DOMINGO 22 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Aceptarán el apoyo ofrecido por otros medios
Sólo para dos semanas, insumos de cooperativistas de Excélsior
Ť Regino Díaz está suspendido, y deberá responder, insisten socios
Humberto Ortiz Moreno Ť Los nuevos administradores y editores de Excélsior tendrán que indagar entre las cuentas y libros contables -desde ayer resguardados con sellos notariales- que durante 24 años manejaron Regino Díaz Redondo y sus cinco colaboradores más cercanos en la dirección y administración del diario, a fin de rescatar los fondos que aún quedaran disponibles, auditar los números y, finalmente, fincar responsabilidades a quienes resulten culpables.
De entrada, establecieron Patricia Guevara y Armando Sepúlveda, miembros del consejo editorial provisional, Díaz Redondo y su equipo solamente están suspendidos, y tendrían que responder, en principio, por la probable comisión del delito de evasión fiscal, toda vez que endeudaron a la cooperativa con Hacienda sin informar a los socios.
Prevén que en los primeros días de noviembre, a más tardar, estarían en condiciones de abrir los libros contables que por norma el ex director tenía que entregar a la asamblea 10 días antes de la plenaria, pero como prácticamente era juez y parte, no cumplía esta disposición.
"No entendemos la lógica con la que nos pretendían vender la idea de la quiebra, cuando presuntamente había tantos interesados (10, según Regino) en adquirir el diario", externó Guevara en conferencia de prensa, convocada ayer por la tarde para ratificar que, por unanimidad, los cooperativistas se oponen a la venta de Excélsior.
Tan optimista se les presentó el panorama tras quitar a Regino Díaz, que la circulación les reportó un incremento de 15 por ciento, y las llamadas telefónicas de apoyo del público suscriptor fluyeron desde temprano. Hasta los datos de esta área les escondió la anterior dirección reginista: son 65 mil ejemplares diarios, no 180 mil como él presumía.
Por lo pronto, cuentan con papel, tinta y recursos humanos y materiales suficientes para mantener la publicación del rotativo durante dos semanas más, pero posteriormente tendrían que acogerse a la solidaridad que otros medios ya les han manifestado en la dotación de insumos de producción.
"La maldición que Regino lanzó cuando dijo que sólo sobreviviríamos dos semanas, no se cumplirá", aseguraron.
Están dispuestos a dejar de cobrar mientras arreglan las finanzas
En cuanto a la nómina, Guevara y Sepúlveda establecieron que no habrá problemas inmediatos, aunque después del pago de la próxima semana deberán darse "un espacio para poder negociar" con la plantilla laboral que, comunicaron, está dispuesta incluso a dejar de cobrar un tiempo mientras se estabilizan las finanzas de la cooperativa.
Presentada ya la denuncia de hechos UN/CEN-083/00-10, con la que queda abierta la averiguación previa contra quien resulte responsable del desfalco en la Cooperativa Excélsior, el nuevo consejo editorial provisional convocará a asamblea extraordinaria para el próximo 30 de octubre, a fin de iniciar la revisión formal de los libros contables de la administración de Regino Díaz Redondo y decidir la ruta a seguir, de modo "que no se nos revierta el proceso".
Desde ayer comenzaron a recorrer una ruta crítica de dos semanas para oxigenar y limpiar la deteriorada estructura del otrora "periódico de la vida nacional". Levantar un inventario de las oficinas, acelerar compras, revisar gastos por nómina para depurarla y extirpar los excesivos sueldos que cobraban determinados funcionarios, en especial Regino y los guardias de seguridad.
Los editores provisionales de Excélsior refutaron a Díaz Redondo cuando, "en actitud de encomendero", expresó: "primero me besan la mano y después me dan la puñalada por la espalda, con lo cual sólo revelaba la actitud con la que permaneció en nuestra cooperativa".
En lo que consideraron un cierre de filas para rescatar de la extrema situación en que fue colocado el diario, Guevara y Sepúlveda reconocieron que hasta ahora desconocen cuánto debe el periódico a sus acreedores y el valor de sus bienes, porque "el dictador jamás nos informó de la contabilidad".
Desde ayer por la madrugada, los socios de Excélsior mantienen una estrecha vigilancia sobre los bienes de la cooperativa -por lo menos los que están a la vista-, a fin de evitar cualquier posible intento de Díaz Redondo por retomar las instalaciones o entrar a las oficinas resguardadas por sellos notariales.
El ex director manejaba la cooperativa, dijo Sepúlveda, como una empresa privada y con un autoritarismo tal que bloqueó a eventuales con derechos a ingresar a la sociedad, y ahora tienen de 15 a 40 años esperando una oportunidad.
Desde ayer, todos los jefes de área colaboran para elaborar los editoriales del periódico, "con independencia y pluralidad".
En tanto, las pruebas serán aportadas paulatinamente al sector central de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, a fin de garantizar que los presuntos responsables del desfalco en Excélsior no queden impunes, prometió Sepúlveda.
Agradecida por la amplia cobertura que los medios de comunicación dieron a los acontecimientos de ese periódico, Patricia Guevara escribió el epílogo del primer día de la era posreginista: "Si Julio Scherer hubiera tenido estos ojos, estas plumas y estas cámaras, no hubiera ocurrido aquel infausto suceso del 8 de julio de 1976".