SABADO 21 DE OCTUBRE DE 2000

Ť Nada vincula al autor material con alguno intelectual: González Pérez


El informe, una larga ruta para volver al principio

Elena Gallegos y Roberto Garduño Ť El homicidio de Luis Donaldo Colosio confrontó al PRI y detonó la mayor pugna al interior de la hasta entonces feliz familia salinista, convencida de que su proyecto político y económico se prolongaría, por lo menos, un cuarto de siglo.

Por el grueso expediente que presentó ayer el fiscal Luis Raúl González Pérez desfilan los más conspicuos personajes de la vida nacional: presidentes, empresarios, dirigentes políticos, periodistas, militares, criminalistas, narcotraficantes, comandantes policiacos, madrinas, informantes, chivatos, videntes, amantes.

Quedan al descubierto las ambiciones, las mentiras, los olvidos y despropósitos de una clase política que jamás imaginó que eso podía ocurrir. Sobre un mismo hecho se dan las más distintas versiones.

Esto, en las 2 mil 29 páginas que contienen los cuatro tomos del informe Colosio y que de no ser porque busca esclarecer el acontecimiento que más incertidumbre generó en el México de los 90, se convertiría en la novela de intriga política más exitosa de las últimas décadas.

Después de más de seis años de investigaciones, cuatro procuradores, cuatro fiscales especiales, la averiguación previa que se integró con motivo del homicidio de Luis Donaldo Colosio suma 174 tomos, que contienen 68 mil 293 fojas y más de 293 anexos.

Se recabaron mil 40 comparecencias de personas, de las que 533 ampliaron su testimonio, que en suma hacen un total de mil 982. La Policía Judicial Federal siguió 982 pistas y se elaboraron 326 dictámenes periciales.

Con todo eso se volvió al principio: Mario Aburto Martínez, él y sólo él, planeó y ejecutó el crimen de Lomas Taurinas.

Los documentos están clasificados en archivos que ocupan dos bodegas. Los más importantes son resguardados en una bóveda de seguridad. Todo ello se puso ya a disposición el equipo del presidente electo, Vicente Fox.

''Mi principio fue dudar de todo y de todos -comentó González Pérez-, y al final no encontré nada que vinculara al autor material (Aburto Martínez) con algún autor intelectual''.

-ƑConsidera que le van a creer? ƑNo resulta muy impopular el informe?

-Sé que voy a ser impopular toda mi existencia, pero tengo la tranquilidad de que realicé un trabajo jurídico con soportes. šImagínense lo grave que hubiera sido dar expectativas a la sociedad que luego no puedo sustentar con pruebas!

Las primeras omisiones: enredo interminable

El inicio de la investigación generó un escenario de insuficiencias y omisiones que desvirtuaron de principio a fin el caso. Faltó un mando claro y único en las primeras diligencias, que fueron practicadas sin un método que permitiera obtener resultados incuestionables.

Se advirtió falta de control del Ministerio Público Federal. Errático -por impericia o por dolo-, ocasionó que todo tipo de sospechas gravitaran sobre el crimen y que se mantuviera en la sociedad la expectativa de que se encontraría al autor intelectual.

Los desaciertos fueron muchos. La gestión de Jorge Madrazo al frente de la PGR se propuso ''limpiar la investigación'' y dio prioridad en las pesquisas a dos líneas: entorno político y narcotráfico. Nada encontró.

En el informe Colosio queda establecido que pasó mucho tiempo para que se supiera de la existencia de interrogatorios que se grabaron, pero no se entregaron inmediatamente a la representación social. Fuera de toda norma procesal se exhibió el video del mitin en Lomas Taurinas y del momento del atentado, a Mario Aburto y a los testigos más importantes.

Entre las primeras inconsistencias de la investigación el informe revela que se interrogó al homicida en forma superficial, reducida, sin una técnica adecuada y ante la presencia de 18 personas.

Tampoco se preservó el lugar de los hechos. Sólo se puso una cinta alrededor del lugar, propiciando que cualquier persona entrara y saliera del área sin control y vigilancia: se olvidaron realizar exámenes periciales para detectar huellas, restos hemáticos, óseos o textiles en la ojiva del arma que se encontró en el lugar de los sucesos.

A partir de hoy, y hasta el miércoles próximo, este diario desmenuzará algunas de las historias que se desprenden del grueso legajo que compendia el informe Colosio.