DOMINGO 22 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Manipulación oportunista, la protesta: Madrid


Marchan 150 mil vascos para rechazar la violencia de ETA

Ť La convocatoria del lehendakari no fue apoyada por PP ni EH

SPAIN-23-1 Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 21 de octubre Ť Bajo el lema "Paz, ETA no" unas 150 mil personas marcharon hoy por las calles de Bilbao en respuesta a la convocatoria del presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, para expresar su rechazo a la violencia del grupo armado separatista.

El Ejecutivo español, presidido por el conservador José María Aznar, calificó la marcha de "manipulación oportunista y grave", y el gobernante Partido Popular consideró que el desfile es "un balón de oxígeno" para el gobierno de Ibarretxe.

El lehendakari Ibarretxe convocó el pasado 5 de octubre a todos los sectores políticos y sociales del País Vasco a exigir a ETA de forma "unánime" el abandono de la lucha armada y la reanudación del diálogo.

Pero en los últimos días, los representantes del Partido Popular y del gobierno español criticaron a quienes respondieran a la convocatoria, especialmente a los socialistas, a quienes incluso acusó de "traición".

Para algunos medios de prensa, la asistencia a la marcha del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) abriría una brecha en la posición del Partido Popular y de la mayor organización opositora en su pedido de elecciones anticipadas

La manifestación contó con el apoyo, además de militantes y dirigentes del PSOE, del Partido Nacionalista Vasco (en el gobierno local), Eusko Alkartasuna, Izquierda Unida y el partido catalán Convergencia i Unió (socio parlamentario de Aznar), así como de los sindicatos Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores y de las organizaciones pacifistas Gesto por la Paz, Elkarri y Bakea Orain.

Bajo una intensa lluvia, todos marcharon tras una cadena humana formada por familiares de algunas de las víctimas de ETA, entre ellos la viuda del ex gobernador civil de Guipúzcoa, el dirigente socialista Juan María Jáuregui, asesinado por el grupo armado vasco en julio pasado.

La marcha de protesta finalizó en el ayuntamiento de Bilbao, donde la viuda de Jáuregui leyó un comunicado en el que exigió al grupo armado "que escuche el clamor de paz" de la sociedad vasca.

Antes de la manifestación, el gobierno vasco difundió un comunicado en el que señaló que "la sociedad es la protagonista de un acto que pretende el respeto escrupuloso de los derechos y las libertades de todas las personas y que denuncia y condena con rotundidad la violencia de ETA".

Gorka Keller, secretario general de Eusko Alkartasuna, apuntó que la marcha también es una invitación al "diálogo, la reconciliación y la colaboración" entre las diferentes fuerzas políticas para reconducir la paz en la región, en tanto que Convergencia i Unió consideró que el Partido Popular cometió "un error" al quedarse al margen de la movilización antietarra.

Tampoco participó en la manifestación el partido Euskal Herritarrok, considerado como el brazo político de ETA. El líder de esa formación, Arnaldo Otegi, sostuvo que la convocatoria "no es para decir a ETA que no, sino para decir que sí al entierro de la unidad abertzale (vasca)".

A su vez, Sedineak, organización no gubernamental que aglutina a los familiares de las llamadas "víctimas de la represión política contra Euskal Herria", consideró que con el lema de la convocatoria, "Ibarretxe, consciente y lamentablemente, se olvida de una parte importante de este país, que es víctima del conflicto".

Exigió además que se busque "una nueva solución a un problema que es político, tenga o no expresiones de violencia", y señaló que hubiera preferido una convocatoria bajo un lema "que reclamara libertad, justicia y diálogo".

En este contexto, la policía autonómica vasca informó hoy que desactivó un artefacto explosivo colocado en una oficina de la empresa Joma, localizada en la ciudad guipuzcoana de Mondragón, cuyo propietario milita en Eusko Alkartasuna.

A su vez, el Ministerio del Interior dijo haber identificado a Javier García Gaztelu, Irantxu Gallástegui y José Luis Geresta como los miembros del comando de ETA que secuestró y asesinó en julio de 1997 al concejal Miguel Angel Blanco, del oficialista Partido Popular.

Gaztelu y Gallástegui son considerados por los servicios de inteligencia españoles como miembros de la cúpula militar de ETA, mientras que Geresta fue encontrado muerto en un descampado cercano a San Sebastián a finales de 1998.