VIERNES 27 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Alex Dourojeanni, de la Cepal, durante la Reunión Nacional de Consejos de Cuenca


Razones de mercado impulsan el cambio de leyes de agua en AL

Víctor Ballinas Ť La razón que impulsa la modificación de leyes sobre el agua en la región latinoamericana no ha sido la búsqueda de la gestión integral del líquido; lo que se persigue es la participación del sector privado en la prestación de este servicio y su administración por parte de los propios usuarios, aseveró ayer Axel Dourojeanni, director de la división de Recursos Naturales e Infraestructura de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

Al participar ayer en los trabajos de la primera Reunión Nacional de Consejos de Cuenca --auspiciada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), y la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap)--, el funcionario de la Cepal resaltó que "las principales razones que han motivado cambios en las políticas hidráulicas provienen de su demanda como insumo para las industrias del agua y no de haber revalorizado el líquido como recurso vital para la sobrevivencia humana y de los ecosistemas".

Sólo en la medida en que dos o más usuarios poderosos se afecten entre sí se busca la conciliación de intereses, precisó Dourojeanni. En cambio, "las catástrofes provocadas por fenómenos extremos sólo causan reacciones temporales, a no ser que afecten lugares económicamente estratégicos. En caso contrario, los muertos y las pérdidas pasan rápidamente al olvido".

El funcionario de la Cepal expuso que otro factor impulsor de cambios es la necesidad de mejorar la gestión del agua para enfrentar la creciente competencia por su uso múltiple, en particular debido al incremento de la demanda de agua en grandes concentraciones urbanas, así como en la agricultura de riego y para la generación hidroeléctrica.

Dourojeanni señaló también la necesidad de controlar la sobrexplotación de ciertas fuentes de agua, sobre todo subterráneas; la creciente contaminación del líquido elemental y el efecto de los fenómenos naturales extremos como inundaciones y sequías son otros factores que han impulsado las reformas a las leyes de agua.

El funcionario reconoció, no obstante, que no se puede negar que exista una concientización creciente, asociada a una serie de eventos internacionales y tratados firmados por los países, así como a la activa participación de redes especializadas y organismos no gubernamentales para alcanzar metas de sustentabilidad ambiental.

Apuntó, sin embargo, que aunque la gestión del agua ha vuelto a ser parte importante de las agendas de reuniones internacionales, "existe un gran vacío entre las grandes declaraciones y escenarios de estas magnas conferencias con respecto al agua y los problemas diarios con que se enfrentan los encargados de su gestión en cada país".

Entre los problemas que dificultan la incorporación del concepto de gestión y aprovechamiento integral de los recursos hidráulicos destacan: la eterna austeridad fiscal; la dificultad para contratar y retener personal altamente capacitado en el sector público; la rapidez con que se espera efectuar las transformaciones, y la organización aún incipiente de los usuarios y el sector privado.

El funcionario de la Cepal subrayó también que en las reformas y cambios a las leyes de agua en América Latina se observa una clara tendencia a la búsqueda de autofinanciamiento de servicios públicos relacionados con el líquido.

"Se reconoce cada vez más que para lograr los niveles de cobertura que la población desee y asegurar una adecuada calidad del servicio es preciso tener sistemas que sean viables económica y financieramente, sin perjuicio de que para la población más pobre, el subsidio explícito al usuario sea justificable mediante la aplicación de un criterio de focalización", dijo.

En general --agregó-- el enfoque economicista llevado sin mucho análisis ha contribuido a olvidar que en la gestión del agua confluyen o deben confluir aspectos éticos, sociales y ambientales, inclusive, si se desea obtener ganancias económicas. "De repente algunos países de la región parecen haberse olvidado de la necesidad de planificar y de la existencia de técnicas de análisis de sistemas para diseñar y operar sistemas hídricos complejos y de la necesidad de prevenir conflictos.

"Con la privatización apresurada de empresas de servicios públicos se ha exacerbado la sectorización. Es como si súbitamente todo pudiera arreglarse, si todas las aguas y servicios tuvieran dueño y simplemente bastaría con venderlas a quienes mejor pudieran pagar por las mismas para tener una óptima asignación".