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México, D.F. viernes 20 de octubre de 2000 
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Editorial
 
 
PFP: DESCOMPOSICION PRECOZ 

SOL El reciente paro de labores de elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) asignados al aeropuerto capitalino, acto realizado en demanda de incremento de sueldo y en solidaridad con efectivos de esa corporación detenidos por su presunta vinculación con traficantes de indocumentados, y que culminó con el cese de 42 de los que participaron en la protesta, es un síntoma preocupante de los problemas de disciplina e integridad en las filas de ese cuerpo policiaco, creado hace apenas 14 meses, pero también de la insensibilidad y la torpeza con que se han manejado en él las políticas escalafonarias y salariales. 

El deterioro moral, disciplinario y operativo que experimentan las corporaciones policiacas y las instituciones de seguridad dista de ser un dato novedoso, y en ese fenómeno influyen factores tan diversos como la gran capacidad de infiltración y corrupción de las organizaciones delictivas --principalmente el narcotráfico--, la falta de coherencia en el combate a la delincuencia y la expresión, en una atmósfera de fin de régimen, de viejos vicios del sistema político, como el patrimonialismo y la cultura de la irregularidad que, durante décadas, florecieron en el desempeño del poder público. 

El relajamiento y, a últimas fechas, la dislocación de la vieja hegemonía política priísta han hecho posible que salieran a la luz situaciones de ilegalidad y corrientes de descontento en diversos cuerpos policiales; en este sentido, la crisis de la Policía Auxiliar del Distrito Federal, sin ser única, resulta por demás representativa de tales circunstancias. En años y meses recientes, la opinión pública ha ido familiarizándose con paros, plantones y otras expresiones de protesta surgidas de instituciones encargadas de la seguridad pública y privada, así como de la procuración de justicia. 

Con todo, resulta alarmante que en las filas de una entidad de creación tan reciente como la PFP, y que surgió en medio de promesas de "excelencia" y de salarios adecuados, se presenten ya, por una parte, complicidades con grupos delictivos, y por otra, manifestaciones de protesta por manejos salariales incorrectos. Las explicaciones que ofrecieron los altos mandos de la PFP sobre el conflicto suscitado en el aeropuerto son contradictorias e insuficientes, y no despejan la terrible sospecha de que la flamante corporación reproduce los peores vicios existentes en otros cuerpos policiales. Si ese supuesto se confirmara, habría que agregar la conformación de la PFP --junto con el Fobaproa-IPAB y el Renave-- a la lista de los grandes fracasos gubernamentales del sexenio que está por terminar. 

 

 

La Jornada, Coordinación de Sistemas Francisco Petrarca 118, Col. Chapultepec Morales, delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570 Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54