MARTES 24 DE OCTUBRE DE 2000

Ť La administración entrante deberá hacerlo más eficiente, dice el especialista


Es necesario mantener el Progresa: Boltvinik

Angélica Enciso L. Ť El Progresa debe llegar a las comunidades altamente marginadas -alrededor de 500 mil familias-, las cuales carecen de escuelas y clínicas cercanas, ya que en la actualidad "los más pobres de los pobres" están excluidos de él y este aspecto deberá ser considerado por el próximo gobierno, consideró Julio Boltvinik, investigador de El Colegio de México e integrante del equipo de transición del área social del presidente electo, Vicente Fox.

El Progresa, dijo, debe mantenerse porque no es posible que de una administración a otra desaparezcan acciones y las familias dejen de contar con apoyos que ya tenían considerados en su ingreso. Sin embargo, precisó, debe tener modificaciones para que sea más eficiente y éstas pueden ser en la forma en que se entrega, ya que los cheques podrían ser individuales o colectivos.

Aunque resaltó que los cambios son importantes, consideró, sobre todo, que se trata de la transformación de una asistencia social a los pobres a su inclusión en el desarrollo. "Este aspecto se debe hacer paulatinamente, a fin de que las transferencias para que la gente coma se vayan eliminando, en la medida en que las familias puedan obtener mayores ingresos".

Al participar en la conferencia Estrategias para el Cambio en el Campo Mexicano, organizada por el Centro Internacional de Estudios Sociales y Tecnológicos de la Agroindustria y la Agricultura Mundial, Julio Boltvinik mencionó que entre las propuestas que ha hecho al próximo gobierno está la integración de un programa nacional de alimentación que dé coherencia y coordine todos los programas alimentarios.

Asimismo, mencionó la elaboración de la ley general de desarrollo social, en la que se incluya la obligatoriedad de la asistencia social, para lo cual se deberá reformar la Constitución. "Este aspecto -dijo- esta íntimamente ligado con el establecimiento del instituto de desarrollo humano".

Abundó en que la política del próximo gobierno tendrá que dar un giro de 180 grados, con el fin de que el enfoque de desarrollo para el bienestar de las personas se convierta en el centro. "La pobreza mata y cuando no lo hace produce una vida miserable", señaló.

El especialista estimó que aunque este proceso tomará tiempo es necesario empezar a dar los pasos "para echar atrás el proceso de regresión. Evaluar el desarrollo en función de las personas no de los medios o instrumentos económicos, además de requilibrar lo social y lo económico".

El instituto nacional de desarrollo humano o de la pobreza, el cual tendrá que ser autónomo, deberá contar con capacidad para hacer evaluaciones constantes de la dinámica de la pobreza, con un sistema de medición establecido previamente, que informe constantemente acerca de su situación.

Asimismo, agregó, tendrá que examinar los programas sociales. Hasta el momento, el Progresa es el único evaluado sistemáticamente por sus responsables, pero lo mejor sería que fueran trabajos independientes y que sea el instituto el que se haga cargo de ello.

El papel de la Secretaría de Desarrollo Social también será relevante, pues deberá tener presencia en el gabinete económico a fin de analizar el impacto social de las medidas económicas antes de que se establezcan. Por ejemplo, dijo, tendría que evaluar el efecto de gravar con IVA los alimentos.

Otro aspecto es que los recursos estén integrados, ya que en la forma en que actualmente se otorgan no es posible saber si todos los apoyos van directamente a los pobres, y así "se quitarían tentaciones de hacer transferencias a otros rubros que no sean de pobreza".