la gente que ha hecho cine en este país. Ha sido una forma de hacerles un homenaje y de demostrar que en México existe una buena muestra de capacidad actoral. Demostrar que sí sirvió que María, Héctor, Angélica, José Alonso y toda esa generación se partieran la madre en su tiempo porque ese riesgo hizo que todo aquello tuviera sentido y diera sus frutos, por eso están hoy una Celia Ramírez, Fabiana, Eduardo Palomo, Damián, Odiseo y todos los que hemos aprendido de ellos
-ƑQué tiene esta película que atrapó a semejante elenco?
Bruno: Un nombre y dos apellidos: Jesús González Dávila.
Fabiana: El ser una historia sencilla, que habla de nosotros, con personajes corrientes, con sus complejos y mediocridades.
-En esta última visita que nos hizo Peter Greenaway, el director afirmó: ''el cine está muerto''. ƑEs ese el estado del cine mexicano?
Fabiana: No se me hace nada descabellado que Greenaway haya dicho eso puesto que él no cree en guiones ni en estructuras, y afirmar que el cine está muerto es tanto como decir que está más vivo que nunca.
Bruno: Curiosamente con el revuelo de Greenaway en México, hablando con una serie de compañeros cineastas, empezamos a coincidir en que no nos gustaba lo que hacía Greenaway. Todos salimos del clóset y dijimos que las primeras películas eran buenas, pero lo último es una basura. Como bien se dice, "no hay cine experimental, porque el cine es experimento", entonces siempre está vivo porque constantemente está buscando formas nuevas de comunicar. Nosotros somos un país nuevo y tenemos muchas cosas que contar; apenas estamos descubriendo las posibilidades cinematográficas y para nosotros el cine está mucho más vivo de lo que la gente piensa, incluso Greenaway.
El tiempo, enemigo del cine
En estos momentos llega la maquillista y rápidamente prepara a Fabiana. La actriz, sencilla y jovial, se va transformando poco a poco en toda una vampiresa: polvos faciales, labios morados, ojos con fuertes sombras negras y cabello engominado. Fabiana parece otra persona. Aunque dice estar acostumbrada a este tipo de sesiones, nos cuenta que se siente mejor sin maquillaje. Seguimos la entrevista con Bruno, al que todavía no le toca pasar por las manos transformadoras de Irma Reyes.
-ƑQuién crees que es el mayor enemigo del cine mexicano?
Bruno: El tiempo. Faltan diez años para que tengamos todos los beneficios por los que hemos luchado; tenemos que ser pacientes. En estos últimos diez años hemos vistos grandes progresos y de hecho se refleja en el público; la gente está harta de ver gringadas.
Le toca el turno a Bruno. En él todo es más simple. Cuando se quita las gafas, se maquilla y se aplica gel en el cabello se convierte en todo un galán dejando atrás el sencillo actor apasionado por la creación cinematográfica. Maritza comenta: ''Deberían hacer un reportaje sobre por qué todos los galanes de ahora quedan calvos". Bruno simpáticamente le responde: ''Debido a las presiones de ser un galán''.