JUEVES 26 DE OCTUBRE DE 2000
Ť No hay pruebas de que baje el consumo: Cabrera Solís
Legalizar las drogas aumentaría problemas de salud: especialista
Ť Se cree que a mayor accesibilidad, más uso de estupefacientes
Angeles Cruz Ť La legalización de las drogas ha sido motivo de controversia mundial y hasta ahora sólo tres países han aplicado la medida a fin de abatir el problema de las adicciones. La mayoría de las naciones, e incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS), han concluido que no hay evidencias de que el número de adictos se haya reducido; por el contrario, se incrementaron los problemas de salud y violencia asociados al consumo.
Jesús Cabrera Solís, director de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), afirmó lo anterior y explicó que en Holanda existen cafés, hoteles y otros negocios autorizados para vender cigarros de mariguana. El gobierno parte de la premisa de que podría encapsular el problema y los usuarios de este enervante no recurrirían a otros medios para conseguirlo. Supuestamente, dijo, se tendría un control del número de adictos y las facilidades otorgadas servirían para que no usen otras drogas, en particular la heroína.
En ese país también existe un grupo de casas especiales para que los adictos a la heroína acudan ahí para inyectarse la droga. Ambos servicios representan para el gobierno ingresos económicos, por lo que es entendible que se insista en mantener este sistema, detalló el especialista.
Las otras dos naciones que aprobaron medidas similares con respecto a los estupefacientes son Austria y Suiza. El resto del mundo se ha manifestado en contra, basado en el hecho de que el nivel de consumo de las drogas legales (alcohol y tabaco) y la problemática que representa para el sector salud es más alto que el de las ilegales.
En el caso de México, comentó Cabrera, uno por ciento de la población utiliza alguna droga ilegal, mientras que 10 por ciento es dependiente del alcohol y 26 por ciento del tabaco. Los dos últimos constituyen graves problemas de salud pública.
El funcionario mencionó como prueba de lo anterior que 10 por ciento de la mortalidad general en el país es consecuencia de enfermedades asociadas al tabaquismo, mientras que la quinta causa de muerte son los accidentes provocados por el consumo excesivo de alcohol.
Cabrera Solís consideró que el problema real de México está en las drogas legalizadas. Sin embargo, no debe perderse de vista el incremento constante que ha tenido el uso de los estupefacientes, en particular la cocaína.
Para los especialistas existe un hecho indubitable: a mayor accesibilidad, mayor consumo, y en materia de salud pública, las consecuencias se reflejan en un aumento en el número de accidentes y violencia. Por otro lado, bajo una política de control, las autoridades tienen que enfrentar otro problema, que es el narcotráfico.
Al abundar sobre las razones en contra de la legalización de las drogas, Cabrera Solís mencionó los resultados de unas encuestas realizadas en el estado de México, en las cuales se detectó que 70 por ciento de los presos en las cárceles de la entidad reportó que al momento de cometer el ilícito habían ingerido alcohol.
Además, destacó, tendrá que considerarse que la drogadicción es una enfermedad incurable y lo más a que se puede aspirar con respecto a un paciente es a mejorar su calidad de vida y evitar las recaídas. De acuerdo con la experiencia de los CIJ en todo el país, entre 50 y 60 por ciento de las personas que concluyen un tratamiento de rehabilitación, reinciden en su adicción en el primer año, aunque su consumo es menor en cantidad y en frecuencia.