DOMINGO 22 DE OCTUBRE DE 2000

Ť El cuarteto actúa hoy en el FIC; presentará Aramat, su reciente cd


Tritonía, free jazz de la mejor factura

El ahora cuarteto de Tritonía se presenta este domingo 22, al medio día, en la Ex Hacienda de San Gabriel, en el marco del 28 Festival Internacional Cervantino.

Este hecho es una buena noticia para los seguidores del free jazz que puedan darse una vuelta por Guanajuato o para aquellos que, ya estando allá, quieran enfrentarse a la madurez evolutiva de uno de los mejores grupos mexicanos en el género.

Después de dos discos en los que el grupo nos entregó sus propios conceptos de libertad y sonido, en su nueva producción, Aramat, aparece con sorprendentes arreglos a obras de Miles Davis, John Coltrane, Wayne Shorter, Charlie Parker y Don Gronlick, además de tres piezas de su propia cosecha. Este álbum en pleno será presentado, por primera vez, en el festival.

Entre los sellos característicos de Tritonía destacaban la energética voz de Géraldine Célerier y el imaginativo virtuosismo instrumental de Armando Cruz, en la batería, y Rodrigo Castelán en el bajo. Hoy en día, esto se ha visto fortalecido al máximo con la inclusión del genio de Aarón Cruz (Cráneo de Jade) en el bajo eléctrico, lo cual ha dado pie para que Castelán se haga cargo de la guitarra y los teclados.

Aunque en realidad Rodrigo no se ha olvidado de su primera instrumento, y en este nuevo disco se avienta un dueto de magia al lado de Armando Cruz. Bajo (de siete cuerdas) y batería recrean, reinventan a John Coltrane con su Giant steps, una pieza en la que los dos músicos arman una catedral de dimensiones inimaginable... Sólo escuchándola puedes medio acercarte a su realidad, e ir redescubriéndola cada vez que el rayo láser la vuelve a recorrer.

Como es su costumbre, Aramat fue grabado en directo, a la primera toma, por lo que seguramente el concierto de Guanajuato nos ofrecerá nuevos vértices de la creatividad del grupo. Si Tritonía fuera más consistente en sus ensayos, si se vieran más seguido, si sus talentos convivieran durante más tiempo (llega a pasar más de medio año sin que se vean), los resultados superarían cualquier expectativa.

Géraldine habla al respecto: "No somos un grupo forzado, somos un grupo natural, de gente que nos queremos y nos respetamos. Ahora, en cuanto a los ensayos, eso está complejo, es una manera que tenemos de trabajar; si tocamos mucho juntos, todo el tiempo juntos y solamente juntos, nos hartamos absolutamente los unos de los otros.

''Como en cualquier relación sana, cada quien necesita un tener un poco su vida dentro de la vida de Tritonía, cada quien tiene su vida musical y cada quien ahonda y estudia como mejor le conviene y como mejor está con su conciencia y su responsabilidad para con la música".

Tritonía toma su nombre del término tritono, un intervalo de cuarta aumentada que, por su disonancia, estuvo prohibido en la Edad Media, e incluso se le llamaba diabolus in musica. Otro atractivo para ir a escucharlos.

(Antonio Malacara)