MARTES 24 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Presión de todas las bancadas para remover a González Salas


Renuncia el secretario general de la Cámara

Ciro Pérez Silva Ť El secretario general de la Cámara de Diputados, Fernando Franco González Salas, presentó ayer su renuncia al cargo luego de las presiones que todas las bancadas ejercieron para promover su sustitución, por ser un funcionario en el que recaían más atribuciones que en cualquier legislador.

Trascendió que una de las propuestas para ocupar este cargo se refiere a Joaquín Contreras Cantú, dos veces diputado y una vez oficial mayor de la propia Cámara, además de delegado en Benito Juárez al inicio del gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

El accidentado paso de Franco González Salas por San Lázaro comenzó antes de que rindiera protesta ante el pleno, ya que no fue sino hasta la tercera vez que acudió a la Cámara de Diputados para dar curso a este trámite, que los grupos parlamentarios llegaron a un consenso que permitiera asumir el cargo.

Cuando fue propuesto por el PRI para ocupar por primera vez el puesto recién creado, el entonces diputado perredista, Gilberto López y Rivas, lo impugnó destacando su "cercanía con el salinismo". Sostuvo entonces que la casa de Cracovia, en la que despachó el candidato electo Carlos Salinas de Gortari, pertenecía a la familia de Franco González Salas.

Ya en la pasada legislatura fue visto como un obstáculo por los partidos de oposición, cuando la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal presentó la solicitud de procedencia en contra del entonces secretario de Turismo, Oscar Espinosa Villarreal, misma que llegó a las manos del secretario general.

Con una interpretación que las oposiciones calificaron como tendenciosa, Franco González Salas decidió que la documentación debía entregarse a las comisiones unidas de gobernación y justicia, mientras que las oposiciones coincidían en que debía entregarse a la comisión jurisdiccional. Con el primer procedimiento se garantizaba a Espinosa Villarreal, al menos, un mes de trámites antes de que la documentación fuera evaluada y se definiera si procedía o no la solicitid de procedencia. Mientras que con el trámite propuesto por las oposiciones, se acortaban los plazos en contra de funcionario.

Un segundo enfrentamiento entre el secretario general y los diputados tuvo lugar dos meses antes de que finalizara la 57 Legislatura, cuando Franco González Salas exigió a los legisladores que entregaran computadoras, teléfonos celulares y automóviles, a pesar de que los trabajos terminan por ley el último día de agosto.

Ya en la 58 Legislatura, el secretario general se negó a entregar a los coordinadores la información sobre la cuenta pública, las auditorías al Fobaproa, la documentación sobre los fideicomisos del PRI y las auditorías de desempeño que el contador Mayor de Hacienda había entregado a la Cámara. De acuerdo con los diputados, el secretario general argumentaba que en tanto no estuviesen integradas las comisiones, no estaba dispuesto a proporcionarles dicha documentación.

La renuncia del secretario general de la Cámara de Diputados se suma a la de Jorge Valdés, secretario de servicios administrativos, quien se incorporó al Senado en días pasados. Con estos movimientos, se inician los cambios en el organigrama del área administrativa de la Cámara de Diputados que dejó la legislatura anterior y que no satisface los requerimientos de los nuevos diputados.

Antes de trascender la propuesta de Contreras Cantú, los priístas mencionaron a María Emilia Farías como remplazo en la secretaría general de la Cámara de Diputados.

Sin embargo se encuentra impedida para ello, en virtud de haber contendido para un cargo de elección popular, como suplente de Enrique Jackson Ramírez.