SABADO 21 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Mítines en NY a favor de israelíes y palestinos
Polariza la crisis en Levante las diferencias entre judíos en EU
Ť La derecha gana espacios en la medida que la violencia aumenta
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 20 de octubre Ť Durante las últimas tres semanas de una violencia que ocurre a miles de kilómetros de aquí, el conflicto en Medio Oriente, también comenzó en Estados Unidos una guerra de acusaciones, manifestaciones, y propaganda entre agrupaciones judías y árabes, en tanto continúa la cascada de noticias e imágenes de sangre desde Levante.
La semana pasada, más de 10 mil simpatizantes de Israel marcharon por las principales calles de Manhattan, y al día siguiente un número igual marchó en solidaridad con los palestinos.
La tensión que brota desde Levante se manifiesta por ésta y muchas ciudades más del país, donde hay acciones de violencia contra sinagogas y enfrentamientos espontáneos en las calles: acusaciones terribles contra los árabes por apoyar el "terrorismo" en sus tierras, así como la interpretación de los actos como otro atentado más en la larga historia de opresión y represión contra los judíos.
Estas tensiones invaden el terreno político interno de Estados Unidos, lo que está afectando desde la competencia electoral presidencial a las campañas de políticos a nivel local, desde Nueva York a Los Angeles, a Detroit y más.
Aquí, el conflicto ha generado una competencia entre los dos candidatos al Senado sobre quién es más fiel a la causa de Israel. La esposa del presidente Bill Clinton, Hillary Rodham Clinton, y su contrincante republicano, Rick Lazio, han pasado los últimos días cortejando el voto judío, un sector de gran influencia en varias partes del estado de Nueva York, y particularmente en la ciudad de Nueva York, y con ello han insistido en su absoluto apoyo a Israel.
Pero estas batallas políticas en torno a las batallas sangrientas allá en Medio Oriente se complican más, ya que no hay consenso completo, a pesar de lo proyectado por los medios, ni entre la comunidad árabe ni entre la comunidad judía.
En particular, esto se manifiesta en que no todos los simpatizantes de los palestinos aquí apoyan la política de Arafat, y no todos los judíos están de acuerdo con la política del gobierno israelí.
Tal vez lo que ha sido más ocultado por los medios es la expresión de los judíos progresistas que denuncian las tácticas de represión del gobierno de Israel, que promueven una posición de solidaridad con el pueblo palestino y demandan lo que llaman una "paz con justicia".
De hecho, arrinconada pero presente una agrupación de judíos realizó una pequeña contramanifestación durante la marcha de los defensores de Israel ocurrida la semana pasada, para demandar la promoción de la paz basada en la solución de las condiciones injustas impuestas a los palestinos.
Aguantaron ser acusados de "traidores" a la causa judía y reconocieron que su posición, que había logrado ocupar un amplio espacio político al crearse las condiciones de diálogo y negociación en Medio Oriente en los últimos años y meses, ahora nuevamente se encontraba marginada.
Organizaciones judías estadunidenses como Americanos por la Paz Ahora y Cabildeo Judío por la Paz, entre varios rabinos y líderes religiosos que formaban el movimiento de solidaridad con el proceso de paz en Israel y Palestina, reconocen que este conflicto es un revés para los años de promoción de un diálogo más abierto aquí entre las comunidades judía y árabe.
Pero insistieron en que no se debería entender que existe un consenso entre los judíos sobre el conflicto actual, y que muchos de ellos no desean ocupaciones mi- litares ni políticas de control y represión.
Señalan que, durante años, ellos promovieron la propuesta de una negociación con la Organización para la Liberación de Palestina y la creación de un Estado palestino, posiciones que finalmente se convirtieron en las asumidas por las mayorías tanto en Estados Unidos (70 por ciento de los ju- díos las apoya) como en Israel, informó esta semana la reportera Alisa Solomon, del Village Voice.
De hecho, este cambio de opinión fue resultado directo de la reacción ante las imágenes de soldados israelíes rompiendo los brazos de jóvenes y niños durante la Intifada en los años 80. Poco después se realizaron las negociaciones y los acuerdos de Oslo y muchos aquí pensaban que, por fin, la paz se estaba construyendo.
Sin embargo, con la violencia actual se provocó nuevamente la polarización y ahora algunas de las principales organizaciones judías de este país han usado este conflicto para imponer la idea de que la comunidad habla "con una sola voz", y ésta se convierte en la única voz transmitida por los medios masivos, y los disidentes de este sector han sido casi ignorados.
Esto, dicen rabinos estadunidenses progresistas como J. Rolando Matalon, indica que se debe reiniciar el esfuerzo de educación y acción social para no ceder el espacio político logrado ante la derecha judía en esta coyuntura tan difícil.