LUNES 23 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Datos de la UNAM sobre convenios de trabajo


Critican académicos falta de interés de la IP en la investigación mexicana

Ť "Las empresas no hacen innovación tecnológica propia", afirman

Karina Avilés Ť Pese a que la UNAM realiza 50 por ciento de la investigación en México, sólo recibe por ingresos extraordinarios --es decir, por los convenios de trabajo que hace con empresas públicas y privadas-- 492 millones de pesos, equivalentes a 5 por ciento del total del subsidio federal que percibe, cuyo monto es de 9 mil 600 millones de pesos, revelan datos de la institución.

Aunado a ello, los convenios que se efectúan son fundamentalmente con el sector público, pues pareciera que hay "falta de interés" de la iniciativa en la investigación mexicana, señalan académicos. De acuerdo con una "estimación gruesa", de cada diez proyectos que se realizan en el área que corresponde a la coordinación de la investigación científica de la universidad, sólo uno es en colaboración con el sector privado.

Para algunos investigadores de la máxima casa de estudios, lo anterior habla de que a la industria "parece que no le interesan los conocimientos que puedan apoyar al desarrollo del país", y otros más advierten que "el problema es que la naturaleza de la industria mexicana es tal, que todavía no hace innovación tecnológica propia y por ello, contrata poco a las universidades".

La situación podría agravarse. La doctora por la Universidad de Strath Clyde en Ciencias de la Información y profesora de la Facultad de Filosofía y Letras, Judith Licea, advierte que de traducirse en hechos las declaraciones "un poco oscurantistas y terroristas" que han vertido miembros del equipo del presidente electo, Vicente Fox, y legisladores panistas --en el sentido de que podrían no aumentarse recursos a las universidades públicas y que inclusive, se condicionarían-- habría un "fracaso" como país, pues las instituciones públicas representan un gran triunfo.

Si no aumentan presupuesto a la UNAM, los rezagos se agudizarán

Destaca: "La universidad pública no es la universidad de los conflictos, no es la universidad de las luchas internas. Es la universidad de trabajo". Por ello, alerta que de no incrementarse el presupuesto a la UNAM "los rezagos se agudizarían: faltarían recursos para la investigación y la docencia, se comprarían menos libros, revistas, áreas como la difusión de la cultura --que representa la oferta cultural más importante en la ciudad de México-- se verían disminuida hasta con riesgo de extinción. Y si se recorta el personal, el peligro sería mucho mayor".

Es decir, resume, "en un principio, la UNAM quedaría en vida vegetativa para después darle el golpe final...Yo no le veo futuro al país cerrando la UNAM o el Instituto Politécnico Nacional (IPN) o la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)", subrayó.

Sobre los pocos recursos que capta la UNAM por convenios de trabajo con empresas públicas y privadas, pese a que la institución realiza 50 por ciento de la investigación que se hace en México, dijo que "efectivamente la institución no sólo efectúa el mayor número de investigaciones, sino también las de mayor calidad" seguida de instituciones como el Cinvestav, aunque expresó que también debe considerarse el número de investigadores que hay en la universidad y cuánto es lo que ésta produce, entre otros aspectos.

Por otro lado, apuntó, la investigación no necesariamente "tiene que ser en función de un beneficio que se dé a partir de la relación universidad-industria, pues el conocimiento tiene que crearse".

A la industria, "parece que no le interesan los conocimientos que puedan apoyar al desarrollo del país". No obstante, también tiene que analizarse qué tanta industria hay en México, añade Licea.

Para el director de Programas Universitarios en la Coordinación de la Investigación Científica, Pablo Moulás, "se necesita que la industria haga desarrollo tecnológico para que la universidad pueda apoyar" con investigación.

Expresó que la mayor parte de los trabajos que se solicitan en el área que corresponde a la Coordinación de la Investigación Científica son por parte de Pemex y las entidades gubernamentales. "

"Con la industria privada son pocos los proyectos. Si hacemos una estimación gruesa podríamos decir que de cada diez, uno es del sector privado" .Y explicó: "la mayor parte de lo que nos piden son estudios, más que investigación".

Lo anterior, añade, "demuestra que en México se hace muy poca innovación tecnológica. Cuando la industria gasta en investigación lo ve como una inversión y analiza su rentabilidad, pero no estoy muy seguro de que piense que es una buena forma de invertir el dinero".

La UNAM puede apoyar a los sectores , ya sea de la iniciativa privada o del gobierno, "pero la voluntad de querer mejorar y desarrollar innovación tecnológica tiene que ser de ellos. En el momento en que haya mayor interés recibiremos mayores solicitudes de apoyo", agregó.

Por otro lado, señala que la propia universidad "tiene problemas para hacer los convenios en colaboración, pues hay muchos hábitos de trabajo que no están orientados a ello...La burocracia obstaculiza los convenios externos", afirma, por lo que indicó que es necesario que la universidad cuente con los procedimientos "adecuados, ágiles y flexibles" para mejorar sus convenios con el exterior.