VIERNES 27 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Controversia por el ingreso de México a la OPEP


La especulación, responsable de los altos petroprecios: analistas

Ť Alertan sobre la política energética del próximo gobierno

Ť Insta embajador a los gobiernos a cambiar políticas impositivas

Miriam Posada García Ť Analistas del sector petrolero coincidieron en que los precios actuales del petróleo no son responsabilidad de los países productores, sino de la especulación, mientras que el embajador de Irán en México instó a los gobierno a modificar sus políticas impositivas en materia energética ya que, señaló, sólo se benefician ellos mismo y perjudican a la población.

Asimismo, los especialistas que participaron en la mesa redonda Origen, evolución y perspectivas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), realizado en el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM entraron en controversia sobre la conveniencia de que México se integre al cártel por razones de soberanía, económicas y geopolíticas, aunque coincidieron en que el crudo debe ser un producto, una materia estratégica para el desarrollo económico del país.

Otro punto de coincidencia, e inclusive de alerta entre los investigadores, fue la necesidad de mantenerse atentos sobre la política energética que adopte el gobierno de Vicente Fox, toda vez que, al igual que los futuros miembros de su gabinete, practica la estrategia de "la doble verdad", una que se difunde en México y otra en el extranjero y sobre la que los mexicanos deberán estar más pendientes.

Durante el acto conmemorativo del 40 aniversario de la OPEP, el embajador de Irán en el país, Seyed Reza Tabatabaei, atribuyó las elevadas cotizaciones a la especulación y, en gran medida, a los altos impuestos aplicados a los energéticos en los países consumidores, por lo que los urgió a modificar esa estrategia a fin de no perjudicar más a la población."Quienes dicen que el precio del crudo debe ser de 25 dólares por barril también saben que ese producto les puede representar ingresos de hasta 2 mil dólares en productos procesados".

Sobre la conveniencia de que en México se privatice Petróleos Mexicanos, Reza señaló que esa sería una decisión propia del gobierno mexicano, pero que la experiencia a ellos les indica que la industria petrolera debe estar en manos del gobierno como ocurre en aquella región.

Durante su intervención, Rafael Decelis Contreras señaló que un precio de 30 dólares por barril de crudo "apenas es justo", y fustigó a quienes dicen que la OPEP es responsable de la volatilidad cuando sólo produce 40 por ciento del petróleo que se consume en el mundo. Decelis se manifestó en contra de que México se incorpore a la OPEP y advirtió que debe dejar de exportar petróleo y en cambio permitir que otros vengan a procesarlo.

Al respecto, el especialista José Luis Manzo consideró que México ganaría mayor participación y fortaleza en el mercado internacional si se integrara al cártel y consideró que el país pierde más soberanía con la forma en que se está aplicando el TLCAN, que con una asociación petrolera, porque, dijo, "México está haciendo el peor negocio del mundo que es exportar petróleo e importar gasolinas y otros productos".

A diferencia de Manzo, Alfredo Jalife-Rahme enfatizó que México no tendría que ingresar a la OPEP, ni al "club no OPEP en el que participa Noruega", y darse a la tarea de considerar su petróleo como el elemento más importante, estratégico para su economía, no sólo como producto, sino por los elementos geopolíticos que lo rodean, y en el ámbito internacional destacó que sería muy conveniente que el cártel o los países latinoamericanos concreten la idea de instituir un banco OPEP o un banco regional con lo que se afectarían seriamente los intereses de organismos financieros internacionales y se protegerían estas economías.

Jalife-Rahme, al igual que otros participantes, cuestionó la capacidad de los posibles encargados del sector energético, en especial de Fausto Alzati y su equipo de trabajo, situación que consideró muy peligrosa "porque tal parece que la industria petrolera es una papa caliente de la que todos se quieren deshacer lo más pronto posible, así que será necesario poner un kinder para el equipo foxiano que además se ha dedicado a desinformar sobre el sector".

John Saxe Fernández advirtió que la política energética seguida por México no corresponde a un asunto de globalización de la economía, sino de colonialismo, y enfatizó que la presunta restructuración de Pemex es en realidad el camino al fraccionamiento de la empresa por exigencia de los socios comerciales de México.

Por esto, dijo, es necesario oponerse ahora con más fuerza a la venta de los activos de Pemex, a la apertura de la industria al capital privado, y buscar una transición energética lo menos traumática posible.