VIERNES 27 DE OCTUBRE DE 2000
Ť CIUDAD PERDIDA
Ť Miguel Angel Velázquez Ť
Ť Una cola larga tras el Lobohombo
Ť La importancia de ser diferentes
Déjeme decirle que las decisiones del próximo gobierno federal con respecto a la energía eléctrica tienen una gran cola. Asunto del que nos encargaremos al final de esta entrega, pero lo de actual sigue siendo el asunto de los centros de "diversión", llámeseles como se les llame o se les dé el color que se quiera. Ya hay 20 muertos y aún no hay responsables.
Y mire usted, el problema en este asunto es que nadie tiene la cola corta. Las pruebas exhibidas cada vez se acercan más a la culpabilidad de Jorge Legorreta, pero no dejan a salvo a Dolores Padierna, ni exculpan a los jueces ni hacen de los dueños del centro nocturno aves de plumaje impoluto.
A la tragedia se suma otra víctima fatal: una menor de 17 años que por ningún motivo debió estar dentro del antro, en donde muchos otros menores laboraban en términos de la más humillante explotación, según datos de la Procuraduría General de Justicia capitalina.
Entonces, este suceso ha tocado el extremo de la muerte y en ello nadie debe evadir su responsabilidad. No es posible hablar de que la fuerza del gobierno no pudo clausurar un antro porque los meseros lo impidieron o porque esto o porque aquello.
La característica de este gobierno, a diferencia de los de otros tiempos se marca, sin duda, en la idea, el concepto de la honestidad y en ello va la sentencia de no ser cómplices de los hechos ilícitos que ocurren a diario en los centros de "diversión" de la capital.
Por eso, porque la idea debe estar sobre los nombres y los personajes, los dos funcionarios del PRD implicados en el asunto deben ponerse a disposición de las autoridades. Jorge Legorreta debe renunciar o cuando menos pedir permiso para alejarse de su actual tarea para ser debidamente investigado, y lo mismo debe hacer Dolores Padierna.
No se trata de hacerle el juego al PAN o ser sujeto de las especulaciones del Cisen; se trata de establecer la diferencia, señalar que en este gobierno los funcionarios acusados no se irán del país como Espinosa Villarreal ni buscarán protecciones suprarregionales que les otorguen el perdón.
Y es que la tragedia tiene, aún, muchas aristas, muchas incógnitas. Y mire usted si no es para pensarlo. Hace un par de días se pudo ingresar al antro para mirar de cerca la tragedia y hay ciertas sorpresas que uno no imagina si sólo se tienen las informaciones hasta hoy dadas a conocer.
Los expertos que saben de algunos incidentes, como el del que hablamos, arrojan luces en el asunto. Se habla, por ejemplo, de los incendios controlados, es decir de aquellas conflagraciones que dañan sólo lo que se debe dañar.
Es muy extraño, y eso nada más se puede constatar en un recorrido por el lugar siniestrado, que las llamas de un incendio de la fuerza que todos sabemos (mil grados centígrados) no arrasara con una papelería contigua, pero que las vigas de acero que sostenían el techo del lugar quedaran fundidas por el intenso calor.
ƑCómo --me pregunto-- puede suceder esto? La única explicación seria, real y de fondo es que la conflagración fuera controlada, que se iniciara alrededor del salón y afectara nada más el centro. De esa manera sería lógico que el fuego no hiciera estragos en la cocina del lugar o en el centro de máquinas, desde donde se controlaba el suministro de energía eléctrica.
Claro, habrá el que me diga que en este país no hay quien pueda hacer una cosa de tal magnitud, pero no debe descartarse y seguir investigando para no dejar un solo cabo suelto.
Por ello, Dolores Padierna, con su valentía de siempre, debe enfrentar todas la acusaciones y limpiar la imagen que se quiere dañar desde el principio, y Legorreta debe vencer su miedos y apersonarse ante la procuraduría para demostrar cómo este gobierno no se parece a los otros, es diferente, pero por lo pronto, insisto, todos tiene una larga cola en el asunto del Lobohombo.
La luz eléctrica o la fux eléctrica
El foxismo mentiroso, que no cesa de hablar, ahora quiere echarle más lodo al gobierno actual. Un ex diputado de Acción Nacional, de nombre Juan Bueno, asegura que antes de diciembre los representantes populares de este país aprobarán la ley por medio de la cual la distribución de la energía eléctrica pasaría a manos de la iniciativa privada.
Es decir la culpa de tal negocio, tan bueno como el Fobaproa porque la IP no tendría que hacer mayores inversiones y sí obtendría ganancias millonarias, sería de Zedillo, quien a decir verdad ya no tiene mucho qué perder ni en lo político ni en lo que hace a imagen, y de esa manera el foxismo cómplice seguiría ocultando sus verdaderas intenciones de gobierno.
Pero además, por si quedara alguna duda, el foxismo va contra el SME. Según el mismo ex diputado, licenciado en administración de empresas, si el sindicato se opone al cambio, "le vamos a dar en la madre".
Y eso quiere decir reventar la organización sindical por medio de ataques a su Contrato Colectivo de Trabajo. Así que si usted no ha visto hacia dónde va el democrático gobierno foxista, ahí le dejo estos datos para su análisis.