Reconocimiento de la UAM a su labor periodística y literaria


Poniatowska, una voz contra el olvido

poniatowska-elena-recono-2 Miryam Audiffred * Basta un pretexto, para que Elena Poniatowska construya con las palabras. Anoche, el pretexto se volvió lucha y reconocimiento en la rectoría de una "casa abierta al tiempo" que la cobijó para reconocer, con el doctorado honoris causa, su larga trayectoria en el periodismo y la literatura.

Rodeada de amigos y amigas como Marta Lamas, Jesusa Rodríguez y Juan Soriano, la autora de obras como Todo
empezó el domingo
demostró, una vez más, que su causa es la de la pasión idiomática.

Tiene casi medio siglo vistiendo con su pluma las páginas de revistas y periódicos y, no obstante el correr del tiempo, no ha perdido la fe en las potencias del lenguaje. Por eso, ayer alzó su voz
contra el olvido y la desmemoria.

"El juicio más severo contra la familia de la Revolución mexicana lo ejercen, desde 1968, los miles de jóvenes que van a las universidades y desde las aulas
rechazan con su actitud, su investigación y su capacidad de protesta, la corrupción, el hambre, la miseria, la ignorancia, el dogmatismo, la insalubridad, la desigualdad, la injusticia.

"A ellos, la Revolución mexicana y su discurso ya no les dice nada, porque hoy la verdadera revolución comienza por uno mismo. Son ellos quienes ofrecen resistencia al poder, son ellos quienes lo desacreditan y es a ellos a quienes temen las elites políticas y financieras", sostuvo la homenajeada, mediante "una frágil cadena de vocales y consonantes que se atropellan".

Si bien "hubiera querido agradecer con flores" el reconocimiento otorgado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la autora de La noche de Tlatelolco, Hasta no verte y Jesús mío , entre otras obras, aseguró que todo lo malo que le ha sucedido al país, y le sucede, podría evitarse. "Las demandas del movimiento estudiantil de 1968 se habrían resuelto en una democracia, pero nuestro régimen, acostumbrado a corromper y a reprimir, no encontró más solución que la de la muerte. Y matar a un joven es matar la esperanza.

"De haberse cumplido los acuerdos de San Andrés, la suerte de 10 millones de indígenas sería distinta y hoy el EZLN estaría labrando la tierra y cuidando sus bosques en las montañas del sureste".

La lista de horrores es infinita. Así, habló del fin del presidencialismo, del descrédito de instituciones como el PRI y la CTM y de "la muerte del fraude electoral". En fin, de aquellas causas que son de ella y, por tanto, de todos, "menos de los políticos del PRI".

"Verlos derrumbarse a través de la línea telefónica nos ha proporcionado a muchos un alivio extraordinario".

Galardonada con una medalla de plata y un pin por descifrar ųdijo el rector general de la UAM, José Luis Gázquez Mateosų "el devenir de México en el siglo XX", Poniatowska hizo énfasis en la necesidad de contar con una educación crítica, una instrucción que sea el fenómeno vivo de la problemática del país y no al margen de las aspiraciones revolucionarias, populares y democráticas.

"Romper la distancia entre la academia y lo que sucede en la calle ha sido una de las peticiones estudiantiles", recordó mientras su nombre se integraba, letra a letra, a una lista de doctores honoris causa constituida también por hombres como Sergio Pitol, Carlos Monsiváis, Pedro Ramírez Vázquez y Carlos Montemayor, por citar algunos.

Aseguró que se han agotado las respuestas que ofrecían las instituciones y que hoy "somos menos hipócritas que antes y, desde luego, menos convencionales". También enfatizó que "el día en que todos en México comprendamos el valor de la enseñanza y de la educación empezaremos a cambiar nuestro destino y a darnos cuenta que, ante todo, la inteligencia es progresista".

Así habló la autora de Las mil y una...(la herida de Paulina), la francesa que llegó a México a los 9 años y se convirtió, poco después, en una de nosotros y la mujer que aun después de tantos reconocimientos sufre para dominar en público sus emociones.

Nadie sabe cuántos puentes, atajos, retornos y senderos pueden tenderse con las voces y vidas que ha capturado mediante su prosa ágil. Tal vez baste decir, como el rector de la UAM, que "el valor de sus piezas literarias encierra una respuesta específica a la vida artística e intelectual" porque ha registrado las imágenes de un país que cambia y se nos pierde día a día. "Su obra tiene el mérito de permitirnos ver que la historia y la literatura caminan juntas".

šSalud, doctora Elena Poniatowska!