DOMINGO 22 DE OCTUBRE DE 2000

  


Ť José Antonio Rojas Nieto Ť

La danza eléctrica de los millones

Un buen amigo, investigador de cuestiones energéticas en California, se ha dedicado a analizar la desregulación del sistema eléctrico de ese importante estado del país vecino del norte, y explica que, pese a que en la orgullosa California hay un ente regulatorio que cuenta con personal altamente calificado y de gran experiencia en lo eléctrico, se ha visto obligado a ser sensible a las movilizaciones, reclamos, protestas, observaciones y propuestas de diversas organizaciones civiles de consumidores y ciudadanos que ya cuestionan severamente el proceso californiano. Así pues ?explica Rafael?, la apertura de un mercado spot de energía eléctrica ha conducido a un total desequilibrio que se manifiesta con nitidez en dos severos problemas: 1) el de abasto suficiente, confiable y a bajo costo de energía eléctrica; 2) la pérdida de impulso en la búsqueda de una mayor eficiencia energética. Y el estimado Rafael nos invita a reflexionar sobre ello y a aprender rápidamente las lecciones de lo que, al menos por el momento, califica de experiencia desastrosa que no puede repetirse en México.

En primer lugar subraya que precisamente este verano, con plena reforma en funciones, la más importante empresa californiana de electricidad (APG&E, siglas en inglés de la importante Pacific Gas and Electric) acumuló pérdidas por poco más de 2 mil millones de dólares y continúa acumulándolas hasta por cerca de 100 millones de dólares a la semana porque el costo de producción de la energía eléctrica es mayor a las tarifas que puede cobrar a sus usuarios, unas tarifas fijas o congeladas establecidas como condición (carnada podríamos decir) para que la sociedad civil californiana otorgara el visto bueno a la restructuración planteada en el año de 1998.

Pero, además ?explica Rafael?, el famosos cobro que se agrega a la facturación del consumo de los usuarios para que las compañías eléctricas puedan amortizar a paso acelerado las plantas viejas y puedan apresurar el establecimiento de la nueva, más eficiente y menos costosa tecnología ?la del ciclo combinado que, sin embargo, supone gran disponibilidad de gas natural a buen precio? que debe permitir costos decrecientes a toda compañía que la instale ?pública o privada?, ese famoso cargo también les está resultando negativo a las empresas dado que en algunas ocasiones los precios de venta fijados son inferiores a los costos de generación y, ocasiones, mucho más bajos que los precios spot del mercado de energía eléctrica de California (de 2.075 centavos de dólar por kilovatio/hora en el pico en junio de 1998 se llegó a 16.225 centavos en junio de este año), al que muchos distribuidores tienen que recurrir para abastecer a sus usuarios.

Mucho estudio sobre este caso recomienda Rafael. Y casualmente este viernes se anuncia que el director del organismo operador del sistema eléctrico de California, Terry Winters, en el marco de una situación que él mismo califica de grave por los altísimos precios a los que ha llegado el fluido eléctrico en ese estado, citó urgentemente a una conferencia de prensa para anunciar las posibles alternativas para mantener costos bajos del suministro sin pérdida de confiabilidad y calidad.

Bueno, pues en este mismo ánimo resulta significativo analizar la experiencia del estado de Wisconsin y la del estado de Pennsylvania y la de los otros 22 estados del país vecino del norte, que ya tratan de remendar sus procesos, en algunos casos caracterizados como dramáticos pues luego de un acelerado proceso de desregulación (por su rapidez identificado como forma Big-Ban, ese que el gobierno saliente propuso inicialmente para México) se han registrado constantes y graves cortes del suministro.

En un artículo reciente de The New York Times (15 de septiembre) se asegura que la fascinación inicial que había despertado el proceso de desregulación entre los consumidores de electricidad de los estados de la nación vecina del norte, se ha transformado ya en una seria reserva en algunos casos rechazo, y que ya se solicita el regreso a la regulación anterior por parte del gobierno y la suspensión no sólo del mercado spot sino del mercado libre de energía en algunos estados.

El asunto correspondería sólo a una anécdota de los altos recibos de luz de nuestros vecinos. Pero no. Lo grave es que en México, incluso luego del rechazo contundente a la reforma Big-Ban del gobierno saliente, los que se identifican como personeros del nuevo gobierno en el área de energía y los nuevos legisladores del PAN, siguen insistiendo en un cambio que no han reflexionado con detalle, sujetos ?qué duda cabe? a una severísima presión e influencia de personeros de compañías privadas que se mueren ?sí, se mueren? por tener el control de la industria eléctrica de México (mejor que en China o en la India), y garantizar para sí y sus socios y patrocinadores, jugosísimas ganancias, porque una reforma eléctrica con compañías privadas a la usanza actual nunca podrá bajar tarifas, y sólo se transformará en la danza de los millones, es decir, la danza eléctrica de los millones.