SABADO 21 DE OCTUBRE DE 2000
Ť El espectáculo lleva cinco años de éxito en diversos foros mundiales
Joaquín Cortés, revolucionario del flamenco, presenta en México Soul
Ť Bailaor por vena familiar, la ortodoxia ha callado antes sus innovaciones dancísticas
Colombia Moya Ť El 28 y el 29 de octubre, en el Auditorio Nacional, veremos en el espectáculo Soul la arrasadora figura de Joaquín Cortés y su compañía, compuesta por unas 45 personas, entre bail arines, músicos y técnicos, con los que ha viajado por el mundo entero durante cinco años con un éxito sin precedente que sólo han logrado las grandes divas de la danza, desde los tiempos de Ana Pavlova, la Duncan, Loi Fuller, Nureyev y Barishnikov, por mencionar algunas.
En entrevista telefónica, con voz de chaval sencillo y despreocupado, el hombre más sexy de la danza española, señalado por muchos como un fenómeno y revolucionador del flamenco, dice que todo fue culpa de su tío, a quien veía entusiasmado bailar en casa, convirtiéndose en su héroe y por quien su rotunda vocación de bailarín se encauzó en el Ballet Nacional de España desde muy joven.
Cortés, con esa personalidad escénica que sólo duendes prodigiosos pueden propiciar, tiene ya diez años de haber creado su propia compañía, sin ayuda alguna del gobierno de España, "pues si no se la dieron cuando la necesitaba", ahora, como la más socorrida y taquillera figura de la danza ibérica, es él quien, con su propia fundación, se suma al UNICEF para contribuir en la ayuda a la infancia desprotegida, amén de los muchos proyectos que tiene en mente para alimentar esta vena filantrópica, como una escuela donde chiquillos sin fortuna, como lo fue él de niño, pudieran desarrollarse y crecer, doblegando toda clase de prejuicios raciales y culturales.
Joaquín Cortés es un artista disciplinado; sin embargo, en la creación y representación de sus obras siempre hay un margen de improvisación, "como le viene en gana en el momento", cosa que parece ser una de sus genialidades...
Es un artista, "aprendió en el momento", resultado de su sangre, temperamento y talento espectacular. No se considera revolucionario en nada; él simplemente es producto de la transculturación de un mundo en que los vasos comunicantes de pueblos y culturas ancestrales se mezclan, así como las modernas tendencias multiculturales, raciales y expresivas de la sociedad se manifiestan en la fusión de diversos elementos, mezclaitos, produciendo un nuevo fruto, como lo es su particular expresión del flamenco, en especial el espectáculo Soul, que presentará en el Auditorio.
En ello, Joaquín Cortés aprovecha en la música y en la danza no sólo la poderosa corriente de negritud, soul, gospel, rumba y hasta son cubano, sino también las ancestrales raíces de la danza en su inmenso trayecto desde la India y Africa hasta lo contemporánea o el ballet. Nada lo ha detenido como creador innovador indiscutible.
Su estilo, su éxito, ya ha sido aceptado por millones de personas, y los puristas del flamenco han tenido que callar. Los jóvenes, el público de ahora, quieren otra cosa, aunque en su danza, mezclada con todo, siempre permanece la raíz de la bulerías, seguriyas, martinetes o tangos, con sabor de La Habana vieja, como nueva flor, con la pátina del tiempo.
Joaquín Cortés es una gran estrella, y como tal, ha bailado con figuras inmensas del ballet como Marie Claude Pietragalla, Maya Plisetskaya, Arantza Arguelles o Julio Boca, representantes de una pujante juventud más abierta y plural, y aun la gran tradición de Maya.
Cortés, también llamado "el fenómeno", reúne en la obra Soul, los talentos de Giorgio Armani, famoso diseñador de las estrellas de Hollywood; Jesús Bola, Diego Carrasco y Juan Parrilla se encargan de la música, y Peter Lindber y Andrew Douglaws de la imagen.
Sin duda alguna, Joaquín Cortés será un gran espectáculo, pues pocas veces en la vida se ve en escena al bailarín animal, pantera, bárbaro y sensual, que sólo los dotados con la magia del duende apasionado pueden proyectar, porque a pesar de toda la parafernalia posible son increíblemente talentosos.