JUEVES 19 DE OCTUBRE DE 2000

Ť En Bellas Artes, reconocimiento a su quehacer omnipresente


Por revolucionar nuestra literatura, Monsiváis es tema de un coloquio

Ť Difícil, traducir sus textos por la gran variedad de lenguajes que utiliza, dice Jean Franco

Ť ''Es el zar de la crónica y el dictador implacable de la nota de ensayo'': Rolando Cordera

monsivais-escritor-jpg Miryam Audiffred Ť A decir de Jean Franco hay dos Carlos Monsiváis. Uno, es el hombre que se pertenece a sí mismo y le apena de ser tema de conversación y, otro, el escritor crítico de costumbres y atentados a la lengua que, por revolucionar el ámbito de la literatura nacional, es propiedad de todos.

La noche del martes, en la primera sesión del Coloquio Internacional Pensamiento y escritura de Carlos Monsiváis, el autor de obras como Amor perdido y A ustedes les consta se debatió entre ser uno u otro.

Y es que si bien el cronista estuvo presente en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes casi desde el inicio de este encuentro que convocó a Jean Franco, Adolfo Castañón, Rolando Cordera, Sergio González Rodríguez, Marta Lamas y a un público en su mayoría joven, su presencia se mantuvo en secreto
hasta finalizar el acto. De hecho, el homenajeado escuchó las ponencias desde un pequeño cuarto adyacente.

''Si no estuviera vivo estaría de acuerdo con esto -dijo el escritor ante el acoso de los medios-. Yo esperaba que aguardaran diez años de mi muerte. Entonces me hubiera parecido el momento exacto de esta reunión".

Dignificar mitos y símbolos populares

Organizado por el Centro Nacional de Información y Promoción de la Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, el coloquio permitió a la crítica literaria Jean Franco hablar de la ''difícil tarea" de traducir los textos de Monsiváis.

Franco comentó que la escritura del autor de Días de guardar es un archivo considerable de referencias a la historia mexicana, la literatura, los gustos, los modismos, la topografía y la vida de las calles de la ciudad de México; desde el tianguis del Chopo y la Arena Coliseo hasta la Plaza de las Tres Culturas.

''Carlos Monsiváis se desplaza como ningún otro por una ciudad, densa de experiencias, atento a todo lo que cambia y a la variedad de sus lenguajes -indicó la especialista-. De ahí la dificultad de su traducción".

Si bien aclaró que todo traductor se enfrenta con la no correspondencia de términos, mencionó que en el caso de los escritos del cronista este problema es más acentuado debido a que en cada línea se captura a diversos hablantes.

''Emplea la voz y el lenguaje del político, del showman, del sociólogo, el historiador y el predicador -apuntó-. Toda su obra es una crónica de lo efímero, una voluntad por captar lo no consagrado, lo que se desvanece gracias a la rapidez del cambio en la era de la comunicación de masas."

El periodista y economista Rolando Cordera aseguró que ''todo está escrito sobre Carlos Monsiváis".

No obstante, apuntó: ''Es el escritor que no se puede evitar porque cubre todos los espacios todos los días. Es el zar de la crónica y el dictador implacable de la nota de ensayo o la investigación histórica de la cultura nacional", concluyó.

El lugar del autor de Entrada libre en la vida cultural del país fue abordado por Castañón y González Rodríguez, quienes hicieron énfasis en su labor crítica y su capacidad de generar proyectos culturales porque, en palabras de González Rodríguez, Monsiváis es ante todo un escritor que ha renovado el género de la crónica y recuperado los mitos y símbolos de la cultura popular para brindarles una dignidad que nadie podrá quitarles.