JUEVES 19 DE OCTUBRE DE 2000
Ť Se ha recuperado sólo la mitad del poder adquisitivo perdido en 1995
El corto enfriará la economía, dice Gurría; Ortiz urge a desacelerar 1
Ť Disminuirá la demanda de crédito e impulsará el ahorro porque subirán las tasas de interés, afirma el secretario
Antonio Castellanos Ť El corto aplicado por el Banco de México enfriará la economía. La desacelerará y aunque se reflejará en un incremento en las tasas de interés a la postre será benéfico porque disminuirá la demanda de crédito e impulsará el ahorro, afirmó el secretario de Hacienda, José Angel Gurría.
Este proceso es congruente con las metas fijadas por el equipo de Fox, dijo, y aceptó que se mantiene la volatilidad y la presión en el tipo de cambio, pero aclaró que no se alterarán las metas para el cierre de fin sexenio: inflación abajo de 9 por ciento, déficit fiscal de 1 por ciento y producto interno bruto de entre 6 y 7 por ciento.
Dijo que la medida aplicada por el Banco de México es para prevenir posibles presiones de precios, en la medida en que el desempeño reciente de la economía mexicana ha sido muy vigoroso, y se quiere evitar que haya un crecimiento del consumo por encima de las posibilidades de la economía de generar oferta y haya un desequilibrio entre la oferta y la demanda y suban los precios.
El titular de Hacienda explicó que cuando aumentan las tasas de interés se genera una tendencia por parte del público a ahorrar más; ''entonces la medida tiende a enfriar la economía, a desacelerarla. Tiende a ser menos apetecible pedir crédito, porque se hace más caro. Entonces estas medidas de política monetaria tienen siempre esos equilibrios''.
Gurría afirmó que la posibilidad de volatilidad externa nunca se elimina y por eso siempre ''tenemos que estar bien preparados; fortalecernos internamente, mantener finanzas públicas sanas, luchar contra la inflación, tener un marco congruente de política de tipo de cambio, fiscal, de promoción de las exportaciones y de inserción en los mercados internacionales''.
Dijo que a pesar de las presiones externas y de los escándalos que se han suscitado internamente, no hay riesgo de que se falle en el cumplimiento de las metas macroeconómicas. Todo indica que la inflación será de menos de 9 por ciento, el déficit fiscal máximo de uno por ciento y el crecimiento de la economía de entre 6 y 7 por ciento
El funcionario habló de la necesidad de mantener la inflación a la baja. El objetivo es que en el mediano plazo sea igual a la de los principales socios comerciales. ''Si estamos en un esquema del mundo entero donde se está tendiendo hacia una reducción muy importante, México no puede ser la excepción''.
El país, señaló, es el octavo exportador del mundo. Hoy tiene vínculos comerciales a través de sus acuerdos de libre comercio con prácticamente todos los mercados importantes del mundo, entonces no puede tener un régimen económico, financiero y de inflación o de tasas de interés diferente, que esté fuera de sincronía.
Si esto ocurriera, concluyó, se afectaría la competitividad del país a mediano plazo y entonces no sería posible mantener el paso y el ritmo que exige ser un jugador internacional importante.
Ť Inflación de 6.5% para el 2001, prevé el gobernador
Antonio Castellanos Ť El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, afirmó ayer que la economía presenta un fuerte crecimiento que urge desacelerar; expresó que para evitar el sobrecalentamiento se mantendrá la política monetaria restrictiva, y anunció que las metas de inflación serán de 6.5 por ciento para el 2001; de 4.5 en el 2002 y de 3 para el 2003.
Al presentar el informe sobre la inflación correspondiente al trimestre julio-septiembre, el funcionario manifestó que el banco central actuará de manera inmediata para impedir que las metas macroeconómicas pudieran ser afectadas por una caída drástica en el precio del petróleo, una recesión en la economía de Estados Unidos, un desplome del mercado de valores y un aumento no anticipado en las tasas de interés del país del norte.
En conferencia de prensa, Ortiz planteó la necesidad de que una política monetaria restrictiva sea complementada por una política fiscal en ese sentido. Eso es lo que ha planteado el equipo económico del presidente electo Vicente Fox. Para lograr los objetivos de inflación, enfatizó, la Junta de Gobierno consideró necesarios los siguientes elementos: ajustes de precios administrados por el sector público con base en los objetivos de inflación de 3 por ciento para el 2003; incrementos salariales en línea con las ganancias sostenibles en productividad y con el objetivo de crecimiento de precios, y una postura fiscal estructuralmente sólida. ''El Banco de México es amigo de los salarios reales, de que se reactive el poder adquisitivo, porque sólo se ha recuperado la mitad de lo que se perdió después de la crisis de 1995''.
Reiteró Ortiz que es necesario llevar a cabo una reforma fiscal integral, la cual podría tener efectos alcistas sobre los precios en el corto plazo, que pudiera provocar una desviación transitoria con relación a las metas previstas.
Destacó que, como consecuencia de que en el corto plazo la inflación pueda verse afectada por factores ajenos a la conducción de la política monetaria, existe la posibilidad de que en algún año en particular resulte imposible lograr la meta establecida.
En tales circunstancias, el objetivo de mediano plazo adquiere la función de ancla nominal del sistema, porque simultáneamente al reconocimiento de que la meta de corto plazo no podrá cumplirse, la autoridad monetaria deberá aplicar las medidas apropiadas para alcanzar el objetivo de mediano plazo propuesto originalmente.
En la conferencia de prensa estuvo acompañado por los subgobernadores Jesús Marcos Yacamán y José Julián Sidaoui, y expresó que para lo que resta del 2000 y para el año próximo, el Banco de México considera que el entorno externo seguirá influyendo de manera generalmente positiva sobre la marcha de la economía nacional. Sin embargo, dijo, se anticipa que para el 2001 dicha influencia será menos favorable que en el presente año. Se espera una desaceleración gradual en lo que resta del presente año y durante el 2001 en la economía de Estados Unidos.