VIERNES 20 DE OCTUBRE DE 2000

La ciudad se divide entre los fans de Yanquis y Mets


NY, la guerra del beisbol

BASEBALL_SUBWAY Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 19 de octubre Ť Los gritos escaparon desde las ventanas de edificios, cantinas y restaurantes, de las casas de los ricos y de los ghettos de los pobres: estalló la guerra civil en Nueva York.

Las familias se dividen en facciones enemigas, los adultos se convierten en niños al competir en el antiguo juego de quiénes son más chingones, los míos o los tuyos. Las apuestas vuelan, y aguas con entrar en un lugar del enemigo con la cachucha equivocada. Por primera vez en 44 años dos equipos neoyorquinos de las ligas mayores de beisbol se enfrentarán en el combate para determinar quiénes serán los "campeones mundiales".

El sueño de miles -de que los dos equipos locales llegaran a la Serie Mundial- se llama la Subway Serie, la serie del metro (porque no se jugará entre dos ciudades, sino se realizará en la misma urbe y se podrá ir a ambos estadios por el mismo sistema de metro). El campeonato de las ligas mayores será disputado por los Yanquis de la Liga Americana, quizá el equipo histórico del juego SPORT_BASEBALL-1 profesional, y los Mets de la Liga Nacional.

Sin embargo, el sueño de los fanáticos neoyorquinos resulta ser una pesadilla para los empresarios y la televisión. No hay nada peor para ellos que el que toda la atención se concentre sólo en una ciudad -para ellos, un mercado- en vez de dos. Por estar concentrada en Nueva York, la serie pierde la atención de los "mercados" en otras partes del país (aunque posiblemente los una, ya que es cliché pero es cierto: a todo Estados Unidos le encanta odiar Nueva York, ese país tan extraño).

Con los "bombarderos" del Bronx, los Yanquis, buscarán conquistar su vigesimosexto campeonato "mundial". Los Mets, que ganaron la corona por primera vez en 1969 y luego en 1986, buscarán su tercer campeonato. Y la ciudad, que ya tiene garantizado un equipo campeón, se convertirá en un campo de batalla de los fieles de cada equipo durante la serie de hasta siete partidos (quien gane cuatro triunfa) en el gran concurso que comenzará el sábado próximo en el estadio de los Yanquis.

Yankee Stadium, en el Bronx, es el estadio más famoso del beisbol -la "casa construida por Ruth" (se refiere al histórico jugador Babe Ruth), donde jugaron figuras legendarias como Joe DiMaggio, Mickey Mantle, Lou Gehrig, Yogi Berra, entre tantos más. La casa de los Mets, Shea Stadium, se ubica en Queens, junto al aeropuerto de LaGuardia, y fue allí donde se celebró el llamado "milagro" de 1969, cuando un joven equipo con sólo unos años de historia y que siempre se encontraba en el sótano de las ligas mayores, conquistó la corona de la Serie Mundial.

Ambos equipos despiertan pasiones entre sus devotos, y "uno no es fanático real si dice que apoya a los dos". Aquí, las lealtades, en esta ciudad construida sobre engaños y traiciones (desde la "compra" de la isla por holandeses a los indígenas que no tenían la concepción de la propiedad privada, hasta el actual corazón económico, el mundo de Wall Street) son feroces.

"Ya me cansé de tanto Yanquis, Yanquis, Yanquis en esta ciudad; ahora le toca a los Mets, van a ganar", afirma Alfred Rivera al Daily News. "Vamos a demostrar de una vez por todas quién es el mejor de los mejores", contestó un fan de los Yanquis, y otro más agregó "los bombarderos de Bronx no pierden Series Mundiales".

"La Serie del Subway será mejor que el sexo", consideró la doctora Andrea Barbier. Mientras otro, olvidándose de que sólo tiene 40 años, sostuvo: "he estado esperando esto durante 44 años (la última vez que se enfrentaron dos equipos, no los mismos, de Nueva York en la Serie Mundial)".

En esta torre de Babel, los jugadores de ambos equipos provienen del Caribe, de América Latina, de Asia y de los mil mundos dentro de Estados Unidos.

Los fieles también vienen de todo el mundo, de todos los continentes, y se sospecha que incluso existen de otros planetas. Pero durante las próximas dos semanas, aquí habrá un solo idioma --beisbol-- y cuenta con un vocabulario sólo de dos palabras, suficiente para identificar quién es quién aquí, Yanquis y Mets.

El metro espera.