DOMINGO 22 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Céspedes en el Auditorio
Concierto de amor, amigos y nervios
Aunque no llenó el Auditorio Nacional, el cantautor cubano Francisco Céspedes demostró que el feeling caribeño siempre tiene un público fiel.
La noche de este viernes, Céspedes arribó, por primera vez en su trayectoria, a este foro ''lleno de amor, canciones y nervios'', para compartir con sus seguidores y amigos las razones que lo han llevado a ingresar en la lista de los bohemios preferidos y los románticos más solicitados.
En un derroche de nostalgia y emotividad, Francisco Céspedes trajo consigo no sólo los temas que le han dado fama sino también a las personas que han sido partícipes de su carrera; fue así como Agustín Lara, David Torrens, Fernando y Fernandito Acosta, su esposa Marjorie González y su pequeña hija Mariana lo acompañaron en el escenario.
Entre el público, los compositores Denisse de Kalaffe y Arturo Castro, ambos creadores de dos de los temas que Céspedes incluye en su más reciente álbum, Dónde está la vida, también le demostraron al cubano su apoyo incondicional, ''no sólo en lo que al concierto respecta, sino también en lo que a la amistad concierne''.
La primera sorpresa de la noche, luego de la noticia de que esta actuación sería grabada para una transmisión especial que se hará por televisión abierta en fecha próxima, fue el dueto que Céspedes realizó con su esposa Marjorie, quien demostró la gran calidad de su fuerza interpretativa al sustituir la voz de Sole, la vocalista del grupo español Presuntos implicados, en el tema Nadie como tú.
Pero la bohemia apenas comenzaba y Céspedes aún tenía guardados varios ases bajo la manga; uno de ellos fue el montaje de una pequeña escenografía con la que recordaba al bar en el que cosechó sus primeros éxitos en esta capital, Los Intimos.
Esta última estuvo enmarcada no sólo con la presencia de sus dueños en el escenario, sino también de otro cantautor cubano con quien compartió aquellos días: David Torrens.
Tan sólo unos instantes para saludar y ya cantaban juntos y a capella un viejo danzonete de su natal Cuba, Longina.
El momento de mayor clímax entre la audiencia fue cuando Céspedes interpretó uno de los temas que han encontrado el mejor camino para conquistar el alma, Remolino, el cual junto con Vida loca dejaron por sí solas entre la gente la idea de que haber acudido a esta cita nocturna ''valió la pena''.
Además de su banda, la cual está conformada por ocho integrantes y dos coristas, entre ellas la propia Marjorie, Céspedes presentó a cerca de 30 músicos sinfónicos que se encargaron de revivir el tema de Agustín Lara, Solamente una vez.
Mientras el rostro de El Flaco de Oro aparecía en una pantalla colocada al centro del escenario y, bajo ella, un badoneonista completaba el conjunto.
Céspedes demostró que el derroche nocturno aún no había terminado cuando llamó a Fernandito Acosta a compartir el tema Tú por qué en piano y voz, sonidos a los que se unió el del saxofón cuando Fernando Acosta llegó para integrar el trío.
''Gracias, México. Mi homenaje para ti a través de la música'', dijo.