JUEVES 26 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Datos del INEGI no reflejan la realidad, advierte
Prevé la OIT tasa de desempleo en México de 2.7% para el 2001
Ť Sugiere política laboral independiente al gobierno en turno
Ť Los salarios, entre los más bajos del continente, señala
Fabiola Martínez Ť La tasa de desempleo abierto para el 2001 podría ubicarse en 2.7 por ciento, esto es, seis décimas más respecto al cierre previsto para este año, ''por lo que es necesario que la política de empleo de México se convierta en una política de Estado, independiente del gobierno que esté en turno'', señaló Víctor Tokman, director para América de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Dijo que si bien se ha registrado un aumento paulatino en los salarios (mínimos y contractuales), los costos laborales en México ''continúan dentro de los más bajos del continente'' y que en este sentido no es conveniente aplicar el trabajo por hora en esquemas similares a los de países europeos o de Estados Unidos, ''en tanto los niveles salariales persistan en niveles bajos''.
En conferencia de prensa posterior al coloquio "Los principales desafíos que enfrenta el mercado de trabajo en México en los inicios del siglo XXI", Tokman indicó que los principales desafíos que enfrenta nuestro país en esta materia se refieren a ''atender los problemas de informalidad en el empleo y de capacitación, así como el análisis respecto a la necesidad o no de adecuar el marco legal''.
En el coloquio fue analizado un amplio estudio elaborado, por encargo de la OIT, por la ex secretaria de la Contraloría Norma Samaniego, actual directora de la consultoría Santa Fe. En este documento se advierte la necesidad de ''contener el ensanchamiento del universo de puestos de trabajo altamente precarios y de muy baja productividad'', en el cual se ubica 41.6 por ciento de la población económicamente activa (PEA).
En el periodo de 1991 a 1998, el empleo formal creció a una tasa relativamente alta de 4.3 por ciento; sin embargo, la ocupación informal lo hizo más rápidamente, a un ritmo medio anual de 5.1 por ciento, mientras que en el sector agropecuario la ocupación bajó 0.7 por ciento. En el sector público, el crecimiento del empleo fue prácticamente nulo.
Cada año se incorporan al mercado de trabajo 1 millón 140 mil personas, situación que obligaría al empleo formal a crecer a una tasa de alrededor de 7 por ciento, es decir, tres puntos más que lo registrado en el periodo referido.
A pregunta expresa, el directivo de la OIT dijo que las estadísticas que ofrece el INEGI son ''bastante confiables'', en atención a los parámetros internacionales; sin embargo, en los hechos, México presenta una tasa de desempleo abierto por debajo de indicadores de Estados Unidos, Argentina o España.
''Es decir, (las estadísticas del INEGI) no reflejan la realidad laboral del país... hay gente empleada pero en ocupaciones precarias y con ingresos muy bajos''. Tokman agregó que la contratación colectiva seguramente tomará en los próximos años formas alternas al ''tiempo indefinido'', esquema que ya no será hegemónico.
El estudio en referencia ubica al empleo informal en las formas más precarias, constituidas por trabajadores sin pago y sin local o con local improvisado, empleados por cuenta propia o por familiares sin remuneración, ''grupos en donde se suma mayor número de carencias''.
Hoy en día, se agrega en el análisis de la OIT, el desempleo y la proliferación del empleo precario representan un muy alto costo para la sociedad en términos de recursos humanos no utilizados o subutilizados y una enorme carga social que se manifiesta en exclusión, frustración personal y pobreza.
Respecto al salario real, éste ''está en un límite en el que cualquier ajuste adicional por efectos de una eventual caida de la actividad económica o de ajuste estructural, tendría severas repercusiones sociales y políticas''.
Desde 1975, uno de los rasgos predominantes de la evolución del mercado de trabajo en México ha sido la ''prolongada declinación de los salarios reales''. En junio de 1999, el salario mínimo se situaba en un nivel equivalente a 27 por ciento del que tenía en 1978 y su deterioro ha sido más prolongado que el del salario medio.
Al respecto, el secretario del Trabajo, Mariano Palacios Alcocer, refirió que 17 por ciento de los trabajadores inscritos en el IMSS (sector formal) perciben el minisalario (37.9 pesos al día), esto es, alrededor de 2 millones de mexicanos.
A diferencia del análisis difundido ayer por la OIT, el funcionario aseveró que el salario mínimo ha tenido una recuperación real en los últimos dos años y los contractuales han superado de manera notable los niveles de inflación.
La próxima semana se instalará en sesión permanente la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, instancia en que representantes de empresarios y trabajadores discutirán el porcentaje de aumento salarial para el próximo año.
''Son justos los reclamos de los trabajadores, de mayores aumentos a los sueldos en general, para contrarrestar el rezago histórico que padecen, pero la recuperación sólo se puede ir dando gradualmente'', dijo.
Palacios Alcocer aseguró también que ''hay un proceso de recuperación creciente de la formalidad'' en el empleo y que en este campo México se ubica casi ocho puntos por arriba del promedio en América Latina.