JUEVES 19 DE OCTUBRE DE 2000

El ex cónsul cubano se entrevistó con Davidow antes de ser deportado


Riera Escalante pidió asilo a EU

052f1.jpg David Aponte Ť Antes de ser expulsado de suelo mexicano, el cubano Pedro Riera Escalante, ex integrante de los servicios de inteligencia de Cuba, sostuvo una reunión con el embajador de Estados Unidos, Jeffrey Davidow, y con representantes de la CIA para dialogar sobre sus actividades en México.

En las instalaciones de la legación estadunidense, el ex jefe del Grupo México, perteneciente a la sección Q-14 de la inteligencia cubana, solicitó asilo político al representante diplomático estadunidense, de acuerdo con informes recabados por este diario.

La disputa entre Washington y La Habana ha creado desconfianzas a todos los niveles. En muchas ocasiones, la inteligencia cubana ha infiltrado el territorio estadunidense con "arrepentidos", "contrarrevolucionarios" y "anticastristas", quienes a la postre resultan espías del gobierno cubano.

Las autoridades de Estados Unidos no pueden aceptar la petición, respondió tajante el diplomático estadunidense.

Riera Escalante salió de las instalaciones de la embajada de Estados Unidos con la negativa. El 3 de octubre fue capturado por agentes del Cisen, quienes lo entregaron al Instituto Nacional de Migración (INM).

Las autoridades migratorias recibieron a Riera, de 49 años, el mismo día de la aprehensión. Por la noche, funcionarios de INM dieron aviso a la embajada de Cuba de la detención de "un ciudadano cubano", de conformidad con las normas consulares.

A la mañana siguiente, el ex integrante de la Dirección General de Inteligencia (DGI) fue puesto en una avión con destino a La Habana. Los representantes de la legación cubana en México ya no vieron a Riera Escalante, cuyo paradero no ha sido revelado por las autoridades de la isla.

El ex agente -cónsul de Cuba en México de 1986 a 1992- reingresó a territorio nacional a principios de septiembre del año en curso, procedente de Santo Domingo, República Dominicana, con papeles falsos. Retirado de las actividades de espionaje, volvió a suelo mexicano con la intención de viajar a Estados Unidos, según los datos obtenidos.

Enseguida entró en contacto con grupos anticastristas y supuestos exiliados cubanos, con el propósito de que lo "acercaran" a la embajada de Estados Unidos, representación diplomática que fue centro del trabajo de inteligencia que el cubano llevó a cabo entre 1986 y 1992.

Bajo la fachada de cónsul, Riera Escalante realizó en ese periodo labores de espionaje hacia los supuestos agentes de la CIA, acreditados como diplomáticos en la embajada estadunidense en México. Según información periodística, estableció una red de más de cien informantes, entre militantes de izquierda, políticos, periodistas y hombres de negocios mexicanos.

De conformidad con los datos recogidos, Riera Escalante buscó por varios meses acercarse al gobierno de Estados Unidos, y sentía temor por no encontrar una respuesta clara de los funcionarios estadunidenses.

El cubano logró contactar a personal de inteligencia de Estados Unidos, con quien habló de las actividades de espionaje del gobierno cubano. La entrega de información a los elementos de la CIA le abrió la puerta con el embajador Davidow.

Antes de la detención y deportación, Riera Escalante pidió al representante diplomático asilo en Estados Unidos. Sin embargo, el funcionario puso en duda las intenciones del ex espía cubano. En la historia de los desencuentros entre los gobiernos de Washington y La Habana, la DGI ha metido espías a suelo estadunidense, conocidos como ''topos'' en el argot de la inteligencia, bajo la apariencia de ''contrarrevolucionarios''.

-No me puedo hacer cargo de usted -resolvió el embajador.

La semana pasada, Davidow dijo a la prensa que no ha recibido ninguna explicación del gobierno mexicano sobre la deportación del espía cubano, y manifestó preocupación por su seguridad, pues ''probablemente corre un gran riesgo''.

''Dado el hecho y que el señor ya está en Cuba, que probablemente está en situación de gran riesgo, lo menos que hablemos de este asunto, mejor para él'', argumentó.

Las secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores negaron que el cubano haya presentado la petición de asilo político ante las autoridades mexicanas.

Fuentes del INM confirmaron que el ex cónsul nunca acreditó su ingreso legal a México. En principio, la autoridad migratoria cuenta con los elementos para presumir que Riera Escalante entró a suelo mexicano con documentación falsa, proporcionada por algún otro país, razón por la cual nunca pudo dar la fecha exacta de entrada.

Según la cronología de las autoridades migratorias, Riera Escalante ingresó en septiembre por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. El 8 del mismo mes, acudió a la cancillería mexicana para dar a conocer su interés de solicitar asilo. La dependencia respondió que, por encontrarse en México, la petición correspondía a la Secretaría de Gobernación.

El ex agente de inteligencia cubano ya nunca presentó dicha solicitud formal a esta última dependencia. Además, la calidad de asilado no se otorga cuando quien la pide proviene de un tercer país, en este caso de República Dominicana, de acuerdo con la versión del INM.

La Jornada preguntó a la oficina de prensa de la embajada de Estados Unidos si el embajador Davidow recibió a Riera Escalante, la víspera de la deportación. Uno de los voceros respondió: "No hay respuesta (a la pregunta)".