JUEVES 19 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Presuntamente pertenece a Manlio Fabio Beltrones
Contrató Madrazo empresa para proteger secretos de su gobierno
Ť Material: información financiera confidencial; costo: $9.2 millones
Enrique Méndez y Jaime Avilés, enviados, Villahermosa, Tab., 18 de octubre Ť En marzo de 1999, una empresa llamada MFB y Asociados, SC, que presuntamente pertenece a Manlio Fabio Beltrones, ex gobernador de Sonora, firmó un contrato con la administración de Roberto Madrazo Pintado por un monto de casi un millón de dólares (9 millones 200 mil pesos, IVA incluido) y una duración de seis meses para "proteger y mantener en secreto información financiera confidencial" del gobierno de Tabasco.
Raúl Ojeda Zubieta, candidato del PRD a la primera magistratura del estado, reveló hoy lo anterior y entregó a la prensa copias fotostáticas del convenio, que le filtró, dijo, "un alto funcionario de la Secretaría de Planeación y Finanzas" de esta entidad, oficina ante la cual fue registrado el contrato que suscribió el titular de la misma Leopoldo Díaz Aldecoa con Jesús Alberto Cano Vélez, de MFB y Asociados SC.
"Nuestro informante nos externó que el propietario de esta compañía podría ser Manlio Fabio Beltrones, buen amigo de Madrazo", explicó Ojeda en rueda de prensa. "Creemos que se trata de una operación ilegal porque un contrato de casi un millón de dólares tenía que haber sido aprobado por el Congreso local y publicado en el Periódico Oficial de Tabasco, tal como señalan las leyes vigentes", agregó el perredista.
Según el documento, la empresa de marras se localiza en la Calle 7, número 97, de la colonia San Pedro de los Pinos, ciudad de México, y se trata de una "sociedad mexicana, que acredita su existencia legal con la escritura pública número 94557, de fecha 25 de junio de 1998, registrada ante el notario público 59 del DF Jorge H. Falomir e inscrita en el Registro Público de la Propiedad bajo el folio 44088 el 3 de julio" del mismo año.
En la cláusula décima del contrato, relativa a la "confidencialidad" del servicio, la firma, "sus empleados, consejeros o representantes, convienen expresamente con el Ejecutivo del Estado en proteger y mantener en secreto toda la información financiera, técnica, operacional y de cualquier naturaleza que no se haya hecho del conocimiento público ("información confidencial") y que la parte revelante (sic) revele a la parte receptora".
Acuerdo de clandestinidad
Asimismo, "la parte receptora acepta que al serle solicitado por la parte revelante, regresará, destruirá, o hará que se destruya toda la información confidencial, las copias de las mismas (sic) y toda la memoranda, notas, reportes y demás relativos a ella".
De igual modo, "las partes convienen en no divulgar en forma alguna los acuerdos derivados del presente contrato y no efectuarán anuncios o publicidad de ninguna especie, ni comunicación a terceros sin contar con la autorización previa y por escrito de la otra parte".
En la cláusula 13, la empresa "se obliga a responder ante el Ejecutivo del Estado de los daños o perjuicios que por inobservancia o negligencia de su parte se llegaren a causar". Pero, en la 14, el gobierno tabasqueño se reserva la facultad de rescindir el contrato "cuando concurran razones de interés general", pero garantiza que se mantendrá al corriente en el pago de honorarios y gastos "por lo menos" durante 30 días naturales.
Con base en la cláusula 5, la administración de Madrazo se comprometió a efectuar cinco pagos en el primer semestre de 1999: una entrega inicial de 575 mil pesos en marzo de 1999 y cuatro exhibiciones consecutivas, de abril a julio, cada una por 2 millones 156 mil 250, un total de 9 millones 200 mil pesos, IVA incluido.