JUEVES 19 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Hay un bajo registro del problema; el marco normativo la favorece
La tortura sigue siendo práctica cotidiana en México, afirma AI
Ť Preocupante, que los gobiernos sean incapaces de tomar medidas para abatirla, advierte
Angélica Enciso L. Ť La situación de la tortura en el mundo es tan severa, que por tercera ocasión Amnistía Internacional lanzó una campaña contra ella. En México, la situación aún es muy grave: la ejecuta la policía al momento de la detención, se presenta en los centros de reclusión y la padecen los indocumentados. Además, hay un subregistro del problema y el marco normativo favorece su existencia, señaló el organismo.
La campaña šActúa ya! Tortura nunca más, que se presentó ayer en varios países, parte de que este fenómeno se repite tanto en países con gobiernos militares como en los democráticos. ''Lo más preocupante es que los gobiernos sean incapaces de tomar medidas para abatir la tortura'', fenómeno que ha sido recurrente y difícil de eliminar, ya que se ha documentado en 140 naciones, señaló Rocío Culebro, directora en México de AI.
El problema en el país se presenta de múltiples modos. Se da como una forma de control social, se aplica a presuntos delincuentes y se vive cotidianamente en las prisiones. ''Aquí, el marco normativo es permisivo de la tortura. Es urgente hacer las reformas legislativas y administrativas necesarias para eliminar el espacio jurídico que permite esta práctica y para lograr una correcta aplicación de la ley'', señala el informe sobre México.
''La legislación mexicana favorece la tortura y la misma ley conduce a la impunidad. Esto ocurre tanto a nivel federal como en los estados. Está implícito en la Constitución mexicana'', dijo Miguel Sarré, director del Centro de Estudios de Derecho Público del ITAM, al comentar que los organismos estatales y el nacional de derechos humanos tienen un ''subregistro'' de los casos.
En conferencia de prensa, Sarré consideró necesario promover cambios legales para que la declaración ante el Ministerio Público no tenga valor, ya que es ahí donde tiene su efecto la tortura, y también para que las pruebas se ventilen ante el Poder Judicial.
En las prisiones, la tortura se mantiene y es ''un mundo desconocido'' el que se presenta en su interior. Los centros de reclusión tienen autogobiernos dirigidos por los custodios o los reos, los cuales imponen castigos degradantes al margen de la autoridad del centro, dijo en su turno Antonio López Ugalde, investigador del Centro de Estudios en Seguridad Pública de la Fundación Rafael Preciado.
Se requieren reformas para favorecer el escrutinio público y someter a la administración penitenciaria a controles y a inspecciones, agregó. En esos centros las autoridades tienen el doble papel de juez y parte, debido a que investigan las infracciones a los reglamentos y deciden las sanciones. Ahí, la tortura se hace como método para aplicar la disciplina sin control jurídico.
Además de la policía y en las cárceles, este problema se presenta en la lucha contra el narcotráfico, donde participan el Ejército Mexicano y la policía federal, quienes para que haya algún culpable llegan a torturar a campesinos e indígenas; también en la guerra contrainsurgente, donde hay una gran presencia militar; en la migración, donde los agentes del ramo han torturado para encontrar responsables en el tráfico de indocumentados y a centroamericanos que utilizan el país como tránsito para llegar a Estados Unidos, explicó Michael Chamberlain, de la Red Todos los Derechos para Todos.
Asimismo, se da la tortura psicológica en las comunidades indígenas de Chiapas y Oaxaca. Como ejemplo mencionó el caso de los Loxichas, donde se ha dado un gran acoso.
No puede dejar de reconocerse que ha habido campañas de desprestigio hacia los defensores de los derechos humanos, ya que cuando éstos hacen una denuncia hay voces que dicen que se protege a delincuentes, dijo Santiago Corcuera, coordinador del área de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana.
Las cárceles están llenas de gente que no ha sido defendida adecuadamente y ha sido torturada. ''Aun cuando realmente se trate de delincuentes, no deben ser sujetos a esas agresiones. Estar contra la tortura no quiere decir defender a los delincuentes'', dijo.
Recordó que el procurador Jorge Madrazo anunció el año pasado que estaba lista la iniciativa de la declaración de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, pero a unas semanas de que concluya la actual administración el documento no se ha presentado.
Por su parte, Rocío Culebro se refirió a que la Comisión Nacional de Derechos Humanos frecuentemente altera el sentido de las quejas sobre tortura, por lo que no existe un registro confiable acerca de los casos que se presentan. Además, destacó el hecho de que sea en las prisiones donde con mayor frecuencia se da este fenómeno.
El informe de Amnistía Internacional y las instituciones mencionadas, Tortura en México: impunidad amparada en la ley, será entregado al equipo de transición de Vicente Fox, y entre sus propuestas finales destaca que se deben llevar a cabo, entre otras, medidas legislativas y administrativas para lograr la independencia de las procuradurías de justicia ante el Poder Legislativo; separar a las autoridades responsables de la detención de los acusados, de las autoridades que lleven a cabo el interrogatorio; eliminar la averiguación previa administrativa con carácter probatorio pleno, y que el gobierno mexicano ratifique los instrumentos internacionales en la materia.