JUEVES 26 DE OCTUBRE DE 2000
Ť CLASE POLITICA
Miguel Angel Rivera Ť Ernesto Zedillo está totalmente convencido de haber realizado una tarea positiva como Presidente de la República, pero ayer tuvo una demostración de primera mano de que tal opinión no es compartida por todo el pueblo de México.
En un suceso inusitado, como tantos que han sucedido últimamente en nuestro país, el primer mandatario saliente fue abucheado, dentro de la casa presidencial, por airados burócratas inconformes porque no se les otorgará bono sexenal, como sucedió por lo menos a la salida de sus dos inmediatos.
Antes ya se habían registrado silbatinas, abucheos e insultos contra primeros mandatarios en funciones, pero nunca en la propia residencia oficial de Los Pinos. Zedillo podrá agregar esta manifestación a las muchas "primeras veces" que ha registrado durante su mandato.
De ninguna manera puede decirse que haya sido un auditorio hostil o previamente preparado para la agresión. La dirigencia sindical de los trabajadores al servicio del Estado se ha contado siempre entre los grupos más disciplinados y sumisos frente al poder, pues precisamente su ascenso burocrático o político dependía de la voluntad de sus superiores, en especial del Presidente de la República en turno.
Por eso sorprendió, primero, que el líder de la FSTSE y senador, Joel Ayala Almeida, planteara una demanda que se ha generalizado entre los empleados de todas las dependencias oficiales. Luego vino la dura protesta de los otros invitados a Los Pinos.
El jefe del Ejecutivo lanzó la responsabilidad a los diputados de la anterior Legislatura federal, que el año pasado suprimieron la partida para los bonos de los funcionarios públicos.
Una verdad a medias. Es cierto que se ordenó cancelar la práctica de los bonos sexenales, pero esa acción estaba dirigida a los altos funcionarios públicos, los que recibían mediante ese recurso sustanciales ingresos, con frecuencia superiores a sus sueldos nominales. Los legisladores no se lanzaron contra las bases de la burocracia que devengan salarios apenas de subsistencia. Y esos salarios no crecen por la política económica del régimen, que impone topes a los aumentos, por considerar un grave peligro que los trabajadores tengan un poco más de dinero.
La cosecha
La ciudad de México se volvió a desquiciar, precisamente, por demandas de otro grupo de trabajadores que consideran afectados sus intereses. Los bloqueos en importantes avenidas estuvieron a cargo de ex empleados de TAESA, quienes exigen se les paguen indemnizaciones y se les recontrate en la aerolínea que sustituirá a su anterior fuente de trabajo... Para beneficio de los decepcionados burócratas, el ex secretario de Desarrollo Social y ahora senador, Carlos Rojas Gutiérrez, presentó la iniciativa de ley para el servicio profesional de carrera, la cual tiene entre sus finalidades dar seguridad laboral a los trabajadores al servicio del Estado y, al mismo tiempo, sentar las bases para que su labor sea más eficiente y profesional, para beneficio del resto de la sociedad... Allí mismo, en el Senado, al instalarse la Comisión Jurisdiccional, presidida por el panista Gerardo Buganza, se estableció que uno de sus propósitos será aprovechar la experiencia internacional para que cumpla mejor su función de control político y combate a la corrupción. En otras palabras, los legisladores deberán mejorar las leyes para juzgar y sancionar a los malos funcionarios públicos.