VIERNES 20 DE OCTUBRE DE 2000

 

Ť Silvia Gómez TagleŤ Ť

La equidad en las políticas públicas

Siempre ha sido más fácil ser oposición de izquierda que gobierno. Y para un gobierno que en esta época y en México declara su compromiso con los sectores menos favorecidos de la sociedad es especialmente difícil, porque los niveles de pobreza se han incrementado de manera dramática.

En la ciudad de México la población sin techo es enorme no sólo por los niveles de pobreza que existen en la propia ciudad, consecuencia de muchos años de rezago en las políticas públicas, sino porque la gran urbe atrae a la población que en muchas otras entidades de la República vive en condiciones de extrema pobreza. Ese fue uno de los problemas más graves del gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, porque a pesar de la gran legitimidad que le diera la enorme votación a su favor en la elección de 1997, los recursos y las facultades de este primer gobierno democrático de la ciudad de México han sido muy limitados.

A diferencia de los recursos y la autonomía de la que gozan los gobernadores de los estados del resto de la República, el Distrito Federal ha quedado a la mitad del camino, entre un gobierno a cargo del Poder Ejecutivo federal y una entidad autónoma. Por ello se redujo el presupuesto destinado al gasto social de manera dramática, además de que en la Cámara de Diputados panistas y priístas se encargaron de limitar al máximo los recursos destinados al Distrito Federal, seguramente con la intención de evitar el éxito de la política social del gobierno.

Dadas todas las circunstancias en contra, llama la atención el reconocimiento de todos los partidos al desempeño de Clara Jusidman --secretaria de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal, quien compareció recientemente en la segunda Asamblea Legislativa del Distrito Federal-- por su novedosa concepción teórica en que ha sustentado los modelos de atención y el compromiso de servicio que se ha realizado en las diversas dependencias a su cargo.

Dos ideas presentes en el diseño de estas políticas han sido: un enfoque preventivo y construcción de ciudadanía. Asimismo, se ha buscado ofrecer espacios, técnicas y actividades que permitan el contacto social, donde personas de diversas edades, sexo, condición u orígenes den valor a nuevas formas de relacionarse, comunicarse y convivir fortaleciendo sus propias capacidades de atención y solución a sus problemas, y recuperando valores como el respeto, la solidaridad y la tolerancia. Se intenta reconstruir el tejido social de las zonas marginadas de la ciudad de México, donde la problemática social se torna más grave no solamente por la pobreza, sino por el deterioro de las relaciones interpersonales, familiares y comunitarias.

Con este fin se diseñó el Sistema de Servicios Comunitarios Integrados (Secoi) que intenta trascender el reto de la esfera de lo estrictamente material, desarrollando esquemas de atención acordes a las características de cada zona para atender problemas psicosociales que generan desintegración y violencia, así como ofertar servicios sociales integrados para incidir en las capacidades de las familias y en las redes sociales para mejorar la cooperación.

Otra experiencia, que valdría la pena recuperar en futuros gobiernos, es la de los consejos consultivos que involucran a representantes de organizaciones civiles y a funcionarios gubernamentales de diversas dependencias para diseñar conjuntamente acciones afirmativas a favor de grupos que requieren de atención prioritaria, como son los adultos mayores, los indígenas, las mujeres, los niños, o las personas con discapacidad. Este modelo ha logrado sensibilizar a funcionarios, normalmente ajenos a la problemática de esa población, e impulsar acciones sin generar una estructura que incremente el peso de la ya de por sí extensa burocracia del gobierno capitalino.

Los ciudadanos y los partidos deben analizar críticamente los resultados de la gestión gubernamental como parte de la consolidación de un régimen democrático con el fin de criticar los errores y exigir cuentas a los funcionarios públicos, pero también de recuperar para el futuro aquellas políticas públicas que, como en este caso, han sido exitosas.

Ť Investigadora de El Colegio

de México. [email protected]