SABADO 21 DE OCTUBRE DE 2000
Ť La lideresa perredista, ante un escrito autocrítico
El PRD, sin pugnas; sólo muchos liderazgos: Amalia García
Ť Elude responder el documento firmado, entre otros, por Cárdenas
Juan Antonio Zúñiga M. Ť En el PRD "no hay ninguna pugna, lo que hay son muchos liderazgos y yo me felicito por ello", afirmó su dirigente nacional, Amalia García Medina, en referencia a un documento suscrito, entre otros perredistas, por Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles, y en el cual se diagnostica que este instituto "se encuentra en un proceso de descomposición burocratizante".
Entrevistada al término de su participación en la segunda Conferencia de Dirigentes y Militantes -organizada por el PRD capitalino-, García Medina eludió responder sobre el contenido de este documento, en el cual se advierte que "si se mantiene la inercia en la que se encuentra (este partido) no tardarían en producirse abandonos, escisiones o rupturas a escala nacional, como ya se han producido algunas localmente".
Intitulado Por la refundación y regeneración del Partido de la Revolución Democrática, el documento plantea que el PRD "puede y debe recobrar su dimensión original y volverse un instrumento del pueblo de México, para las profundas transformaciones que nuestra sociedad requiere, y enfrentar la apasionante coyuntura política que tenemos ante nosotros".
El escrito, al cual ya se han adherido sobresalientes militantes perredistas, puntualiza que para acometer la refundación y regeneración del PRD, "es indispensable contar con una dirección con capacidad de conducir con firmeza y eficacia las actividades del partido, de intervenir para frenar desviaciones y para dar respuestas políticas con agilidad".
Examina la situación actual de este partido: "Hoy el PRD se encuentra en un proceso de descomposición burocratizante; su capacidad de reflexión se ha empobrecido; existe un rezago en sus formulaciones programáticas; su iniciativa política está reducida y su capacidad de reacción atiborrada de calmantes; ha reproducido prácticas clientelares e incurrido en vicios que enérgicamente criticamos en nuestros enemigos".
Radiografía: "Se ha convertido en un partido que sólo opera en plenitud en la lucha interna y la disputa de espacios de poder y cargos burocráticos; la lógica tribal y el reparto de cuotas domina la práctica partidaria en buena parte de los comités; la base del partido no sólo no tiene acceso a la toma de decisiones sino que no recibe indicaciones, no tiene nexos dentro de la estructura organizativa, no recibe información y generalmente sólo se le requiere para votar en elecciones internas o externas, y para cuidar casillas".
Disecciona: "Las corrientes, que podrían haberle dado vida a nuestro partido, se han convertido en grupos de interés. El partido se encuentra recorrido por una lógica de negociación que excluye los principios".
Y determina: "En suma, el PRD, que había nacido representando las esperanzas de cambio de millones de mexicanos, ha perdido la confianza de buena parte de la población y de millares de militantes y simpatizantes".
Pero también prescribe: "Resulta fundamental en este proceso de recuperación el volver a dar una dimensión ética a la política, rescatar los principios esenciales de libertad, igualdad y tolerancia; desterrar el oportunismo que tanto daño nos ha hecho. Y, simultáneamente, desarrollar a plenitud nuestra relación solidaria con los movimientos sociales, basada en el respeto a su autonomía".
Es necesario, precisa, "fortalecer la elaboración ideológica y programática". Propone "reconstruir la capacidad de movilización de esta sociedad y, como parte de ella, de nuestro partido, para detener las iniciativas del neoliberalismo y hacer con efectividad la defensa de los mejores intereses de la nación".
Rumbo al congreso nacional perredista que se efectuará en marzo próximo, el documento define como "los mejores intereses de la nación" los siguientes: "El logro de una redistribución justa de la riqueza; de una paz digna en Chiapas; la defensa de la educación universal, laica y gratuita en todos los niveles; la defensa de los recursos estratégicos del país; la lucha por la recuperación salarial, el empleo y la autonomía sindical; el combate decidido contra la pobreza; la defensa de los derechos humanos, y el respeto a la diversidad cultural y étnica".
La nación requiere -puntualiza- "un fuerte partido de izquierda que represente una alternativa de desarrollo económico independiente, con igualdad y democratización integral; que enfrente al nuevo gobierno, reclame la promesa incumplida, movilice a la sociedad para impulsar un verdadero proceso de cambio, detenga los embates contra la soberanía, reaccione ante los embates de la derecha conservadora y colabore al entierro del partido de Estado".
Pero "ese partido hoy no existe", define.
El documento suscrito por Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles termina con dos llamados. Uno a los comités y militantes perredistas "a preparar nuestro próximo congreso con la exigencia de delegados electos por voto universal y secreto, una propuesta política, un proyecto de reorganización y un nuevo código ético para el partido".
El otro llamado tiene como destinatarios a los ciudadanos dentro y fuera del PRD, "a la construcción de una gran alianza política y social de la izquierda, cuyo objetivo sea dar esperanza y redefinición al rumbo de la nación. Nada más, pero nada menos".