VIERNES 27 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Coincidirán expectativas con previsiones oficiales


Adopta el BdeM un esquema para estabilizar la inflación

Ť Se mantendrá la política monetaria ortodoxa, afirma Elizondo

Humberto Ortiz Moreno Ť El Banco de México (BdeM) adoptó parcialmente un esquema de estabilización conocido como ''metas de inflación'', con el que pretende extender el horizonte de planeación de los agentes económicos, y propiciar la convergencia de las expectativas inflacionarias con el propósito oficial.

''La intención de dicho enfoque es aminorar los costos inevitables que conlleva todo proceso de desinflación, y facilitar la interpretación de las acciones de política monetaria'', puntualizó ayer Everardo Elizondo, vicegobernador del banco. Sostuvo que esta institución mantendrá hasta el final del sexenio una política monetaria ortodoxa, que implicó una postura restrictiva acentuada hasta en cinco ocasiones durante este año, en congruencia con su intención de lograr una estabilidad de precios definitiva en el futuro próximo.

El instituto central, planteó, decidió intensificar la restricción ''considerando que la expansión de la demanda agregada podría eventualmente generar presiones inflacionarias adicionales''. Elizondo remarcó que existe suficiente evidencia empírica para sustentar tal preocupación.

No obstante, garantizó que las perspectivas inmediatas siguen siendo favorables, pues por un lado el consenso entre los analistas es que la economía norteamericana va en camino de un ''aterrizaje suave'', en el sentido de alcanzar una tasa de crecimiento más acorde con su potencial, sin reavivar la inflación. Por el otro, ''está claro que el curso de la transición política y económica en México se está dando sin tropiezos''.

Reiteró Elizondo que la meta de mediano plazo es abatir la inflación hasta alcanzar la vigente en las economías desarrolladas de América del Norte, y dijo que los objetivos intermedios son un máximo de 6.5 por ciento en el 2001 y alrededor de 4.5 en el 2002. Para lograr tales cifras con el mínimo de ajustes y tensiones, subrayó, es imprescindible compaginar como hasta ahora los diversos componentes de la política económica.

En el muy corto plazo, indicó, ''parece razonable prever que la actividad económica mantendrá un ritmo de crecimiento similar al que ha manifestado en el pasado reciente, y que la inflación se situará en las inmediaciones del 9 por ciento al cierre del año 2000''.

Expuso que en el proceso de estabilización que ha arrojado resultados favorables desde 1995, las cifras disponibles hasta octubre indican que por segundo año consecutivo la inflación anual se situará por debajo de la meta oficial.

El funcionario fue ponente en el seminario Variables financieras y energéticas: Perspectivas mundiales, organizado por Gamaa Derivados, y expuso que un entorno externo favorable, la posición adecuada de la política económica y la incidencia positiva de varios factores internos, explican en lo principal el avance conseguido en el combate contra la inflación.

Puntualizó que el ritmo de crecimiento de los precios al consumidor ha tendido a descender, pero algunos de sus componentes han presentado trayectorias muy dispares. Por ejemplo, citó Elizondo, durante los últimos 12 meses el alza de las cotizaciones en educación ha estado significativamente por arriba de la inflación general.