SABADO 21 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Hay 39 heridos; el siniestro inició a las 5 de la mañana, por un cortocircuito
Incendio en el centro nocturno Lobohombo deja 20 muertos
Ť El lugar no tenía las condiciones para operar, pero obtuvo 11 amparos federales: Padierna
Susana González G Ť Uno a uno, hasta sumar 19, fueron sacados en camilla los cuerpos calcinados de las personas que perecieron en el Lobohombo, local de tres mil metros cuadrados de dos niveles ubicado en Insurgentes Centro 95, colonia San Rafael, que se incendió la madrugada de ayer y el cual operaba como centro nocturno, a pesar de contar únicamente con un permiso de suelo para restaurante-bar.
Otras 40 personas intoxicadas y con quemaduras de diversos grados fueron trasladadas por decenas de ambulancias y socorristas a los hospitales Madgalena de las Salinas, Xoco, Lomas Verdes y la Cruz Roja de Polanco, pero una pereció en el transcurso del día, de acuerdo con informes de la delegación Cuauhtémoc.
El saldo final, al cierre de esta edición, era de 20 muertos y 39 heridos. En la agencia 71 del Ministerio Público se inició la averiguación previa 71/1511/2000-10 por los delitos de daño en propiedad ajena, homicidio y lesiones.
El Lobohombo una discoteca perteneciente al Grupo Titanium presidido por Alejandro Iglesias y Antonio Grez y que fue inaugurada apenas en mayo pasado, fue consumida por el fuego, provocado aparentemente por un cortocircuito, poco después de las cinco de la mañana, cuando en su interior había cerca de 200 personas, entre parroquianos y empleados del lugar, la mayoría jóvenes.
De acuerdo con la legislación correspondiente, el local debió haber cerrado tres horas antes, se celebraba, según trascendió, una fiesta privada por parte de una empresa cuyo nombre no fue
revelado.
Meseros y otros trabajadores de ese centro, donde también se ofrecen espectáculos de table dance, confirmaron lo anterior y manifestaron que los encargados del negocio pretendieron obligarlos a retirarse del lugar para que no hicieran declaración alguna a las autoridades o a la prensa. Ninguno de los dueños de la discoteca estuvieron presentes durante las tareas de rescate o remoción de escombros y hasta el cierre de esta edición las autoridades desconocían su paradero.
En cuestión de minutos, las llamas -que habrían surgido luego de escucharse una explosión en la planta superior del antro- arrasaron con la decoración de plástico tipo selva y el mobiliario, hasta alcanzar el techo y destruir la mitad de la fachada, semejante a una bodega.
Si bien la mayoría de la gente pudo escapar a tiempo del siniestro, la falta de salidas de emergencia y el hecho de que los dos accesos al inmueble, ambos localizados en la parte frontal, fueron bloqueadas tanto por el fuego como por los guardias de seguridad que en un primer momento impidieron el paso a los clientes para evitar se fueran sin pagar, dificultaron la huida.
En el pavimento, entre las calles Antonio Caso y Gómez Farías, quedaron los restos de la marquesina que anunciaba la presentación de los grupos Oro Líquido y Contraste, así como los vidrios polarizados de la fachada que estallaron con las llamas. El incendio, que alcanzó una tienda de papel vecina, pudo ser sofocado dos horas después por más de un centenar de elementos del cuerpo de Bomberos que hicieron boquetes en el muro para meterse a la construcción y requirieron diez carros-bomba y tanque.
Calificado por Dolores Padierna Luna, jefa delegacional en Cuauhtémoc, como el más grande en su tipo en América Latina, el centro nocturno fue clausurado en tres ocasiones por las autoridades de la demarcación por violar el Reglamento de Construcción del Distrito Federal y no contar con las condiciones adecuadas para operar.
Sin embargo, gracias a 11 amparos que sus dueños obtuvieron en juzgados federales la discoteca pudo funcionar sin problema a pesar de no contar con autorización oficial del Gobierno capitalino. Padierna Luna dijo además que existen otros 32 centros similares en la demarcación, propiedad del dueto conformado por Alejandro Iglesias Rebollo y Antonio Grez, que operan de la misma forma por amparos concedidos por jueces federales,.
Intensa movilización
Durante todo el día la avenida Insurgentes, en su tramo de norte a sur, permaneció cerrada a la circulación provocando un severo tráfico en la zona y en las primeras horas de la mañana fueron desplazados hasta 500 elementos de la policía sectorial, de vialidad y del agrupamiento de granaderos. Estos últimos llegaron a empujar y golpear a varios camarógrafos y fotógrafos de prensa que intentaban tomar placas del interior de la construcción siniestrada.
Mientras, bomberos y elementos de la Dirección de Protección Civil del Gobierno capitalino tiraron la fachada del Lobohombo y 55 peritos en criminalística, incendios, electricidad, arquitectura, fotografía y algunas otras áreas pertenecientes a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) se abocaron a investigar la causa del incendio.
El titular de la dependencia, Samuel del Villar, entrevistado en Monterrey, expuso que hasta anoche al menos 12 testigos ya habían rendido declaración y agregó que de acuerdo con las versiones iniciales, el problema surgió por la explosión de los televisores que estaban cerca de la puerta del negocio. De cualquier manera, el procurador acotó que se está "en espera del dictamen pericial para ver cuál fue la causa de esa explosión que causó el incendio".
A su vez, Salomón Baltazar Samayoa, fiscal de la PGJDF en la delegación Cuauhtémoc, manifestó que de los 19 cuerpos carbonizados, sólo tres ya fueron identificados, mientras el resto permanece en los anfiteatros de las agencias 4 y 12 del MP para ser sometidos sometido a complejos mecanismos de identificación en antropología, sangre, odontología y genética forense.
La Procuraduría General de Justicia del Df, en tanto, continúa los trabajos periciales para ofrecer hoy un informe detallado de las causas que ocasionaron en incendio y de las investigaciones sobre el paradero de los dueños de este local.
Tragedias recurrentes
Otras tragedias como la ocurrida en el Lobohombo ayer han sucedido en la ciudad de México. En los últimos años, la historia da cuenta de siniestros similares ocasionadas por incendios y ocurridas en los establecimientos Can-Can, Casino Terrazas, La Montaña (ahora conocido como Combo) y Cerebro.
Dueños de bares y discotecas, quienes solicitaron el anonimato, advirtieron que al menos en los casos de La Montaña y El Cerebro llama la atención que los incendios ocurrieron de manera muy similar, por lo que las autoridades deben investigar el tema del cobro de seguros.