MARTES 24 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Repelen con extintor a maestros y alumnos
Encapuchados toman por seis horas la Facultad de Filosofía
Ť Piden liberar a El Rocco y Erika Zamora; el CGH se deslinda
Karina Avilés Ť Un grupo de encapuchados que fueron identificados como miembros de la llamada Brigada Verde tomó por poco más de seis horas la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en demanda de la excarcelación de Roberto Espinoza, El Rocco, y de Erika Zamora. Durante la acción, los manifestantes activaron un extintor contra miembros de la comunidad estudiantil para alejarlos de la reja de entrada, que se encontrada cerrada con cadenas. Las clases se dejaron de impartir sólo por el tiempo que duró la protesta.
Varios alumnos, así como el secretario general de la facultad, Josu Landa, identificaron a quienes realizaron la toma como integrantes de la Brigada Verde. A este grupo -que nació durante la huelga estudiantil- pertenece El Rocco, actualmente preso en el Reclusorio Sur, en donde enfrenta dos procesos penales, uno por los disturbios ante la embajada de Estados Unidos el año pasado, y el otro por delitos contra la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, al haber participado en la alteración del mural de David Alfaro Siqueiros en Ciudad Universitaria. Asimismo, fue absuelto de la acusación de traficar con mariguana y cocaína en el campus.
De acuerdo con alumnos de Filosofía, la Brigada Verde, que ahora se llama Colectivo Acción, Justicia y Libertad, está formado por jóvenes que después de la huelga se ''radicalizaron'' y dejaron de participar directamente en el Consejo General de Huelga (CGH), aunque siguen reivindicando las demandas del órgano estudiantil.
Casi inmediatamente después de la toma, integrantes del CGH y del comité de huelga local se deslindaron de esa acción. En la facultad apareció un letrero que señalaba: ''Miembros del CGH nos deslindamos del paro de 24 horas que se realizó el día 23 de octubre. Este es un grupo de estudiantes que como colectivo decidió tomar esta acción''.
El secretario general de la Filosofía y Letras, Josu Landa, informó que miembros de ese grupo, que ''firma como Brigada Verde, entraron a las seis de la mañana a la facultad cuando ingresaron las personas del aseo, a quienes sacaron abruptamente y después se posesionaron de las instalaciones de manera violenta, pues hubo ruptura de vidrios, desplazamiento de objetos y por supuesto la violencia de impedir el paso. Tenemos una idea que son entre ocho y diez personas, mientras que la facultad está compuesta por entre 8 mil y 10 mil integrantes. Hacen demandas ajenas al mundo académico y piden la libertad de personas que no pertenecen a la facultad. La facultad fue sorprendida, porque el viernes y el sábado estaba completamente tranquila la comunidad''.
Cuando alumnos, profesores y trabajadores llegaron a su facultad, se encontraron con todas las puertas de acceso cerradas, sin embargo, optaron por no irse y concentrarse en las afueras de la misma. Detrás de las rejas de la entrada, que fue cerrada con cadenas y cable metálico, jóvenes encapuchados discutían con la comunidad universitaria. Algunos alumnos les preguntaron el porqué del cierre. Una de las mujeres con el rostro cubierto respondió: ''šPara mostrar que estamos presentes y que no se nos olvida!''.
Los gritos y las recriminaciones subieron de tono. Cuando los encapuchados intentaron colocar una cadena más a la puerta, y algunos estudiantes intentaron evitarlo, los de la Brigada Verde sacaron un extintor y rociaron con polvo blanco a quienes tenían enfrente, entre ellos profesores, estudiantes y periodistas. Esa acción la repitieron por lo menos cuatro veces.
El profesor Aurelio González, quien quedó impregnado con el polvo, manifestó: ''Para ellos, la libertad son cadenas, no aceptan el diálogo a puertas abiertas... šCerrar la facultad, agredir a la comunidad y usar cadenas en buen español se llama fascismo!''.
Más tarde, se formó una comisión de estudiantes que ingresó a la facultad para negociar su apertura con los inconformes. Mientras tanto, afuera los ánimos se calentaban. Cuando alumnos del comité de huelga de la Facultad de Derecho llegaron a solidarizarse con la Brigada Verde, fueron recibidos con gritos de ''šfuera, fuera, fuera!''. En ese ambiente, las pugnas y los intercambios personales salieron a relucir. ''šPinches humanistas mediocres!'', gritaba un joven de huaraches, sombrero y suéter de lana. ''šQuítate el disfraz!'', le respondían los alumnos que querían ingresar a su escuela.
Finalmente Joaquín, uno de los estudiantes que entró a la negociación, salió para leer un comunicado del mencionado colectivo, en donde éste enumeró sus peticiones: exigir la libertad de El Rocco, de Erika Zamora -quien fue alumna del CCH y está recluida en un penal de Guerrero- y de los presos políticos; desaparición de los cuerpos represivos de la UNAM; tener un congreso democrático y resolutivo, con mayoría estudiantil y sin autoridades; revisión de los planes de estudio; la concesión de la cafetería y de las fotocopias, y tener una cooperativa estudiantil.
A las 12:20 horas, a condición de que se discutieran los puntos anteriores fue reabierta la facultad. Los de la brigada se trasladaron al auditorio Che Guevara.
Temen agresiones en CCH Naucalpan
Silvia Chávez González, corresponsal, Naucalpan, Méx., 23 de octubre Ť Desde este lunes, autoridades del CCH Naucalpan reforzaron las medidas internas y externas de seguridad en el plantel, luego de la expulsión de ocho porros integrantes del Frente Estudiantil de Naucalpan.
Angélica Galnares Campos, directora del plantel, explicó que se reforzó la vigilancia en el exterior de la escuela, incluso con policías municipales, pues entre la comunidad académica existe el temor de represalias por parte de grupos violentos, que al ver afectados sus intereses podrían agredir a la comunidad.