LUNES 23 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Dice que "no hay elementos" para darle la victoria al PRI o al PRD
Nuevos comicios, sugiere el consejero Joaquín Díaz
Enrique Méndez, enviado, y René Alberto López, corresponsal, Villahermosa, Tab., 22 de octubre Ť El consejero electoral Joaquín Díaz Eznaurrízar denunció que las irregularidades cometidas antes de la elección para gobernador, y el ambiente "de mafia siciliana" que se vivió el domingo pasado, hacían "dudoso" el resultado de las votaciones. Acusó que aunque había un pacto para que la empresa Berumen no emitiera sus resultados de conteo rápido, el presidente del Instituto Electoral de Tabasco (IET), Leonardo Sala Poissot, los autorizó, con la intención de que el candidato del PRI, Manuel Andrade Díaz, tuviera una base para declararse ganador de la contienda.
Por eso, dijo, no hay elementos "para levantarle la mano" al candidato del PRI, Manuel Andrade Díaz, ni al del PRD, César Raúl Ojeda Zubieta.
Luego de lo que calificó como un largo proceso de "reflexión", Díaz Esnaurrízar recomendó que se anulen las elecciones y se convoque a unas nuevas en el 2001, después que los tribunales estatal y federal revisen las pruebas que les hagan llegar los partidos políticos. Igualmente, pidió a los demás consejeros que se sumen a esta decisión y no avalen el proceso.
Las declaraciones del consejero, quien ha mantenido una posición crítica dentro del Consejo Estatal, motivaron una agria respuesta del presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Florizel Medina Pereznieto, quien lo acusó de no tener ética y de no resistir sus inclinaciones políticas hacia el PAN. "No tiene pantalones", expresó. "Como dijo el traidor Arturo Núñez, es un mariquita sin calzones", y en ese tono convocó a la población a "no dejarse embaucar" por Díaz Esnaurrizar.
Entrevistado por el conductor radiofónico Emanuel Sibilla, Díaz Esnaurrizar se sinceró: "Le agradezco a Dios que me haya dado la sensibilidad para llegar a su conciencia, y que esto sirva para que los otros consejeros asuman el papel que les corresponde".
Estas declaraciones fueron tomadas con sorna por Medina Pereznieto, quien dijo en tono amenazante: "šQué bueno que se encomiende a Dios y ojalá se confiese!, porque la actitud que está asumiendo es contraria a la de cualquier ser humano digno de un código de ética y moral". Esta pugna se originó a unas horas de que se reuniera el Consejo Estatal del IET, para realizar el cómputo de las 18 actas de los distritos en la elección para gobernador.
El consejero dijo que hacía esas revelaciones porque en el orden del día de la sesión no se incluía un apartado para realizar un debate sobre la elección, y que la agenda estaba considerada para que en una reunión fast track se declarara gobernador a Andrade Díaz.
Díaz Esnaurrizar desgranó los "ocho pecados" de la elección, y por los cuales no podía avalar el resultado del proceso.
Explicó que los medios de comunicación local, escritos y electrónicos, "como mercenarios al servicio del gobierno del estado", rompieron toda forma de equidad, a lo que se sumó el voto corporativo; la compra y coacción del sufragio, y el derroche de recursos en las campañas políticas, tanto del PRI como del PRD.
Por otra parte, una vez que terminaron sus declaraciones Díaz Esnaurrizar y Medina Pereznieto, también entró a la polémica el diputado local del PRI, Milton Lastra, quien admitió que hubo fraude en la elección, y se sumó a la convocatoria de anular los resultados y convocar a nuevos comicios. "Antes de ser priísta, soy tabasqueño, y hay que terminar con estas prácticas fraudulentas que aún se viven en Tabasco", dijo el legislador.