MIERCOLES 25 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Feliz de compartir con boxeadores de su época


Mantequilla Nápoles no concibe su vida fuera del pugilismo

Jorge Sepúlveda Marín Ť Para José Angel Mantequilla Nápoles el boxeo fue y es su vida. No se concibe como un ser humano en otra actividad que no sea peleando bajo un reglamento, por lo que si volviera a nacer, sin pensarlo, sería de nueva cuanta púgil. Eso sí, no sabe si cambiaría o no su forma de ser.

El ex boxeador cubano, pero naturalizado mexicano, y que fue la sensación de este deporte nacional en la década de los años 60 y 70, fue saludado por los asistentes a la 38 convención de Consejo Mundial de Boxeo. Responde con una gran sonrisa y un fuerte abrazo, casi siempre, pero en otras ocasiones apenas si extiende la mano y balbucea un "hola".

-Míralo, allí está, dice uno de los invitados, al tiempo que señala a Nápoles.

-Pues sí. Aquí tenemos a un chiquito que quiere entrar al boxeo y habrá que llevárselo a Tamaulipas, responde el compañero. Mantequilla suelta una sonrisa y acepta la invitación de acudir a la cita para que le hagan un nuevo homenaje.

De traje beige, sin corbata, el boxeador platica que de vez en cuando sus amigos lo invitan para que haga inauguraciones o para que dé arranque a cursos de boxeo, sobre todo en el norte de la República Mexicana, lo que desde luego "es muy bonito para mí. Me hacen sentir con ganas de seguir en esto".

Radicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde enseña la disciplina a los niños del lugar, recuerda que este lunes estuvo en la residencia oficial de Los Pinos, donde saludó de mano al presidente Ernesto Zedillo.

-ƑDesde cuando no iba a ese lugar?

-La última vez que estuve aquí fue el 29 de noviembre de 1969, cuando me recibió el presidente Gustavo Díaz Ordaz, luego de ganar el cetro mundial welter.

-ƑQué le dijo en aquel momento Díaz Ordaz?

-Que le gustaban mucho los chingadazos

-ƑAsí se lo dijo?

-Pue sí, ni modo que te lo esté inventando.

El legendario ex púgil está contento de haber platicado con gente de su época como José Medel, con quien recordó algunas de las hazañas del pasado y de lo que les enseña a sus pupilos.

Pero rechaza hablar de su familia y de otras ideas; dice que son temas privados.

-ƑCuál es la mejor lección que les da a su alumnos?

Piensa apenas por unos segundos y responde: "Cómo deben chingarse a su rival". Con eso, lo demás ya lo consiguieron.