VIRNES 27 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Deberá ser democrático y tolerante
Los priístas debemos crear un nuevo partido: Borrego
Ť Necesario, contribuir a la gobernabilidad y evitar fracturas Ť No es momento de manifestarse a favor de algún dirigente
Andrea Becerril Ť La derrota electoral del PRI el pasado 2 de julio y los recientes comicios en Tabasco "son señales inequívocas" para el Revolucionario Institucional de que es necesario emprender una transformación a fondo, a fin de contribuir a la gobernabilidad del país, evitar fracturas internas y poder recuperar la credibilidad de la ciudadanía, afirmó el senador Genaro Borrego Estrada.
Con una trayectoria de más de 30 años en la política, que incluye haber oupado la gubernatura de Zacatecas, la dirigencia del PRI y la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social, Borrego Estrada advirtió que no es momento de pronunciarse por ningún aspirante a presidir el Revolucionario Institucional.
Aclaró que no promueve ni descalifica al gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo Pintado, ni a nadie en particular, y dijo que él no tiene aspiraciones personales de conducir el PRI. Agregó que tampoco responde a ningún interés, que no sea el de insistir en la necesidad de que su partido dé los pasos necesarios para convertirse en un organismo democrático, tolerante, abierto a todas las corrientes.
Reconoció que grupos muy amplios de priístas rechazan la posibilidad de que Madrazo Pintado asuma la dirigencia nacional del PRI, e insistió que no es momento para pronunciarse al respecto, ya que la renovación de la dirección nacional de su partido será hasta el próximo año.
Borrego Estrada consideró que ha venido repitiendo, tanto en el PRI como en declaraciones públicas, que la forma en que se llevó a cabo el proceso electoral en Tabasco, las protestas de Humberto Mayans y Arturo Núñez -la actitud final de este último de llamar a no votar por el candidato priísta Manuel Andrade-, es un ejemplo que "viene a confirmar que debemos luchar por un nuevo partido".
En Tabasco, agregó, se dieron "muchos agravios, decepciones, actitudes incluso cargadas de emotividad, de encono, y a la postre de divisiones, que de no apurarnos pueden llegar hasta la fractura", y esto obliga a que el PRI revise sus prácticas y estrategias en la nominación de candidatos a puestos de elección popular.
Destacó que las circunstancias del país, la relación con la sociedad y los demás partidos, e "incluso nuestra relación interna ante las diversas corrientes y fuerzas del partido, para llamarlas así, se han modificado".
Dijo que tan sólo el hecho de que a partir del próximo 1 de diciembre el presidente de la República ya no será "el conductor, el elemento armonizador y conciliador dentro del PRI, significa una transformación radical que nos obliga a revisar nuestras prácticas y a modernizarnos".
Y lo mismo ocurre con los estados estatales en los que tampoco gobierna el PRI, "como Zacatecas, mi entidad, y nos obliga a llevar a cabo revisiones internas para encontrar las nuevas vías de entendimiento entre nosotros y de participación en el contexto político general, incluso en las contiendas electorales, a fin de que haya una amplia participación de la militancia y se tomen los consensos, y a partir de ellos las decisiones, para evitar esos agravios, esas fracturas, esas divisiones que evidentemente se presentaron en Tabasco".
El senador zacatecano aclaró que las elecciones en Tabasco y las repercusiones que han traído al priísmo nacional, deben separarse del proceso de selección del nuevo presidente del PRI, que será hasta el próximo año y después de pasos fundamentales previos que deberán darse al interior del tricolor.
Entre ellos enumeró la restructuración del Consejo Político Nacional y la determinación de cuál será el procedimiento para la renovación de la dirigencia nacional del PRI.
-No puede pasarse por alto que una buena parte de los priístas rechazan la posibilidad de que Madrazo dirija al PRI.
-En efecto, he observado esta reacción en grupos muy amplios de priístas, pero el momento de decidir y de proceder, de acuerdo con las apreciaciones de la militancia sobre el trabajo político de Roberto Madrazo, será hasta el momento en que el partido ponga en marcha el proceso interno para la renovación de la dirigencia nacional.
Antes, remarcó, el PRI tiene que valorar en conjunto la nueva situación que priva en México luego del triunfo de Vicente Fox y su próxima asunción a la Presidencia de la República.
"México tiene un enorme reto de gobernabilidad. Con lo ocurrido el 2 de julio apenas se está iniciando la construcción de un nuevo sistema político mexicano y esto modifica todo. Todos los partidos están sujetos a cambios y vamos a ver situaciones no vistas hasta hoy."
En ese sentido, el legislador priísta dijo que no le extrañarían esos cambios, que pudieran incluso traducirse en algunos desprendimientos. "Lo consideraría natural, como parte del reacomodo del nuevo sistema de acomodo de partidos, que es lo que le va dar estabilidad política al país".
Borrego Estrada insistió: "Es necesario que no nos sorprendamos por muchas cosas que van a ocurrir en todos los partidos y quizá estos momentos nos estén llevando a una posible confusión, pero si lo vemos en conjunto, hay signos de que existe un reacomodo y ese es el llamado que he venido haciendo de manera consistente."
Para Borrego, aunque ganó Fox, la mayoría de los mexicanos no está en la derecha panista, tampoco en la izquierda perredista y, en buena medida, "por lo menos eso es lo que nos dijo el 2 de julio, ya no quieren participar en el PRI. Entonces esto tiene que cubrirse con una transformación radical del PRI para que surja un nuevo partido que cubra el espacio del centro democrático".
-ƑY puede el PRI llegar a esa transformación con un Roberto Madrazo que presiona?
-Es que no es el momento de pronunciarse por ningún candidato, sino de observar. Todos los priístas tenemos la obligación de observar a todos los prospectos, a los grupos que pudieran tener interés en presentar en su momento candidatos a la dirigencia.
El senador priísta reiteró que esto posibilitará ir formando juicios sobre los aspirantes, para emitir las opiniones y pronunciarse cuando el momento lo determine el propio partido, no antes.
En resumen, afirmó, "el PRI se juega muchas cosas", entre ellas su gobernabilidad interna, la posibilidad de avanzar y colocarse como una alternativa real de poder frente a una ciudadanía que lo rechazó en el proceso presidencial pasado, y además "habrá que tomar en cuenta que el evento posterior a la elección del nuevo Comité Ejecutivo Nacional del PRI debe ser la convocatoria a celebrar una asamblea nacional, que a mi juicio debe ser la más trascendente de las que haya realizado el Partido Revolucionario Institucional en toda su historia".
A su juicio, se trata de una asamblea fundacional, constituyente, en la que el PRI debe definir el proyecto de nación por el que habrá de luchar, con temas definitorios como el de las industrias petrolera y eléctrica, la situación del campo y la seguridad social. Esto es lo verdaderamente importante para el PRI en la actual coyuntura, no los pronunciamientos en favor de uno u otro candidato a dirigir el partido.