MARTES 24 DE OCTUBRE DE 2000

 

Ť Marco Rascón Ť

Pinky y Cerebro

ƑQué vamos a hacer esta noche, Cerebro?

--Lo mismo que hemos hecho a lo largo de estos doce años: šacabar y apoderarnos de este país, Pinky!

--Tú sí sabes, Cerebro, y para eso nada mejor que engañarlos haciéndoles creer que yo fui cerebrista y que tú alguna vez creíste en mí y me designate tu sucesor. šƑNo es maravilloso, Cerebro!? šEres genial defendiendo ahora la soberanía y la estabilidad monetaria! šTú como nacionalista y yo como basura neoliberal!

--Remítete a tu papel, Pinky, deja que todos estén de parte tuya y cuando termine tú mandato, šzas!, todos caemos sobre ti, generamos una gran confusión y mientras el otro se pone las botas, šnos apoderaremos de México!

--ƑY qué haremos con los perredistas?, dicen que se van a refundar, Ce-re-bro.

--Olvídalos, Pinky, entre lo que discuten y deciden quién será su candidato a la Presidencia en el 2006 o quién se queda con ese partido, nosotros ya habremos logrado apoderarnos del mundo globalizando a México. Por cierto, Pinky, Ƒno has sabido nada de Córdoba Montoya? ƑTú a quién crees que apoyaría? ƑA ti o a mí? Eso es un enigma para mí, pero me llama la atención que nadie haya preguntado por él, šahora que logramos acabar con el silencio de los ex mandatarios! Y Luis Echeverría ya puede hablar mal de Díaz Ordaz; López Portillo de LEA; Miguelito del Jolopo; yo de ti y tú de todos nosotros, pues creo, Pinky, que conmigo ha nacido la regla no escrita y apasionante de hablar mal del antecesor al que verdaderamente detestamos.

--Ya te pusiste sentimental, Cerebro, y me haces llorar; pero no importa, basta que te interroguen los perredistas para que salgas exculpado de todo; pues acuérdate cuando interrogaron a Córdoba y sólo traían como prueba recortes de periódicos. Yo me pregunto: por qué no te habrán reclamado lo de sus compañeros asesinados en estos doce años, Ƒacaso te perdonaron, Cerebro?

--šNo los subestimes, Pinky, son peligrosos!, podrían unirse al Partido de la Sociedad Nacionalista (PSN), que ya amenazó en la Camara de Diputados con ganar las elecciones del año 2024. No les refresques la memoria, pero recuerda que ese partido ha tenido épocas gloriosas, cuando los linchábamos en público y ahora sufren. A tu enemigo dale un cargo público y luego šlo destruyes!

--Eres genial, Cerebro, šun artista provocando destrucciones!

--Te propongo que nos apoderemos de los periódicos antes de que se los vendan a los priístas resentidos. El de las botas ya se cobró la primera con Excélsior y no será el único... šHagámoslo, alguien se quiere apoderar de la producción de mentiras!

--Me estás asustando, Cerebro, yo acepté ser tu sucesor, porque creí que me apreciabas y, sin embargo, compruebo que me desprecias más que a tu propio hermano, acusándome de ser responsable de los "errores de diciembre."

--Ni modo, Pinky, a veces hay que sacrificarse por el país, y tú o yo teníamos que cargar con la sobrevaluación del peso que me fue impuesta por Clinton como última condición para la firma del TLC en 1993. šEllos también querían apoderarse del mundo, Pinky! šYo tenía que salvar el sexenio de la modernidad! Y quién mejor que tú, con esa cara, para ser responsable de los errores. Te dí ese honor y no me lo has reconocido, querido Pinky.

--O sea que quieren que yo devalúe otra vez antes de irme, Ce-re-bro.

--Ese es tu papel, Pinky: hacer estupideces en bien del país. ƑO vas a permitir que el de las botas sufra como tú has sufrido, querido amigo?

--šEres genial, Cerebro!

--Entendiste por fin...

(En ese momento el hermano de Cerebro, desde la prisión, lo acusa de corrupción en un programa de televisión y todo el plan para apoderarse del país se viene abajo.)

--(Llorando) šNunca creí que fueras tan perverso, Pinky! Me has humillado usando a mi propio hermano como si fuese el apoyo de un giro negro, aplicando toda la fuerza del Estado contra el cerebrismo.

--No, Cerebro. Es una maldición: nunca sabes quién te los arrima; nunca sabes si son de la familia o son tus enemigos, nunca sabes cuándo cobran y cuánto cuestan.

--Regresaré, Pinky, te lo prometo y entonces sí, sí, sí... šNos apoderaremos del mundo!

--ƑQué haremos esta noche, Cerebro?

--Lo de siempre, Pinky: destruir este país que nunca ha estado a nuestro nivel, pues como dice Fernando Pessoa: "yo soy del tamaño de lo que veo y no del tamaño de mi estatura".

--šEres genial, Ce-re-bro!

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